martes, 10 de octubre de 2017

LUCA GIORDANO.- RUBENS Y LA ALEGORÍA DE LA PAZ


Luca Giordano -Autorretrato-

Buen día.

Dedicamos el espacio de hoy a la obra, y especialmente, a una de ellas, la conocida con el título de RUBENS Y LA ALEGORÍA DE LA PAZ.
Su autor, el pintor napolitano LUCA GIORDANO, uno de los más reconocidos decoradores de la segunda mitad del siglo XVII, y al que se le conoce con el sobrenombre de "Luca Fa Presto" (Luca el rápido), en función de la rapidez con la que llevaba a cabo sus obras.
Su estilo nos recuerda, en gran medida, a los grandes pintores decoradores, entre ellos, Venonés, del que fue un gran admirador.

Mesina restituída a España

Y es bien cierto que Luca Giordano (1634-1705) fue un artista que tenía la capacidad de llegar a imitar diferentes estilos de otros tantos pintores, lo que se vio favorecido por sus continuos viajes.
Dentro de lo que es la temática de su obra, también participó de la variedad, si bien se decantó, principalmente, por la mitología y por lo religioso.
Su obra le llevó por toda Italia, pasando grandes temporadas en Venecia, Nápoles y Florencia.
Atendiendo a la petición del rey Carlos II de España, residió en nuestro país durante diez años, repartiendo su estancia entre Madrid, Toledo y El Escorial.
Es de destacar su más que prolífica obra, para lo cual recibió el empuje de su padre, guiado por los beneficios económicos que ello le reportaba.
Entre sus maestros José de Ribera, en Nápoles, y Pietro da Cortona, en Roma.

La creación del Hombre
Palacio Medici Riccardi
Florencia

Son los suyos colores brillantes que atraían poderosamente la atención de las gentes. Y como mejor prueba de ese singular estilo esta magnífica obra



RUBENS Y LA ALEGORÍA DE LA PAZ

Los temás relativos a las alegorías eran bastante frecuentes y populares en su época, y fue un acierto, según las alabanzas recibidas en su momento, el hecho de que incluyera en el cuadro al gran Rubens.
Es la obra que podéis contemplar más que compleja en su composición, pues en ella se dibujan figuras y querubines, principalmente agrupados en el lado derecho, entre las que destaca Venus, que simboliza la paz, rechazando a Marte, dios de la guerra. 
Y un elemento tan sencillo como la paloma blanca que se sitúa en el centro del cuadro es la que marca el eje focal de la pintura, abundando en la energía y en la acción que, como antes he indicado, se dirige hacia la persona de Rubens, quien pone su mirada sobre el espectador..


Si observamos detenidamente la parte inferior de la obra, en el suelo aparecen los objetos que a raíz de la guerra pueden ser destruidos: el poder político, (representado por el cetro y el orbe); el comercio o el conocimiento científico (representado por el astrolabio y la esfera armilar); la literatura o los tratados de paz (un manuscrito enrollado); las artes (la máscara, la estatua, el laúd con las cuerdas).



Una maravillosa obra que no sólo es de reseñar por su complejidad y belleza, a la vista está el gran número de personajes que en la misma intervienen, sino también por el hecho de tratar un tema como la facilidad con la que la PAZ, si no se cuida y se conserva como el más preciado de los bienes de la HUMANIDAD, termina destruyendo todo lo hecho de bueno por ésta.
Siempre una Alegoría de la Paz es actualidad...

.....no olvidando, La Prudencia.



Disfruten con la mirada a cada detalle de este maravilloso lienzo, óleo, que se conserva en el Museo del Prado, de Madrid, con unas grandes dimensiones: 337 x 414 cm. 
No cabe la menor duda que el tema lo merece.

Blog incorporado al
Directorio Hispano de las Artes



Fuentes: Diccionario de Arte. Ian Chilvers.
1001 pinturas que hay que ver antes de morir.
Stephen Farthing- J.F. Yvars.
www.museos.net


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