Albert Anker
Son muchas las obras de arte, especialmente pinturas, las que nos llevan a retroceder a nuestros recuerdos de infancia, con especial mención de aquellas cuyos protagonistas han sido y son niños.
La guardería
Uno de los artistas plásticos que más se aproximó al universo de los niños y también al de los ancianos fue el pintor suizo ALBERT SAMUEL ANKER, nacido en Ins, Cantón de Berna, Suiza, el 1 de abril de 1831 y fallecido el 16 de julio de 1910.
Su obra fue expuesta durante años en el Salón Oficial de París entre 1859 y 1885, llegando a estar considerado como el pintor suizo más importante del siglo XIX.
Sleeping boy in the Hay
Baste señalar el hecho de que en el año 2012 Sotheby´s subastó su cuadro "Retrato de una niña", datado en 1885, y por el que se pagaron 1.426.500 francos suizos.
Retrato de una niña
Albert Anker fue hijo de un veterinario, Samuel Ancher y de Marianne Gaschet, teniendo por delante nada menos que once hermanos.
Su afición por el dibujo nació siendo niño empezando a recibir clases de dibujo con Louis Wallinger en Neuchâtel. No obstante, por influencia familiar, con 20 años se inició en estudios de teología en la Universidad de Berna y de Halle (Alemania), a fin de llegar a ser pastor protestante. Pese a ello, y con permiso de su padre, abandonó este camino y dispuso su marcha a París con la intención de dedicarse a lo siempre quiso: la pintura.
Niña con muñeca
Niña costurera
Instalado en París siguió estudios con el pintor, de origen suizo, Charles Gleyre, para posteriormente perfeccionar su técnica en la Escuela de Bellas Artes de París.
Es partir de entonces, cuando su obra, plena de emoción y ternura, es expuesta en el Salón de París, en tanto su experiencia vital se completa con viajes por Bretaña, la Selva Negra, Italia y Bélgica.
The Bubble Ball
A raíz del fallecimiento de su padre, en 1860, Albert Anker se ocupó de todo lo referente a la vivienda paterna en su ciudad natal Ins, pasando temporadas de verano en la misma, si bien en 1890 trasladó a ella su residencia definitiva.
En 1864 Albert Anker contrajo matrimonio con Anna Rüffi con la que tuvo seis hijos. Y precisamente en algunas de sus obras es su esposa y alguno de sus hijos los que aparecen retratados siempre en escenas familiares.
El dominó
Entre sus pinturas más significativas podemos hacer mención de la conocida como "El dominó", en la que el rostro de la pequeña que es de una total dulzura y concentración en el que no es sólo un juego. Es más que evidente la notoria relevancia del gesto en los niños que son retratados en sus cuadros, de los que consigue captar no sólo la imagen sino su psicología, como es el caso de "Maurice con la gallina", en la que precisamente, el niño era su hijo.
Maurice con la gallina
Un hecho que también merece especial mención es la colaboración de Albert Anker con el escritor Théodore Deck, para el que llegó a elaborar más de 300 dibujos que sirvieron para decorar sus obras.
Amén del mundo de la infancia, Anker nos regaló deliciosas escenas de personas ancianas y también de naturalezas muertas, como vemos en el cuadro "Pelando patatas".
Pelando patatas
Multitud de escenas familiares, entre ellas, "El hermanito", o "Leyendo al abuelo", en las que los rostros y las actitudes de los protagonistas lo dicen todo.
Leyendo al abuelo
Gracias a su cierta holgada economía, Albert Anker también se dedicó a la política, y fue diputado del Gran Concejo del cantón de Berna, contribuyendo a la construcción del Museo de Bellas Artes; asimismo en 1878 fue el encargado del pabellón suizo en la Exposición Universal de París, lo que le valió el ser nombrado Caballero de la Legión de Honor.
Louise Anker
Su exquisita labor fue reconocida por la Universidad de Berna concediéndole el título de Doctor Honoris Causa.´
Desgraciadamente, sus últimos años de vida vio mermada su capacidad de pintar a consecuencia de una apoplejía, falleciendo en la que fuera su casa natal en Ins, el 16 de julio de 1910.
Tierna y maravillosa infancia
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Fuentes: Wikipedia.
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