Leonor de Aquitania
(Frederick Sandys)
Siendo una adolescente y fanática del cine tuve el placer de ver una de las películas que han quedado para siempre en mi memoria: EL LEÓN EN INVIERNO, dirigida por Anthony Harvey, en 1968 y basada en la obra teatral del mismo nombre de James Goldman.
Me fascinó la historia que narraba, pero lo que más llamó mi atención fue el personaje de LEONOR DE AQUITANIA, la personalidad arrolladora de una reina con un carácter indomable, fuerte, poderosa, libre, y para colmo el papel no pudo tener mejor actriz Katherine Hepburn.
Por cierto, este trabajo le valió a la Hepburn nada menos que un Óscar, un premio Bafta, un premio Laurel Awards, todos ellos a la mejor actriz.
Fue a partir de entonces cuando la personalidad de esa mujer LEONOR DE AQUITANIA empezó a interesarme y desde ese momento se convirtió en un referente del hecho más que cierto que han sido muchas, muchísimas las mujeres gracias a las que la HISTORIA ha tomado rumbos que los hombres no preveían.
Es así que os invito a introducirnos en el mundo que le tocó vivir a LEONOR, con sus dichas y sus desgracias que fueron muchas, pero que jamás le arrebataron el carácter de GUERRERA.
Leonor de Aquitania está considerada todo un referente de lo que es la participación de la mujer en la política europea de la Baja Edad Media, siendo la suya una actividad del todo imprescindible para el desarrollo de los acontecimientos que fueron consecuencia de sus decisiones y actos.
Nació en en el año 1122, siendo hija del que fuera X conde de Aquitania y Poitou, un caballero cruzado, trovador y que falleció en el Camino de Santiago en el año 1137, cuando Leonor era solo una niña.
Leonor fue duquesa de Aquitania con tan solo ocho años, una mujer provista de un instinto que la llevaba a enriquecer su cultura, era viajera, de condición libre y con un carácter que resultaba fascinante para su época, pues nunca renunció al poder que llegó a adquirir como reina consorte de Francia y de Inglaterra. Fue dos veces reina, la primera mujer que participó activamente en una cruzada, tuvo diez hijos, dos de ellos reyes y su sangre corre por las venas de muchas casas reales europeas.
Con 15 años es coronada reina consorte de Francia como consecuencia de su matrimonio con Luis VII; no obstante, la relación de Leonor con su tío Raimundo de Antioquía provocó numerosos enfados dentro del matrimonio, lo que obligó a que el Papa Eugenio III interviniera para la reconciliación de la pareja.
Pese a ello, y después de la participación de Leonor de Aquitania, -para lo cual organizó una compañía formada exclusivamente por mujeres-, junto con su esposo en la Segunda Cruzada a Tierra Santa, en 1147, el matrimonio consiguió la anulación.
Tan solo tres meses después de la anulación del matrimonio con Luis VII, Leonor de Aquitania contrajo nuevo enlace con Enrique de Plantagenet, diez años menor que ella y a la sazón heredero del trono de Inglaterra. Del primero de sus enlaces, Leonor tuvo dos hijas, del segundo, ocho hijos, de los que cuatro llegaron a reinar, entre ellos, Leonor de Plantagenet, en Castilla, como esposa de Alfonso VIII.
Más el carácter indómito de esta mujer le llevó a encabezar, veinte años después de este su segundo matrimonio, una rebelión contra su marido, por motivos aparentemente políticos, ya que Enrique no cedía terreno de poder a sus hijos; esta rebelión significó para Leonor ser capturada cuando intentaba huir a París y permanecer confinada, por orden del rey, durante más de quince años, hasta la muerte de éste.
Es significativo el papel político que alcanza Leonor cuando enviuda de Enrique de Plantagenet y se convierte en la madre del nuevo rey, el conocido Ricardo Corazón de León, y posteriormente, de Juan sin Tierra, ello debido a que las contiendas militares tanto de uno como de otro les suponían largas estancias lejos de sus reinos y era Leonor quien asumía el poder.
Más no solo destaca el papel de Leonor de Aquitania como mujer política y guerrera, sino también interesada por la cultura y el arte, llegando a ser mecenas de los más variados artistas.
Esta singular mujer vivió una existencia larga, 82 años, su fallecimiento tuvo lugar el 31 de marzo de 1204, después de una vida fructífera y plena, y es curioso observar el detalle que aparece en su sepulcro, en la Abadía de Fontevraud, junto al marido que la mantuvo encerrada durante tantos años, ese detalle al que me refiero es el libro que aparece entre sus manos, exponiendo de forma clara y rotunda la personalidad de esta gran mujer: libre, culta y ante todo valiente.
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Muy Historia.
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