martes, 17 de febrero de 2015

EVA DUARTE DE PERÓN -EVITA-.



Buen día estimados lectores, hoy me decido por tratar un tema que supongo lo será de interés general pues se refiere a una persona que, en su día, fue mas que popular, calificada como "populista",  permaneciendo en la memoria de todos. 
Me estoy refiriendo a esa mujer que, para muchos argentinos, significó la personificación de la "madrecita" que vendría a salvar a todos sus "descamisados".



¿Cuánto hay de verdad y cuánto de leyenda en la vida de Eva Perón? Pues si me seguís en la lectura, lo sabremos. 
Eso sí, la Historia siempre se guarda alguna baza.




"Evita", este nombre, en diminutivo, la convirtió en un mito universal, en una "abanderada de los pobres", y la esperanza de todo un pueblo que la hizo inmortal. 
En gran parte, Eva o Evita, como la llamaremos de ahora en adelante, guardaba en su interior un gran resentimiento hacia la clase alta argentina, lo que la llevó a calar aún mas profundamente en el corazón de su pueblo.
Es la suya la historia de una niña, mas que pobre y analfabeta que vivió un cuento de hadas; para aquéllos que la odiaron le reprochaban su falta de escrúpulos, una mujer fanática, implacable para quien consideraba que no estaba en sus filas, mas para quienes la adoraron, aún después de su muerte, era la suya, su vida un dechado de virtudes. 
Esta joven y aparentemente frágil mujer se construyó a si misma, en tanto en cuanto llegó a Buenos Aires, siendo, por entonces, su sueño el de convertirse en actriz. Lo que no sabía es que ese sueño la llevaría mucho mas lejos.
Para ello contaba con una baza, su ideología de quitar al rico, para dar al pobre; evidentemente, ella como que "sobrevolaba" ambos estados, pues era conocido su gran pasión por las pieles, los diamantes y su mas que variado y carísimo armario de grandes firmas.
Mas el pueblo argentino, que veía en ese "ángel" la respuesta a todas sus plegarias la convirtió en una especie de "gurú espiritual". 





Eva Duarte de Perón nació el 7 de mayo de 1919, en un rancho situado en la hacienda La Unión, de la que era dueño su padre, y que estaba enclavada cerca del pueblo de Los Toldos, en Junín. 


Eva, el día de su comunión

Evita - Eva María Ibarguren- era hija de Juana Ibarguren, una mujer humilde y de Juan Duarte Echegoyen, un terrateniente y político mas que influyente, de tendencia conservadora, de Chivilcoy. Tanto su padre como su madre tenían entre sus ascendientes vascos franceses, lo que les marcó su carácter mas que fuerte. El padre de Evita, como era frecuente por entonces, mantenía dos familias, la "oficial" con su esposa, Estela Grisolía, de la que tuvo tres hijas, y la "no oficial", con la que era su amante Juana. Ésta conoció al que sería padre de sus hijos siendo cocinera en La Unión, una joven, bastante hermosa, de la que quedó prendado el patrón. Durante doce años se mantuvo esta relación de la que vieron la luz cinco hijos: un niño y cuatro niñas. Evita era la mas pequeña de la familia. Duarte jamás reconoció a ninguno de los hijos que tuvo con Juana, por lo que Evita guardó, durante toda su vida, un resentimiento hacia la clase oligarca.


