domingo, 3 de abril de 2022

LA APOTEOSIS DE HÉRCULES.- CASA PILATOS - SEVILLA (ESPAÑA)





La conocida con el nombre de "CASA DE PILATOS" es un extraordinario palacio que data del último cuarto del siglo XV, a resultas de la unión de los linajes de Enriquez y Ribera. Es durante el siglo siguiente y a razón de la abundante relación de sus miembros más destacados con Italia que este palacio conoce de numerosas transformaciones, gracias a lo cual son variados los gustos del Renacimiento que se asientan en la ciudad de Sevilla (España). Por último, la últimas  reformas que datan del siglo XIX conforman este palacio en una mezcla perfecta del gótico-mudéjar, el renacimiento y el romanticismo.






Y es precisamente en uno de los techos de la CASA DE PILATOS, en el conocido como "Camarín Grande", -actualmente llamado "Salón Pacheco"- el maestro Francisco Pacheco del Río, pintó un gran temple, cuya técnica está inspirada por el italiano Vasari: LA APOTEOSIS DE HÉRCULES.
Pacheco nacido en Sanlúcar de Barrameda, en 1564 y fallecido en Sevilla en 1654, fue maestro y suegro de Diego Velázquez, pintor, tratadista y poeta español, en la mencionada ciudad de Sevilla se relacionó con los más exquisitos círculos humanistas y artísticos.



Precisamente el hecho de escoger esta temática para el techo de este espacio fue propiciado por Francisco Medina, preceptor del III Duque de Alcalá, y que por entonces era el propietario del palacio, todo ello con una finalidad del todo moralizante, ya que Hércules está representado en el panel central, siendo el único mortal que ascendió al Olimpo, en tanto en los paneles laterales se pueden observar las virtudes necesarias para alcanzar esa ansiada inmortalidad así como los vicios que impedían la misma.






La estancia en la que fue realizada LA APOTEOSIS DE HÉRCULES fue obra del arquitecto Juan de Oviedo, durante el primer decenio del siglo XVII y su techo plano a base de armazón de madera fue el espacio en el que se insertaron los diferentes lienzos pintados.
Sólo dos techos más, en la ciudad de Sevilla, tienen esta característica cubierta, uno el de la casa del poeta Juan de Arguijo, y el otro el del salón principal del Palacio Arzobispal; no obstante, es el techo del "Salón Pacheco" de la Casa Pilatos una de las obras de arte de la que se tiene mayor documentación sobre su proyecto, autoría e historia.






En su tratado "Arte de la Pintura", Francisco Pacheco se refiere a su trabajo de LA APOTEOSIS DE HÉRCULES manifestando que realizó el mismo al temple y que el mismo lo componen ocho fábulas con grotescos y otros adornos. No cabe la menor duda de que Pacheco se encontraba muy orgulloso del resultado de su encargo, pues consideraba el mismo como uno de los más sobresalientes de toda su trayectoria, no ya por el hecho de que una composición de techo obliga a ejecutar composiciones di sotto in sù (de abajo hacia arriba).






Es preciso aclarar que la expresión "di sotto in sù" viene a designar las figuras vistas en escorzo desde abajo; gracias a ello ofrece un especial efecto de perspectiva, y el pintor crea la ilusión de que sus figuras ocuparon una posición elevada. Fue Giorgio Vasari quien en uno de sus tratados sobre arquitectura, escultura y pintura afirmó que estas figuras  se denominan así porque "se miran efectivamente desde abajo y no desde la línea recta del horizonte"; y nada es más acertado manifestar que un dibujo en escorzo se convirtió, desde el Renacimiento, en uno de los temas y retos preferidos de la ciencia en los talleres.





Después de este pequeño inciso que considero del todo importante para comprender la esencia de esta espectacular obra de arte, y más teniendo en cuenta que la técnica empleada resultaba especialmente necesaria para este tipo de techos planos que no abundaban en Italia -eran frecuentes los techos abovedados y pintados al fresco-, máxime teniendo en cuenta que el propio Vasari pintó un techo de similares características al de la Casa de Pilatos en el Salone delle Arti de su propia casa en Arezzo, hacia 1548, y realizado, asimismo, al temple.





No sólo la técnica de Vasari es referente para Francisco Pacheco a la hora de realizar su encargo de LA APOTEOSIS DE HÉRCULES, sino que lo que es el conjunto de alegorías del techo del Salón Pacheco ofrece el mismo género de erudición que viene a caracterizar el arte de la Maniera toscana.
Es así que en el panel central nos encontramos a Hércules subiendo al Olimpo (Hércules, hijo de Zeus y de una mortal Alcmena no poseía el don de la inmortalidad, el cual consiguió gracias a sus esfuerzos lo que hizo de él un héroe). Un ejemplo moralizante el de pretende ofrecer Francisco Pacheco a través de su obra. 
La "vía al cielo" o medio a través del que alcanzar esa inmortalidad aparece trazado con una serie de peligros, tal y como resulta de las escenas cuyos protagonistas son Faeton, Belerofonte y la Envidia, en tanto las figuras de Icaro, Ganímedes y Astrea, son las virtudes necesarias para conseguir esa ansiada inmortalidad.
Estas tres últimas figuras o representaciones se refieren a la Justicia, la Pureza y la Prudencia.




En conjunto la obra, en gran medida moralizante, que Francisco Pacheco del Río compuso para el "Salón Pacheco", pese a que en ella se observen ciertas limitaciones artísticas, es un magnífico testimonio de todo lo que viene a representar el mundo del Humanismo sevillano durante los siglos XVI y XVII, fiel  reflejo que nos ofrece la Casa de Pilatos.





Por último, un detalle del todo interesante: ¿Por qué recibe este palacio el nombre de "CASA DE PILATOS?
Si bien el palacio fue construido por orden del Adelantado de Andalucía Don Pedro Enriquez, fue finalizado por su hijo, Fadrique, a quien debemos el nombre de "Casa de Pilatos".
Fadrique viajó a Jerusalén en 1519 y a su regreso se dio cuenta de que la distancia que había entre la casa de Poncio Pilatos y el Gólgota era la misma que había entre su palacio y la Cruz del Campo; de esta forma, se inició una tradición que consistía en un Vía Crucis con 12 estaciones -de la que aún hoy en día se conservan los azulejos de cada una de las paradas- para la sociedad católica.
Este vía crucis fue el germen de la actual Semana Santa de Sevilla.
(La conocida como "Cruz del Campo" es un templete construido alrededor del siglo XIV, por la hermandad de negros llamada Nuestra Señora de los Ángeles; en su interior se encontraba una pequeña cruz de madera que fue sustituida más tarde por una piedra y cubierta por un templete mudéjar).

Ya sólo nos queda una visita presencial....










Fuentes:
www.fundacionmedinaceli.org
https://www.biografiasyvidas.com
https://sevillasecreta.co

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