Babe Zaharias
BABE ZAHARIAS, nacida Mildred Ella Didrikson, en Port Arthur, Texas, el 26 de junio de 1911, y fallecida tempranamente, el 27 de septiembre de 1956, está considerada como una de las atletas más completas de toda la historia del deporte.
Sus padres, de origen noruego, habían llegado a EE.UU. poco antes de nacer Mildred Ella, la que sería su tercera hija, una chica que destacó desde muy niña por su destreza y aptitud para con diferentes deportes, si bien lo suyo no fueron los estudios.
Es así como atendiendo a su espíritu lleno de entusiasmo por el deporte destacó en la práctica, en sus años de juventud, en baloncesto, atletismo, golf, béisbol, tenis, natación, buceo, boxeo, voleibol, balonmano, bolos, billar, patinaje y ciclismo.
Curiosamente, hubo quien le preguntó en una ocasión si había algo a lo que no jugara, y contestó Babe, apodo por el que se la conocía desde que jugara en el equipo masculino de béisbol de los Brooklyn Dodgers, que "Sí, a las muñecas".
Fue hacia 1930 cuando empezó a jugar al baloncesto en Dallas, compaginando su afición con el trabajo como secretaria.
Y sólo dos años después, con 21 años, su nombre pasaría a la historia a raíz de su participación en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, en los que ganó dos medallas de oro en disciplinas tan diferentes como jabalina y 80 metros vallas (récord del mundo), y una de plata, en salto de altura, si bien este segundo puesto fue decisión del jurado que consideró a la atleta que alcanzó la misma marca que Babe, que tenía mejor técnica, y por lo tanto, relegó a ésta a un segundo puesto.
No obstante, Babe Zaharias era una mujer a la que no le importaba asumir nuevos retos y es así como se decidió a practicar también el golf, ganando, por supuesto, en 1935, el campeonato amateur de Texas y tres años después, se convirtió en la primera mujer en participar en el Open de Los Ángeles.
En 1938 conoció también al que sería su marido, George Zaharias, deportista de lucha libre de origen griego que pasó a ocuparse de Babe, no sólo como marido, sino también como manager. Tan sólo once meses después de verse por vez primera ambos contraían matrimonio y Babe tomó el apellido de su esposo Zaharias.
Gracias al golf Babe Zaharias llegó a convertirse en una auténtica celebridad y una de las más importantes deportistas de los EE.UU. durante los años 40; es así que ganó diferentes torneos, tanto en su etapa de amateur (el US Open y el British Ladies), y en la que fuera su etapa de profesional (cinco majors, el US Women´s Open, el Campeonato del Mundo y el Open All-American.
En 1951 fue inscrita en el Salón de la Fama del Golf Mundial. Poco antes y en una competición de golf conoció a la también golfista Bettie Dodd, con la que se dice que mantuvo una relación sentimental, algo que nunca fue reconocido.
Desgraciadamente la vitalidad de Babe Zaharias y su deseo de disfrutar y triunfar en el deporte se vio truncado a consecuencia de un cáncer de colón, diagnosticado en 1953, del que fue operada con éxito, lo que no impidió que se le reprodujera en 1955 y muriera, con tan sólo 45 años el 27 de septiembre de 1956.
En agradecimiento a la labor de esta singular mujer en la ciudad de Beaumont, en Texas, existe un museo con su nombre, amén de un campo de golf y un torneo.
Es más, en 1981, el servicio postal de EE.UU. le dedicó un sello por su más que importante papel en la historia de la mujer en el deporte.
La historia de Babe Zaharias es el triunfo de la constancia y la pasión, cuando se encuentra algo para lo que te entregas y ella lo hizo, sin reservas, animada por esa vitalidad que siempre demostró, pese a que la vida fue injusta, en gran medida, pues sólo 45 años, aunque llenos de éxitos fueron pocos para una mujer de esta dimensión humana y profesional.
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