domingo, 29 de octubre de 2017

TOPIARI: EL SINGULAR ARTE DE PODAR ÁRBOLES.


TOPIARI

Buen día.

Con el artículo de hoy nos salimos un tanto de lo habitual, pero no he podido resistirme en abundar sobre un arte, el conocido como arte de la TOPIARIA que  es una práctica de jardinería mediante la cual se consiguen dar formas artísticas a las plantas, sirviéndose del recorte con tijeras de podar.
Fue el enciclopedista romano Plinio el Viejo quién acuñó la expresión opus topiarum para calificar con esta palabra este singular arte.
Y mediante esta forma de arte la Naturaleza tomaba formas determinadas, caprichosas, e incluso oníricas.





Es por ello que en la antigua Roma se denominaban a los jardineros y paisajistas con el nombre de topiarii; mayormente quienes se dedicaban a tan curiosa labor eran esclavos de origen griego.
Con el paso del tiempo el concepto que reconocía el topiari como arte fue tomando un carácter más restringido, pues fueron numerosos los tratados de dicho arte en que se menciona esta palabra, que en francés se conoce como "topiaire", y en inglés "topiary".


No obstante, fue Francesco Colonna, sacerdote y monje dominico italiano (Venecia, 1433-1527) quien en su obra Hypnerotomachia Poliphili, datado en 1499, reproducía imágenes de series de topiari, dando general conocimiento a esta forma de podar tanto setos como diferentes árboles.
Y es que entre las diferentes formas que Francesco Colonna nos hizo llegar los árboles no sólo se definían mediante la poda, adquiriendo estructuras redondas o esféricas, sino otras muchas que respondían a la fantasía.



El conocido filósofo inglés Francis Bacon, también se ocupó de esta particular forma de expresión artística, llegando a publicar tratados dedicados a las distintas formas de plantar los árboles, así como al mantenimiento de los jardines. Es conocido su tratado "On the Gardens", en el que aborda la temática de la jardinería y el arte que conlleva. 
No obstante, Bacon tenía sus reservas con respecto a ciertas prácticas, aludiendo al hecho de que algunas de ellas eran propias de niños. Era su apuesta por los setos sencillos y podados en círculo a trechos, insistiendo en la utilización de formas piramidales e incluso optando por darles forma de columna.




Fue en 1709, cuando Antoine Joseph Dézallier d´Argenville publicó "La Théorie et la Pratique de Jardinage", que alcanzó una gran fama y le llevó a ser considerado como autor de la "biblia de la jardineria". Esta su obra se reeditó en varias ocasiones y sentó las bases para lo que sería la jardinería artística que conoció el siglo XVIII.
D´Argenville era partidario del topiari, sirviéndose de la poda para que los árboles ofrecieran las mas variadas formas.





Y es bien cierto que los siglos XVII y XVIII conocieron de la publicación de varios tratados y libros en los que aparecían colecciones de dibujos de topiari.
El paisajista alemán Matthias Diesel, publicó en el año 1717 un libro con el nombre de Erlustierende Augenweide in Vorstellung hortlicher Gärten und Lustgebäude, con ilustraciones y dibujos alusivos a esta tendencia paisajística.



Cuando se extendió el uso del llamado jardín inglés, los topiari no eran aceptados, pues se les consideraba de mal gusto.
Pese a ello, y sobre 1800, volvieron a ser utilizados por la técnica arquitectónica historicista, como elemento decorativo, y así eran frecuentes ver esferas, medias lunas, rombos, corazones, arcos e incluso mariposas.



Para obtener la forma deseada a una planta se necesitaba de varios años de intervención, para lo que se utilizan diferentes muelles y armazones metálicos, con la finalidad de canalizar el crecimiento y darle formas que, de forma natural, pues no podrían conseguirse.


Entre las especies más frecuentes que eran utilizadas nos encontramos con el boj, y también las de los géneros Ligustrum, Lantana, Lonicera (madreselva), Hedera (hiedra), Prunus laurocerasus (laurel cerezo), el ciprés y el romero.





Personalidades destacadas del siglo XIX como fueron John Ruskin y William Morris nos aportaron el estilo decorativo del conocido como cottage gardering, con lo que los topiari volvieron a estar en un segundo plano.
El cottage gardering se servía de diferentes plantas con las que, después de recortarlas, se preparaban decoraciones en los jardines o bien, delante del edificio.
El modernismo nos volvió a recordar los susodichos topiari, pese a que, en la actualidad, los jardines que conservan dicha ancestral forma de poda y trabajo artístico son los que se crearon a lo largo del Renacimiento y el Barroco.



Y es que la faceta creativa del ser humano es ilimitada, no sólo como el arte que conocemos bajo la forma de pintura, escultura, fotografía, y demás disciplinas artísticas, sino que la Naturaleza es medio de ingeniería de manos de artesanos de la jardinería.




Disfruten de esta belleza.


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Fuentes: Wikipedia.
Grandes Jardines de Europa.
h.f.ullmann.

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