A lo largo de la Historia China ha tenido ocho grandes capitales imperiales y cuyo nombre es asociado a cada uno de sus sucesivos emperadores: Luoyang, Nankín, Pekín, Xi´an, Kaifen, Hangzhou, Anyang y Zhenzhou, si bien las cuatro primeras llegaron a ser capitales.
La capital de Louyang se convirtió un gran centro impulsor de la fe budista, siendo su magnífico enclave entre la confluencia de los ríos Lou y Li, próximos a Pekín y Xi´an, el motivo principal que llevó a la dinastía Han Oriental a establecerse en ella, siendo conocida como "la ciudad de los dioses", por su marcada espiritualidad.
Fue a partir del siglo IV cuando se comenzó la construcción de este emblemático lugar cuyas antiguas y famosas esculturas están consideradas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 2000.
En las espectaculares grutas se representan, fundamentalmente, temas budistas, entre ellas más de 2100 nichos, de 100.000 estatuas y aproximadamente unas 40 pagodas; un 30% de las cuevas corresponden al periodo que abarca la dinastía Wei del Norte, el 60% a la dinastía Tang y el 10% restante se puede considerar de diferentes periodos.
Dado que la construcción se alargó durante tan largo plazo las diferentes estatuas nos muestran distintos estilos al haber sido realizadas por muchos artistas; es más, existe una clara diferencia entre el estilo de los representaciones budistas del norte de Wei abundando en su aspecto simple y compacto, en tanto que las construidas durante la dinastía Tang destacan por su aspecto elegante y vigoroso, a la vez que realista.
Habiendo transcurrido más de 1.500 años desde que comenzó su construcción, el hecho cierto es que, en sí mismas son un espectáculo magnífico, ya que vienen a reflejar lo que es la evolución de un país tan diverso como es China, no ya solo en lo que es su religión, sino en su sociedad y política.
La conocida como Gruta de Fengxian es la más grande de todas y se encuentra ubicada en la parte más elevada de la montaña; en sus orígenes destacaba por la existencia de un templo cuyo techo era de madera, y en el centro de dicho templo una estatua de 17 metros de alto, representando a Vaicorana -Buda- que está flanqueado por sus discípulos preferidos, Ananda y Kashpaya.
Las inmensas esculturas que alberga han convertido a esta gruta en un modelo del arte de la talla de piedra chino. En total son 30 metros de largo y 30 de ancho de cueva, en la que se distribuyen esculturas budistas todas ellas elaboradas en base a las características que se atribuyen a la dinastía Tang, con formas suaves y delicadas.
La singular Gruta de los diez mil budas fue construida hacia el año 680 durante el gobierno de la emperatriz We Zetian, destacando, tal y como su nombre indica por las más que abundantes representaciones, tallados en nichos pequeños, siendo el más pequeño de tan solo 2 centímetros de altura.
El Templo Qianxi es una gran cueva que está situada en el extremo norte de la colina oeste; su altura alcanza los 9 metros, igual que de ancho, en tanto su profundidad llega hasta los 7 metros. Se estima que su construcción data de hace unos trece siglos, durante la dinastía Tang. En este templo podemos encontrar en su zona central un gran loto tallado, y sentada la figura enorme de Buda, rodeado de diferentes estatuas.
Es del todo imprescindible mencionar la Cueva de Guyang pues es la más antigua de Longmen; inicialmente fue una cueva natural de piedra de caliza, y las esculturas que en ella se encuentran fueron aportadas por la realeza, así como por diferentes personalidades. Destacan tres grandes imágenes, siendo la central la de un enorme Buda.
Muy reseñables son también sus inscripciones en las paredes de la cueva, en un total de 800, así como los numerosos nichos en los que se sitúan las más variadas imágenes religiosas. Su decoración es realmente bella, admirada no solo por su diseño, sino por su colorido.
Por último, y en función de la curiosidad que despierta la llamada Cueva de las prescripciones médicas, contiene más de 120 inscripciones en las que podemos encontrar remedios para las más distintas enfermedades.
No cabe la menor duda que la actual y moderna Luoyang, una ciudad en la que habitan más de seis millones de habitantes merece una detenida visita, por su dilatada historia, amén por supuesto de la belleza y singularidad de sus grutas.
Fuentes:
https://viajealpatrimonio.com
https://es.wikipedia.org
https://www.viajedechina.com
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