EFRAÍN BARTOLOMÉ: La poesía de las emociones.

Buenas días a todos, amigos fieles, que eso es lo que sois, aunque uno lleva a lo otro, evidente. Después que el día de ayer lo dedicara a la figura de Frank Ghery, con ocasión de su reciente galardón "Premio Príncipe de Asturías de las Artes 2014", hoy doy un nuevo giro a mi elección para pasar con vosotros un rato de lectura, y escojo como protagonista de este pequeño artículo de reseña biográfica y disfrute al poeta mexicano EFRAIN BARTOLOMÉ, nacido en el estado de Chiapas, el 15 de diciembre de 1950, un hombre formado además como psicólogo, en la Universidad Nacional Autónoma de México.

La figura de Efrain Bartolomé ha sido elogiada, en gran medida, en su país como una de las voces mas destacadas de su generación, en tanto que sus obras han sido traducidas a distintos idiomas como el inglés, el portugués, el francés, el japonés e incluso "el esperanto". Todo ello nos lleva a considerar a Efraín Bartolomé como un valor seguro de las letras hispanas.

El estudio de su obra nos ofrece la posibilidad de concederle un rigor que es poco común dentro de la poesía mexicana, así como la revaloración de la emoción y el sentimiento; para Efraín Bartolomé la poesía es eso, fundamentalmente, sentimiento, es la forma de introducirse en el interior de cada uno de sus lectores: por medio de las emociones.

Si hacemos un recorrido por sus obras podemos pararnos, principalmente, en la que vio la luz entre los años 1990 y 1995, así destacar "Ojo de jaguar" (1990), "Cantos para la joven concubina y otros poemas diversos" (1991), "Mínima animalia" (1991), "Música lunar" (1991), "Cirio para Roberto" (1993) , la edición trilingüe de "Ala del Sur" (1993), "Agua lustral, Poesía 1982-1987" (1994), "Corazón del monte" (1995) y "Trozos de sol" (1995).

Como podéis bien apreciar la poesía en Efraín Bartolomé es algo que le resulta sumamente prolífico, y ello con independencia de la calidad de su obra. 

Si nos detenemos a estudiar su verso es de una sonoridad mayúscula, y un contenido sentido y abrumador. Sus poemas son contundentes, rotundos.

Su primer poema lo publicó en el año 1982, y desde entonces ese vigor poético no ha hecho mas que aumentar con los años. De esa época son sus obras  "Ciudad del relámpago" (1983), "Música solar" (1984) que le valió el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes, y "Cuadernos contra el ángel" (1987), que al día de hoy, aparecen reunidos en "Agua lustral".

Es difícil encontrar en un poeta la exacta combinación de la emoción poética con la palabra exacta, cosa que ocurre con Efraín Bartolomé.

Los dones.

Todo me lo ha dado la Poesía:

el paisaje, La Luna, los vientres de las hembras mas hermosas

dulcemente paridas por el húmedo vientre de la patria.

Todo me lo ha obsequiado:

la música más honda de la Música

y las huellas de oro

en el ojo de oro de la Imaginación.

Todo me lo ha ofrecido la Poesía.

Incluso las arterias del Tiempo

y el sentido del mundo (Ah...el sentido del mundo):

Nacimiento, Vida, Muerte, Amor

                              y Permanencia.

Todo me ha regalado la Poesía:

la Tierra, el Agua, el Fuego, el Viento,

                              la Mujer.

Ya apestaba el cadáver de la Razón.

Ya perfumaba el aire

el azahar de la Poesía

que me ha brindado todo:

mis bienes terrenales

y el hambre que ha crecido

                 en el hombre que soy.

Todo me lo ha otorgado:

la manzana y el membrillo,

la sal y el ácido,

el bálsamo y la herida,

el ojo y el paisaje,

el olfato y el café,

mi admiración por el Águila

                      y mi agradecimiento a la Lombriz.

Todo me lo dio la Poesía:

el sol, las flores, el silencio, la lluvia.

Y yo no supe qué hacer con todo aquéllo

además de asombrarme,

Y cantar.

                        Y agradecer.

Es del todo evidente que la poesía de Efraín Bartolomé va en consonancia con su existencia, su voz no tendría sentido si no fuera así: "¿Para qué escribir si no se pone en el poema "la piel y la memoria"? ¿Para qué escribir, en fin, si la palabra no recupera su poder de nombrar y de hacer sentir las emociones y los sueños "del corazón del hombre"?

A este punto y final, Efraín Bartolomé añadiría, sin lugar a dudas, "..Y la emoción".

"HE AQUI QUE SOY POETA,
Y MI OFICIO ES ARDER"

(DELICIOSAS PALABRAS LAS DE ESTE MAGO DE LA EMOCIÓN)