Imagen de juventud

Es mas, cuando la pequeña Eva tenía tan solo un año, su padre les abandonó y la madre Juana, se vió en la calle con cinco hijos a los cuidar y alimentar. Trasladó su domicilio y se establecieron en la calle Francia, que hoy lleva, precisamente, el nombre de Eva Perón, y fue allí, donde provista de una máquina de coser se ganaba la vida. Fue en 1926 cuando el padre de Evita falleció en un accidente de coche, y tanto Juana como sus hijos se dispusieron para ir al entierro del que fue su amante y padre,respectivamente. No se les permitió entrar en el velatorio, y solo pudieron ir entre la comitiva de aquéllos que se unieron tras el féretro. Todas estas humillaciones marcaron para siempre la vida de Eva Perón, una niña con apenas seis años. 
Físicamente, Evita era una niña delgada, de cabello oscuro y una piel blanquísima. Su afición favorita era actuar ante el público en su escuela. Su vida fue dura, durísima, mas gracias a su madre, pudieron todos salir adelante.
Como consecuencia de que la hija mayor, Elisa, había encontrado un trabajo en Correos, en la ciudad de Junín, la familia trasladó su residencia, y pronto el resto de los hijos encontraron, por fin, trabajo, y la situación familiar mejoró.
De esta forma, la "viuda" de Duarte, tal y como era conocida en la ciudad, abrió una pensión, en el que también se ofrecía un menú; hasta tal punto resultó un mas que próspero negocio que la familia volvió a mudarse a una casa mas espaciosa.
Entretanto, la pequeña Evita tenía mas que claro lo que quería ser de mayor: soñaba con ser actriz, si bien su aspecto físico no le auguraba un futuro en dicha actividad. Mas destacaba por el ímpetu que ponía en la declamación del poema que se dispusiera a recitar en la escuela de primaria. 
Hay un hecho que, aunque no se ha verificado públicamente, marcó a Evita cuando era tan solo una joven: tanto ella como una amiga parece que sufrieron una agresión sexual por parte de un grupo de jóvenes que conocieron en Mar de Plata, o al menos, lo intentaron, porque las desnudaron y las dejaron en medio de la carretera, y un conductor de un camión las recogió y las llevó a la ciudad. Este hecho jamás fue mencionado por Eva Perón, como muchas de las humillaciones que sufrió.


 Eva con 15 años

Pero cada vida tiene una historia y la de Evita conoció un total cambio el día que se cruzó en su camino Agustín Magaldi, hacia el año 1935. Era éste un cantante de tangos, que durante un cierto tiempo estuvo alojado en la pensión de la madre de Evita, y fue la joven quien le pidió la llevara con él a Buenos Aires. Eva no quiso dejar pasar esta oportunidad, hizo su maleta y se marchó; tenía 15 años, mas en Buenos Aires contaba con la presencia de su hermano Juan, que se había establecido allí.



Se instaló en una pensión para señoritas, en la calle Corrientes, precisamente, la calle en la que se encontraban la mayoría de los teatros y salas de fiestas de la ciudad. Evita recorría aquéllos buscando trabajo, pero su físico, no era precisamente, llamativo. Pese a ello, obtuvo un pequeño papel en una obra de teatro, y a éste le siguieron otros; de esta forma salió de gira con una compañía de teatro con una obra que se llamaba El beso mortal, y aunque estaba mas que mal pagada sobrevivió en Buenos Aires.
Pero si hay algo que siempre se ha mantenido oculto es cómo pudo una joven, sin apenas recursos, mantenerse en una ciudad como Buenos Aires. Se llegó a mencionar el hecho de que había mantenido mas de una relación sexual, como contrapartida para obtener trabajo, si bien esta circunstancia fue siempre negada cuando Evita era ya Eva Perón, y siempre evitaba hablar de su pasado "artistico".
Bien es cierto que con tan solo 18 años sabía cómo obtener lo que quería de un caballero, y fueron variadas las relaciones que mantuvo con diferentes personalidades que, al fin, le ofrecieron un lugar en el ambiente artístico. Una de las personas mas influyentes en su vida, y de la que estuvo Evita muy enamorada fue el director de la llamada revista "Sintonía", Emilio Karstulovic, a quien conoció cuando éste organizó lo que se llama un "casting" para nuevas actrices. Eva le perseguía de forma convulsiva, hasta tal extremo que el señor en cuestión, para quitársela de en medio le consiguió un papel en la que sería su primera película "Segundos Afuera", que supuso su debut con el nombre artístico de "Eva Duarte". 
Al poco tiempo, tuvo la suerte de encontrarse con otra persona, que también le serviría de protectora, Pierina Dealessi, una conocida actriz de cine y teatro argentina, que tenía su propia compañía de teatro y que la llevó a trabajar con ella. 
Pasaba el tiempo y con él la popularidad de Eva Duarte empezó a hacerse sentir, pues en 1941 firmó un contrato por el cual trabajaría, durante cinco años, con una firma radiofónica -Guereño-. Gracias a este contrato durante los años que siguieron fue la protagonista de mas de un melodrama, de gran éxito, por cierto. En 1943, Radio Belgrano también la contrató, para desempeñar un papel el de heroína, en una serie, en la cual Evita daba vida a distintas mujeres del pasado famosas. Gracias a ello, su economía pudo prosperar y se pudo permitir alquilar un apartamento en la calle Posadas, en el barrio de La Recoleta, uno de los mas distinguidos de la ciudad.


