jueves, 10 de octubre de 2019

SAMUEL MORSE.- LA HISTORIA DE LA COMUNICACIÓN.



Los seres humanos hemos tenido siempre la necesidad de comunicarnos, algo del todo fácil y sencillo hoy en día, a tenor de los avances en tecnología, pero hace poco más de un siglo los sistemas de comunicación a larga distancia dejaban mucho que desear y situaciones de emergencia carecían de recursos para ser resueltas por la urgencia necesaria.

Samuel Morse

Alfred Vail

El 1 de enero de 1845 Samuel Morse y su asociado Alfred Vail inauguraron la primera línea telegráfica de Estados Unidos entre Washington y Baltimore, mediante el sistema de telegrafía.
Este artículo lo es recuerdo y homenaje a tantos científicos, inventores, visionarios que con su trabajo incansable han hecho mucho más sencilla nuestra vida y más asequible esa tan ansiada comunicación.


SAMUEL FINLEY BREESE MORSE nació en Boston, el 27 de abril de 1791 y falleció en Nueva York, el 2 de abril de 1872, a quien todos conocemos como el inventor del llamado "Código Morse", aunque desconocemos una también faceta suya: la pintura.
Nacido en el seno de una acomodada familia bostoniana -su padre era geógrafo- sus estudios le llevaron a formarse en filosofía religiosa, matemática y veterinaria equina, si bien también estudió electricidad. Más fue la pintura la que le permitió financiar sus gastos durante muchos años de su larga vida.




Esta doble faceta de Samuel Morse es desconocida por gran parte del público que siempre ha venido asociándole al descubrimiento y experimentos con la electricidad.

Marqués de La Fayette

Sus obras pictóricas fueron alabadas, destacando el cuadro de La Fayette (1885). Ya en Nueva York, y después de un detenido viaje por Inglaterra y especialmente, Londres, se había convertido en uno de los referentes del retrato, hasta el punto de que en 1826 fundó, junto a otros artistas, la Academia Nacional de Dibujo, de la que fue su primer presidente.

Retrato de su esposa Lucrecia

De su matrimonio con Lucrecia Walker nacieron cuatro hijos, más el fallecimiento de ésta después del último sumió en un gran desconsuelo a Samuel Morse que apenas podía sustentar a tan numerosa familia. 
Con el tiempo contrajo nuevo matrimonio.




Y con el tiempo también fue creciendo su interés por los temas relacionados con la electricidad, ya que sus estudios en Yale le valieron para aprender que si se interrumpía un circuito se veía un fulgor y ello le llevó a pensar en que de esas interrupciones podía extraerse un sistema de comunicación.
Fue así como esa inicial afición vino a convertirse en una obsesión para Samuel Morse, quien en 1832 ya había diseñado en sencillo telégrafo, en tanto se dedicaba a perfeccionar su sistema, y fue el 6 de enero de 1933 cuando Morse llevó a cabo la primera demostración pública de su particular telégrafo.



En 1835 vio la luz el primer modelo telegráfico desarrollado por Morse.
Ante el éxito de su invento, Samuel Morse decidió abandonar la pintura y dedicarse de lleno a sus singulares experimentos.
No obstante y durante las primeras décadas del siglo XIX fueron numerosos los científicos que vinieron a desarrollar diferentes sistemas para transmitir mensajes, sirviéndose del cable eléctrico.



Más fue el diseñado por Samuel Morse por sus características técnicas, como el uso de un electroimán en el receptor, a lo que añadía otra ventaja un código por el que las pulsaciones cortas y largas se convertían en puntos y rayas que, a su vez componían las letras de una palabra.



No obstante, es de significar la existencia de diferentes testimonios en el sentido de atribuir este invento a Alfred Vail, quien colaboraba con Morse.
El hecho cierto es que Vail estuvo presente en la primera demostración pública del telégrafo de Morse en la Universidad de Nueva York, y convenció a éste para que suscribiera un acuerdo en el que Vail desarrollaría el mecanismo y promovería la obtención de la patente a favor de Morse.



Y efectivamente, así fue, pues en el taller de su padre, Vail llevó a cabo numerosas mejoras en la idea original de Morse, como fue la mejoría del punzón emisor y el sistema para registrar señales.
Y es que Vail vino a obtener un medio más sencillo para descifrar la que debía de ser la equivalencia entre números y palabras, mediante puntos y rayas. Más no existen tesis explícitas que ratifiquen este último dato, y si bien Vail no inventó el código sí que es del todo acertado afirmar que aportó valiosas mejoras, entre ellas, la asociación de las letras más comunes con las señales telegráficas más básicas con la finalidad de hacer más cortos los mensajes.



El 24 de mayo de 1844, Morse transmitió el mensaje que le haría famoso, si bien realizó una previa demostración el día 1 de ese mismo mes.
El mensaje en cuestión venía a decir "Que nos ha forjado Dios" -traducción literal- que obedece a la cita bíblica "What hath God wrought" Números 23:23) -Lo que Dios ha creado- desde la cámara de la corte suprema en el sótano del Capitolio en Washington, D.C. a Baltimore, Maryland.



Gracias al éxito de su invento y la más que importante colaboración de Alfred Vail, Morse consiguió una gran fortuna con la que adquirió una valiosa propiedad, dedicándose el resto de su vida a realizar obras filantrópicas, en base a donaciones a la Universidad de Yale y otras asociaciones misioneras y de caridad.



Samuel Morse falleció a consecuencia de una neumonía el 2 de abril de 1872, a la avanzada edad de 80 años, en su propia casa, y sus restos reposan en el Cementerio de Green-Wood, en Brooklyn.




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Directorio Hispano de las Artes

Fuentes: Wikipedia.
Historia.National Geographic


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