miércoles, 11 de octubre de 2017

CHRISTOFFER WILHELM ECKERSBERG: EL PADRE DE LA PINTURA DANESA


C.W. Eckersberg

Buen día.

Vamos a ocupar este espacio de hoy en hacer un pequeño recorrido por la vida y obra de un pintor: C.W. ECKERSBERG, con el que la pintura danesa alcanzó proyección internacional. 
Nacido en Blakrog, el 2 de enero de 1783, falleció en Copenhague, el 22 de julio de 1853, siendo su padre, Henrik Vilhelm Exckersberg, también pintor, aunque se profesión era la de carpintero.
Fue en 1786 cuando la familia trasladó su residencia a Blans, y el pequeño Christoffer con sólo trece años se inició en la pintura, teniendo como maestros a Jes Jessen en Aabenraa y Johann Jacob Jessen en Flensborg.




Animado por su deseo de aprender historia de la pintura, y sus diferentes técnicas y estilos, estudió en París con Jacques-Louis David y viajó por toda Italia antes de regresar a su país natal, Dinamarca, donde fue profesor de la Real Academia de Arte de Copenhague.

Con 70 años C.W. Eckersberg se quedó ciego, por lo que tuvo que abandonar la pintura, falleciendo durante la epidemia de cólera que vivió Copenhague, en 1853.




Fue el suyo un estilo de marcada tendencia clásica que se fundía, en determinadas ocasiones con el romanticismo, sobre todo en los paisajes y en las vistas arquitectónicas.
También gustó del retrato, siendo la suya una pintura de gran limpieza de líneas y exquisito dibujo, por lo que respecta a las formas, destacando la maestría en la utilización del claroscuro en las carnaduras.





Una de sus obras más exquisitas es un pequeño cuadro, -Una mujer desnuda arregla su cabello frente a un espejo-, que destaca por la suavidad de sus colores y sus líneas, ofreciendo la joven que se nos muestra de espaldas una más que idealiza imagen que se aproxima a una estatua clásica.
Más en la joven se nos ofrece un aspecto un tanto sensual, que nos lleva a aproximarnos a lo que es el pensamiento romántico y su deliciosa forma de manifestación, a la que se une la pieza clave del espejo que aparece en la composición, todo es insinuación, pues lo que nuestros ojos alcanzan a ver son meros atisbos de lo que nuestra imaginación completa.
La obra en cuestión resulta una pura delicia, exaltación del erotismo más delicado y sugerente.



Disfruten de este pequeño artículo, lleno de encanto.

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Fuentes: Wikipedia.
www.elcuadrodeldía.com

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