Evita con Libertad Lamarque

La situación laboral de Eva Duarte la había hecho tener mas que buenos amigos en las mas altas instancias sociales y políticas. El golpe de Estado que tuvo lugar el 4 de julio en Argentina, llevó al poder a una serie de generales. Eva era amiga de un coronel Anibal Imbert, que pasó a ser ministro de Comunicaciones. No es de extrañar que Radio Belgrano, cuando conoció tal noticia hizo de Eva Duarte su mejor estrella.
Mas la historia de Eva Duarte -Evita- estaba aún por empezar, y lo fue cuando conoció en un acto benéfico a Perón, llegando a colarse en el palco de la Presidencia. Cuando finalizó el espectáculo Perón la invitó a cenar. Esa cena se extendió hasta el lunes por la mañana, cuando Eva regresó a su apartamento. 
Aquel día cambió su vida para siempre. 
Era el año 1944, y de Juan Domingo Perón dependían dos carteras -la Secretaría de Guerra y la de Trabajo y Seguridad Social-. Era el hombre fuerte del régimen, un hombre que Eva Duarte no dejaría marchar. 



Desde el punto de vista personal, Juan Domingo Perón era un hombre con cierto atractivo, era alto, viudo, no tenía hijos, y su aspecto en nada desmerecía a un galán. Siempre pulcro y peinado hacia atrás, con su metro ochenta de estatura, gozaba del favor de las féminas, mas el hecho cierto es que Perón de quien gustaba era de las "jovencitas". Es del todo conocido el hecho cierto que cuando Eva Duarte le conoció convivía con una adolescente, su nombre Maria Cecilia Yurbel, que el militar decía era su hija, mas todo el mundo sabía y bien lo que era: su amante. Y un hecho que corrobora esta "afición" es que tras la muerte de Eva Perón, Juan Domingo Perón volvió a convivir con otra chica, de 13 años, llamada Nelly Rivas. 
La relación de Eva y Juan Domingo empezó marcada por la común ambición de ambos. Eva llegó a idolatrar a Juan Domingo, baste para ello recordar estas palabras: "Creo en Dios y lo adoro, y creo en Perón y lo adoro. Dios me dio la vida un día, Perón me la da todos los días". Rotundo. Y pese a su diferencia de edad, Perón le doblaba la edad a Eva, ambos tenían en común su origen mas que humilde y  esa especie de orgullo interno que se engendra contra las clases favorecidas.



