En pleno siglo XXI hablar de nanotecnología es acercarnos a lo que es una realidad evidente, un mundo en el que los llamados nanorrobots, máquinas cuyo tamaño puede oscilar entre 0,1 y 10 micras (una unidad de longitud equivalente a la millonésima parte del metro, o 0,001 mm.) han sido fabricadas a base de componentes moleculares.
Fue hace apenas unos meses, concretamente, en enero de 2020 cuando el Instituto de Bioingeniería de Cataluña hizo público un experimento, en el que un nanorrobot de 300 nanómetros de diámetro dirigido hacia células enfermas con cáncer de vejiga, consiguió fijarse en ellas y llegar a frenar su proliferación.
Esto en términos de contribución a lo que puede ser la definitiva cura de muchas enfermedades o patologías es todo un nuevo horizonte. No obstante, también debemos ser conscientes del hecho de qué ocurriría si estos nanorrobots se autorreplicaran sin control humano.
¿Qué significaría para el ser humano ceder ante un poder superior, prácticamente invisible?
Esta idea no es nueva, sino que un ingeniero estadounidense, Kim Eric Drexler, quien popularizó los posibles potenciales de la nanotecnología molecular durante los años 70 y 80 del pasado siglo XX, realizó su tesis doctoral, posteriormente revisada, con el nombre de "Nanosystems Molecular Machinery Manufacturing and Computation" (1992), por la que recibió el premio de la Asociación de Editores Americanos considerándolo el mejor libro de ciencia de 1992. Este científico ha hablado en variadas ocasiones de lo que se viene a llamar la "plaga gris".
La plaga gris -en inglés, grey goo- se refiere a un hipotético fin del mundo en el que la causante sería la nanotecnología molecular. En base a esta teoría un arsenal de robots se autorreplicarían sin control alguno, asumiendo la materia viva de la Tierra, y con esta materia crear y mantener más robots (este peculiar escenario se conoce como ecofagia).
Aunque, a simple vista, puede parecer el argumento de una película de ciencia ficción, este desastre estaría provocado por una mutación accidental de una sola nanomáquina que se aurreplica para otros usos, como arma de destrucción construida a propósito.
En el año 2004, la Royal Society publicó un detenido informe sobre los riesgos sociales y ambientales de la nanotecnología, y llegó a la conclusión que los supuestos riesgos de la conocida como "plaga gris" eran tan lejanos en el tiempo que no había necesidad de preocuparse por ellos.
No obstante, la Royal Society, entre los considerados como problemas reales, destacó la posible aparición de nuevos efectos secundarios sobre la salud, así como sobre el medio ambiente, e incluso daría lugar a diferentes escenarios éticos y sociales.
Eric Drexler, considerado el pionero de la nanotecnología en su libro "La nanotecnología:el surgimiento de las máquinas de creación" (Engines of Creation, 1986), en el que es su capítulo 4 nos ofrece un escenario más que terrorífico de los efectos de su teoría.
"Así, el primer replicador ensambla una copia suya en mil segundos, entonces los dos replicadores ensamblan dos más en los siguientes mil segundos, esos cuatro construyen otros cuatro, y los ocho construyen otros ocho. Después de diez horas, no hay 36 nuevos replicadores, sino más de 68.000 millones. En menos de un día, pesarían una tonelada; en menos de dos días, sobrepasaría el peso de la Tierra; en otras cuatro horas, excederían la masa combinada del Sol y todos los planetas.. si el reservorio de elementos químicos no se hubiera agotado antes.
....replicadores anticipados basados en autoensamblaje podrían derrotar a los más avanzados organismos modernos. "Plantas" con "hojas" no más eficientes que las celdas solares de hoy podrían dejar fuera de competencia a las plantas, llenando la biosfera de follaje no comestible. "Bacterías" omnívoras resistentes podrían sacar de competencia a las bacterias reales: podrían diseminarse como polen soplado, replicarse rápidamente, y reducir la biosfera a polvo en cuestión de días. Replicadores peligrosos podrían fácilmente ser fuertes, pequeños, y diseminarse demasiado rápido para ser detenidos... al menos si no hacemos ninguna preparación. Tenemos suficientes problemas controlando virus y moscas de la fruta".
No obstante, la comunidad científica encuentra poco probable una llamada plaga gris de estas características, más sí que podríamos considerar a una bacteria como el más acertado ejemplo de una considerada nanotecnología biológica.
E incluso, son algunos de estos científicos los que argumentan que una plaga viva, incluso combinación de nanotecnología y biotecnología, con la función de crear replicadores orgánicos, sí que podría constituir una amenaza mucho más real que la citada plaga gris.
La amenaza real o no ya ha sido planteada como una posible causa de extinción de la Humanidad: la plaga gris; el hecho que la plaga no sea gris, sino que sea viva es algo que debemos contemplar y nunca mejor que en los duros momentos a los que se enfrenta nuestra humanidad, indefensa ante todo tipo de amenazas biológicas, que sean consecuencia de la transmisión de determinadas especies animales o vegetales o que sean fruto de experimentos en laboratorios, el futuro es lo que se nos presenta incierto.
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Directorio Hispano de las Artes
Fuentes:
Wikipedia.
Muy interesante.
https://www.abc.es
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