Los seres humanos, desde los albores de la Humanidad, nos hemos sentido atraídos por todo lo que nos rodea, sabedores de la existencia de un espacio físico en el que se ha desarrollado nuestra existencia.
A día de hoy, y gracias a la tecnología, conocemos y somos conscientes de cuanta información nos facilitan los satélites, si bien antes los mapas significaron una forma eficaz de descubrir aquello alejado de nuestra vista. Eso sí, la evolución de los mapas ha permitido descubrir con la mayor rigurosidad científica algo que, en principio, tenía un mero carácter legendario e incluso, si apuramos, simbólico, alejado de la realidad de nuestro mundo: la Tierra.
Mapamundi Magallanes-Elcano
Durante la Edad Media vieron la luz unos mapas cuyo objetivo no era el representar el mundo, sino servir de adoctrinamiento teológico para el pueblo.
Se denominaron mapas T-O por las iniciales de su verdadero nombre "Orbis Terrarum", cuyo significado es "el círculo de la Tierra".
Mapamundi Beato de Liébana
El primero en realizar este tipo de mapas fue San Isidoro de Sevilla (556-636), quien en su obra Etimologías (ha.634) indica las pautas de como deben confeccionarse e interpretarse.
La T hace referencia a la cruz, en tanto la O es el orbe, el mundo conocido, -"Oikumene"-, rodeado por agua, el mar océano. Es así como la O tiene forma circular, la forma geométrica perfecta, de la misma forma que la T hace referencia a la articulación del espacio interior; el eje vertical viene a ser el mar Mediterráneo, separando Europa y Africa, así como el horizontal, perpendicular al anterior, se articula a partir del Nilo, continuando en el mar Negro y el río Don, separando Europa y Asia. El que es el mundo habitable, el ya indicado "Oikumene", abarca Asia al oriente, en la mitad superior del mapa, Europa, en el cuadrante inferior izquierdo, y Africa, separada de Europa por el mar Mediterráneo. Cada continente aparece habitado por los descendientes respectivos de los hijos de Noé: Sem, Asia; Jafet, Europa y Cam, África. Jerusalém, considerado el centro del mundo, está situado justamente en dicha posición.
Las ideas de San Isidoro de Sevilla no eran originales, ya que se basaban en textos antiguos, en particular del romano Plinio.
Bien es cierto que con el paso del tiempo este tipo de mapas de T en O se irían haciendo cada vez más complejos.
Es así como podemos contemplar los conocidos mapamundis de los Beatos, de los que el más famoso es el Mapamundi del Beato de Liébana, que tiene su origen en los Comentarios del Apocalipsis de San Juan del siglo VIII, estando acompañado el texto por numerosas ilustraciones.
También cambia el diseño de estos singulares mapas pues pasa a tener forma oval o elíptica. En ciertas miniaturas, y a partir del siglo XIII, el mundo, en su forma circular, aparece como el cuerpo de Jesucristo, quién a la vez aparece sentado sobre él, haciendo especial mención en el hecho de que él es el creador, principio y fin del mundo que nos gobierna desde su trono.
En el mapamundi del Salterio de la abadía de Westminster, Jesucrito aparece situado sobre el mundo, en tanto le bendice con su mano derecha y porta en su izquierda otro orbe más pequeño con la división en T.
Mapamundi del salterio
de la Abadía de Westminster
El paraíso terrenal, situado al oriente, en Asia, figura en los mapamundis de Ebstorf y Hereford, datados en 1300, así como las antípodas, a las que se las suponía situadas más allá del océano y cuyos habitantes eran seres fantásticos.
Mapamundi Hereford
Todos los mapamundis que siguen el esquema OT no vienen a interesarse por lo que es la exactitud cartográfica, sino que son medios de contenidos simbólicos y religiosos. Eso sí, en ellos aparecen representados las formaciones montañosas, así como los ríos. El paso del tiempo aporta nueva información, si bien el apunte fantástico sigue siendo protagonista. Es por ello que sus ilustraciones tienen como referente el santoral cristiano, e incluso, la mitología, como lo es la presencia de las amazonas en el mapa de Ebstorf.
Mapa de Ebstorf
Hacia lo que es el final del siglo XV y principios del XVI, gracias a las expediciones a lo que vino a considerarse como el Nuevo Mundo y la necesidad evidente de contar con mapas de mayor rigor científico, los mapas T en O fueron desapareciendo y se convirtieron en una sencilla forma de conocer y admirar una parte de nuestra historia, eso sí, siempre es fundamental el hecho de contar con documentos físicos a fin de entender lo que ha sido ese extenso periodo que vino a llamarse la Edad Media.
Theatrum Orbis Terrarum
(Abraham Ortelius)
Typis Orbis Terrarum
Hoy en día, y gracias a las nuevas tecnologías, un mapa es considerado como algo obsoleto, no obstante para quienes hemos conocido el mundo y su historia cuando cualquier localización precisaba de la consulta de una impresión en papel, los mapas nos han servido para conocer y admirar el avance en el conocimiento de nuestro planeta Tierra.
Qué niño no ha tenido entre sus manos un "globo terráqueo".....
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Fuentes: Wikipedia.
Clio Especial.
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