La primera esposa de Perón se llamaba Aurelia Tizón, y se casó con ella en 1930, pero falleció ocho años mas tarde como consecuencia de un cáncer de útero.
Cuando Eva y Perón se conocieron, la primera se quitó de en medio a la jovencita que compartía tálamo con éste, y le convenció para que se mudara a un apartamento contiguo al suyo en la calle Posadas. Evidentemente, cada noche Eva atravesaba los pocos metros que la separaban de Perón y pasaba con éste la noche. 
La relación entre ambos marchaba, pese a las críticas recibidas por parte de todo tipo de gentes, pero ello importaba poco a Perón, y aún menos a Eva.
En el año 1944 rodó "La cabalgata del circo", dirigida por Mario Soffici, para la que se tiñó el pelo de rubio, y durante el rodaje tuvo sus mas y sus menos con la otra actriz que también tenía papel importante en la película, Libertad Lamarque. 
Después rodó "La pródiga", película que jamás se estrenó, pues cuando Eva se casó con Perón impidió que la misma lo fuera.
Evidentemente, Eva Duarte había conseguido el mejor papel de su vida: Eva Duarte de Perón.
Si bien la mayor parte del círculo de amigos de Perón la consideraban como una especie de intrusa, Eva se empeñó en aparecer amable, aprendió buenos modales y mejoró su dicción, incluso su físico cambió radicalmente, transformándose en una mas que atractiva rubia, que disfrutaba con exagerados escotes, vestidos y joyas magníficas y deliciosamente peinada a base de moños. 
Juan Domingo Perón vio en Eva la capacidad política que otros no habían reconocido, pues le llevó a convertirle en la mayor esperanza de la clase trabajadora. 
Durante al primer año y medio de su relación, Eva solo fue su amante y eso sí, le apoyaba desde la radio. Mas en 1944 fue elegida presidente del sindicato de artistas de la radio y potenció un nuevo programa llamado "Hacia un futuro mejor", a través del que se hacía eco de los avances sociales y laborales de la Secretaria de Trabajo. Fue desde la radio donde Eva Duarte se convirtió en la principal defensora de la causa de Perón, al que incluso  llegó a calificarle como "el Salvador de la Nación".


El 8 de octubre de 1945 se produjo un golpe de Estado que supuso la retirada inmediata de Perón de los asuntos de gobierno. A la vez, Eva fue despedida de Radio Belgrano. Juntos escaparon y se refugiaron en una casa a treinta kilómetros de Buenos Aires. Mas, pese a ello Perón fue detenido. Desesperada Evita se refugió en casa de su amiga Pierina Dealessi. El hecho cierto es que no fue tanto  suya la movilizacion por cambiar la situación de su amante, pese a que la Historia nos habla en sentido contrario. 
El 15 de octubre, los sindicatos empezaron a movilizarse, gracias a la acción del coronel Domingo Mercante, fiel a Perón, y fueron ocupando la plaza de Mayo, pidiendo la liberación de Perón. Solo hicieron falta tres días para que, ante el temor de un alzamiento nacional, los enemigos de Perón, le liberarán.
Fue éste un momento decisivo en la historia de Argentina, Perón reapareció en la Casa Rosada junto al presidente Farrel, quien había dado la orden de que fuera puesto en libertad. La multitud le reconoció como un héroe, y prometió presentarse como candidato en las elecciones que debían de celebrarse en febrero de 1946.



El siguiente paso de Juan Domingo Perón fue contraer matrimonio, por lo civil, con Eva Duarte, en Junín, el 22 de octubre de 1945. Un detalle que supuso un inconveniente, fue el que Eva era hija ilegítima, cosa que Perón ignoraba y tuvo que arreglar la situación, para lo cual destruyó su partida de nacimiento original y se hizo con otra nueva, cambiando su nombre original Eva Ibarguren por el de María Eva Duarte, y de paso se quitó tres años. La unión religiosa se llevó a cabo el 10 de diciembre en la parroquia de San Francisco, en la ciudad de La Plata. No se conservan reportajes de la boda, y tampoco hubo una luna de miel al uso, sino unos días de descanso en la quinta que Perón tenía en San Vicente.
Días después se trasladaron a vivir a la casa de Evita en la calle Teodoro García.
Fue el 24 de febrero de 1946, cuando el general Juan Domingo Perón fue elegido presidente de Argentina, por un periodo de seis años. Su inseparable compañera, amante, esposa, empezó a desempeñar mas que bien su papel.
Pese a sentirse cerca de las clases mas desfavorecidas, Eva Duarte de Perón no escatimaba a la hora de lucir todo tipo de despampanantes vestidos, joyas, peinados, mas el pueblo, lejos de criticarla por ello, la admiraba. 



