Paul Baudry
El talento de un artista, dentro de la disciplina del arte que desarrolle, viene siempre avalado por el conocimiento que el público en general y de su obra tiene de éste.
Más no debemos olvidar el hecho que han sido muchas grandes personalidades las que han contribuido con su trabajo y su inspiración a conseguir transmitirnos la emoción y la belleza a través de una obra que no es tan popular, lo cual no viene a restar importancia y, sobre todo, calidad a la misma.
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Y bien es cierto que determinados movimientos artísticos cuentan con más seguidores que otros, por lo que aquellos que son exponentes de sus técnicas, temáticas y estilo, suelen alcanzar mayor notoriedad.
Decoración Ópera Garnier
En el caso del pintor que os propongo para el día de hoy PAUL JACQUES AIMÉ BAUDRY, francés, nacido en La Roche-sur-Yon, el 7 de noviembre de 1828 y fallecido el 17 de enero de 1886, estamos ante una de las más emblemáticas representaciones de lo que viene a considerarse el academicismo del Segundo Imperio.
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Su origen humilde, pues su padre era abarquero, no le impidió estudiar gracias, evidentemente, a un beca municipal, y trasladarse a París, ingresando en la Escuela de Bellas Artes, en 1845.
Joven San Juan
Zenobia hallada por pastores
Una de sus pinturas más reconocidas, Zenobia hallada por pastores a orillas del río Araxes, le valió el Gran Premio de Roma, en 1950, y fue a partir de entonces cuando su estilo se consolidó, a raíz de una estancia de varios años en Italia, donde tuvo como fuente de inspiración a Correggio y Tiziano.
Fue esta etapa de su vida la que señalaría su posterior trabajo, llegando a realizar, por encargo de Napoleón III la decoración de la Ópera Garnier.
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Desgraciadamente, y después de un viaje por Oriente, falleció, dejando sin terminar el que sería uno de sus grandes proyectos decorativos en el Panteón de París sobre Juana de Arco.
Su cuerpo reposa bajo una obra escultórica que fue ejecutada por dos grandes amigos, Paul Dubois y Antonin Mercié, que junto con su hermano, arquitecto de profesión, Ambroise Baudry, podemos encontrar en el cementerio parisino de Père-Lachaise.
Tumba de Baudry
En su obra, Paul Baudry abunda sobre la temática mitológica, siempre con un especial toque de elegancia; no obstante, Baudry se nos revela como el gran artista que fue en su faceta muralista, ya que era todo un experto en el tratamiento del color.
Es así que nos quedamos con el maestro que se define como tal en la Corte de Casación de Paris, o en el Castillo de Chantilly, así como en la Ópera Garnier.
Ópera Garnier
Su obra se encuentra mayormente repartida entre diferentes museos franceses, amén de colecciones particulares, desde el Museo de Orsay, hasta el Museo del Prado, en el que se conserva una de sus mas deliciosas obras: La perla y la ola, un desnudo femenino que transmite una gran sensualidad y que nos muestra la figura de una joven a modo de perla encerrada en su joyero, que no es otro que el mar, alusión posible al nacimiento de Venus.
La perla y la ola
Fue presentada en el famoso Salón de París en 1863 y pese a que está considerado como uno de los desnudos más hermosos de la época, sufrió grandes críticas dado su contenido erótico.
Adquirido por la emperatriz Eugenia de Montijo, pasó a formar parte de los fondos del Museo del Prado, a raíz del legado de Ramón de Errazu.
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