Y en parte, por su compromiso político, ya que, desde un principio colaboró con el que fue su compañero, y convenció, en sus discursos, a que la llamaran "Evita", una forma mas que cercana de ser conocida y admirada.
En su afán por colaborar con su esposo, empezó por hacerlo en el Ministerio de Trabajo, donde atendía a todo aquel que precisara de su ayuda. Fue por entonces cuando también empezó a trabajar en un proyecto de ley a favor de los derechos de la mujer.
Mas su labor no solo se dedicaba al despacho, sino que tenía por costumbre visitar fábricas, escuelas y hospitales. Allá por donde iba, causaba admiración, no solo por su discurso, sino por su aspecto. El hecho cierto es que Eva Duarte de Perón atendía no solo a las necesidades de grupos, sino a particulares cuya historia le causaban emoción.
Con tan solo 26 años, Eva Perón se había convertido en una perfecta conocedora de cómo se podía manipular los medios de comunicación. Todos los rotativos publicaban, día tras día, imágenes de su "Presidenta". Cada vez fue adquiriendo mas confianza en si misma, y por ende, mas poder sobre Perón y sobre el pueblo.
Ahora bien, detrás de esta imagen amable y sencilla, se escondía la de una Eva Perón intolerante y dura con todos los que no eran partidarios de sus ideas. 
Un hecho mas que importante que Eva cuidó a máximo fue su imagen, como primera dama de un país como Argentina, por lo que se  decidió por cambiar su estilo. Para ello se hizo con la ayuda de Lilian de Guardo, una mujer de la buena sociedad argentina, y la hizo su asesora personal. Mas pasado el tiempo, y con la formación oportuna, ella misma encargaba su vestuario a Christian Dior y Balenciaga, sus joyas provenían de las grandes firmas como Van Cleef and Arpels.
Gastaba una mas que increíble fortuna en joyas.




En 1947, el General Franco invitó a Juan Domingo Perón a visitar España, y para Evita supuso entrar en contacto con toda una Europa que le significaba "glamour", viajando sin reparar en gastos, acompañada por once personas para su atención personal, desde doncellas, peluquero, médico, etc...
La entrada en España de Juan Domingo y Eva Perón fue apoteósica, alojándose en el Palacio de El Pardo, acompañada de su  increíble equipaje. 
Como buena conocedora de lo que el pueblo espera de un gobernante, convenció a Carmen Polo de Franco para visitar hospitales públicos y barrios obreros, entre los que repartió, billetes de cien pesetas. 



Tras visitar España, marcharon a Italia , y allí tuvieron su correspondiente encuentro con el Papa Pio XII. Su viaje tuvo como siguiente etapa Paris, por donde se paseó en un coche que había pertenecido al general De Gaulle. Francia la obsequió con la medalla de La Legión de Honor.
Tanto viaje empezó por agotar a Eva, que se sentía cansada y pasó unos días en la Costa Azul, en el famoso Hotel de Paris, de Montecarlo. Fue allí donde conoció a Aristóteles Onasis y a su esposa, Tina, y según cuentan algunos biógrafos de Eva, ésta tuvo una cita privada con Onasis, de la que consiguió un mas que generoso cheque para sus obras de caridad, eso sí, Onasis también obtuvo lo que buscaba.
La siguiente escala de Eva era Londres, si bien la Oficina de Asuntos Exteriores no consideró oportuna la visita y Evita marchó a Suiza, donde tampoco fue bien recibida. De esta forma, y saliendo de Europa embarcó rumbo a Rio de Janeiro, para asistir a la Conferencia Interamericana para la paz.
El 23 de agosto de 1947, Evita regresó a su país, recibida como una auténtica heroína, baste decir que la revista Time, le dedicó su portada del 14 de julio de 1947.



Fue a partir de este momento cuando algo cambió en la vida de Eva Duarte de Perón, sus apariciones públicas nos fueron mostrando a una mujer cada vez mas obsesiva, con una especie de delirio hacia su marido, Juan Domingo, y hacia sus "descamisados". Hasta cambió su forma de vestir, de tal forma que lo hacía frecuentemente con trajes de chaqueta mas sencillos, y su peinado se redujo a un moño bajo.



En su despacho en la Secretaria de Trabajo y Previsión Social llevaba a cabo una auténtica labor social, trasladándose a hospitales, visitando enfermos incurables, abrazando a todo tipo de indigentes.
Su labor se vio recompensada cuando en junio de 1948 Eva inauguró la Fundación Eva Perón, cuya finalidad era la de atender a las mujeres, niños y ancianos sin recursos. Y el hecho cierto es que funcionó, pues se crearon orfanatos, escuelas, hospitales y hogares para personas que jamás hubieran soñado con tener una vivienda propia, incluso se concedían becas para estudios.
Otra  importante labor de Eva Perón fue la que desarrolló para conseguir el voto femenino, en un país que era sumamente machista. Y lo consiguió, pues el 23 de septiembre de 1947, se aprobó la ley que establecía la igualdad de derechos políticos entre hombres y mujeres. Y en 1949, nacía, gracias a la iniciativa de Eva Perón, el Partido Peronista Argentino. 
Eva Perón trabajaba duramente,  durante todo el día y parte de la noche, lo que, a veces, le impedía coincidir con su esposo.






Un día, a principios de 1950, Eva se desmayó en público, y saltó la alarma. Fue operada de apendicitis aguda, mas las pruebas revelaron que también padecía de un cáncer de útero, mas aún estaba en sus primeras fases. Le sugirieron que se sometiera una una histerectomía, mas Eva se negó a ello, y después de unos días de reposo se incorporó a su trabajo con el mismo ritmo. Pero el cáncer siguió avanzando, y empezó a padecer fuertes dolores y hemorragias. Pese a la insistencia de su médico de que se sometiera a cirujía, Eva volvió a negarse, tan solo aceptó recibir radioterapia.



El 17 de octubre de 1950, Juan Domingo Perón condecoró a la que era su esposa, con la Gran Medalla Peronista, si bien, Eva apenas se tenía en pié y solo la morfina conseguía paliarle los terribles dolores que padecía.
En noviembre fue intervenida por un oncóloco norteameriano, especialista, pero ya nada se podía hacer, pues el cáncer estaba del todo extendido.
En los días siguientes a su intervención, votó en una urna desde la cama del hospital en el que estaba ingresada. Los medios de comunicación que tomaron instantáneas del momento coincidieron en que Eva era ya un "cadáver".
El 4 de julio de 1952, Eva se empeñó en estar presente en la toma de posesión de su marido como Presidente de su país, y subida en el coche que la trasladaba saludaba, despidiéndose de su pueblo, cubierta por un abrigo de visón, pero esta vez, su finalidad era muy distinta, servía para tapar un arnés que pudiera mantenerla en pié durante todo el trayecto.
El 25 de julio fallecía en su cama de su residencia oficial, con tan solo treinta y tres años, y con un mas que debilitado cuerpo de apenas treinta y cinco kilos. Su cuerpo fue tratado cuidadosamente para que pudiera ser  exhibido al público y fue amortajada con un  bellísimo modelo de Christian Dior blanco que nunca llegó a estrenar.


Una de sus últimas imágenes

Su cuerpo fue velado durante días y días, e infinitas fueron las personas que no quisieron perderse la última de las imágenes de esta  pequeña gran mujer. Recibió funerales de Estado.
Su cadáver permaneció embalsamado en tanto el que fue su esposo se empeñaba en construirle un mausoleo gigantesco, mas el golpe militar de 1955 que derrocó al general Perón hizo desaparecer el cuerpo durante catorce años. Sus mas que fieles seguidores lo mantuvieron oculto en Milan, bajo una falsa identidad. En 1972, el cadáver fue desenterrado y llegó a poder de Perón, mas por entonces éste había contraído nuevo matrimonio  con Maria Estela Martinez. 



Gracias a las gestiones de la familia Duarte, sus restos descansan en el panteón de la familia Duarte, en el cementerio de La Recoleta, introducido dentro de una cámara acorazada, para que no fuera profanado, pues se comprobó que, en algún momento, le amputaron un dedo. 
La Historia de Eva Duarte de Perón fue la de una mujer ambiciosa no cabe la menor duda, amante de un lujo del que careció durante su infancia y juventud y que tanto acariciaba, mas no podemos negar su mas que importante aportación en terrenos de igualdad y justicia social en la época que le tocó vivir.


EVA DUARTE DE PERÓN-EVITA-

BUEN DÍA A TODOS

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Fuentes: Divas Rebeldes.
              Cristina Morató.

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