domingo, 3 de agosto de 2014

EL HOMBRE Y SU PENSAMIENTO - AUGUSTE RODIN


Bienvenidos amigos todos, de nuevo a vueltas con el mundo del Arte y hoy nos vamos a centrar en una obra cuya autoría corresponde a FRANÇOIS-AUGUSTE-RENÉ RODIN, que como todos conoceréis y bien fue un escultor frances contemporáneo del movimiento impresionista.
No obstante, en su obra acertamos a descubrir su procedencia de la escuela escultórica neoclásica, y con el no sólo esta disciplina artística puso fin a mas de dos siglos de intentos de conseguir la conjunción de las artes tridimensionales, sino que nos llevó en una nueva dirección de lo que es la concepción del monumento y de la escultura pública. Todo ello nos lleva a considerar a RODIN como el primer escultor moderno.

Mas nuestro "post" de hoy se va a centrar en una de sus obras, quizás no tan conocida como otras, pero como todas provista de una belleza indescriptible: EL HOMBRE Y SU PENSAMIENTO, datada entre 1899 y 1900.



En esta bellísima composición podemos observar como, de forma indefinida, el pensamiento ha quedado atrapado en la materia en la roca. Para hablarnos en tal sentido Rodin utiliza la delicada forma de un cuerpo infantil que nace de la propia roca, mas no consigue liberarse de ella: ese trabajo solo puede llevarlo a cabo el escultor.

Esta extraordinaria metáfora de lo que se  considera como facultad creadora del artista ha experimentado numerosas variaciones.


Precisamente la metáfora en cuestión la podemos ver reflejada en muchos mitos y distintos héroes; no obstante, el mas conocido de todos es el de Pigmalión, quien se enamora de una estatua que él mismo ha esculpido.

Según nos cuenta la leyenda, que muchas veces llega a ser historia, Pigmalión, rey de Chipre, buscó durante mucho tiempo a una mujer ideal para casarse, mas debería de tener una condición: ser perfecta. Frustrado en tal sentido, decidió por no casarse y dedicar su tiempo a esculpir deliciosas figuras de mujer para compensar la ausencia de una auténtica. Una de éstas era tan hermosa que Pigmalión llegó a enamorarse de ella.
Mas gracias a la intervención de Afrodita, la diosa del Amor, Pigmalión tuvo un sueño en el que Galatea cobraba vida. En la obra de Ovidio, Las Metamorfosis, se relata de esta forma, tan hermoso mito: 

"Pigmalión se dirigió a la estatua y, al tocarla, le pareció que estaba caliente, que el marfil se ablandaba y que, deponiendo su dureza, cedía a los dedos suavemente, como la cera del monte Himeto que se ablanda a los rayos del Sol y se deja manejar con los dedos, tomando varias figuras y haciéndose mas dócil y banda con el manejo. Al verlo, Pigmalión se llena de un gran gozo mezclado de temor, creyendo que se engañaba. Volvió a tocar la estatua otra vez y se cercioró de que era un cuerpo flexible y que las venas daban pulsaciones al explorarlas con los dedos".

Cuando despertó, Pigmalión se encontró con Afrodita, quien conmovida por el deseo del rey, le dijo. "mereces la  felicidad, una felicidad que tú mismo has plasmado. Aquí tienes a la reina que has buscado. Ámala y defiéndela del mal". Y así fue como Galatea se convirtió en humana.



Ernest Normand

Rodin desarrolló esta idea para este grupo escultórico en los trabajos que previamente estaba llevando a cabo en "Las puertas del infierno", de la cual surgió otra obra, la magnífica escultura "El Pensador", sin duda, una de las mas conocidas de nuestro protagonista de hoy.
El banquero berlinés Felix Koenings visitó una retrospectiva de Rodin en un viaje que realizó a Paris con Max Klinger y fue allí donde encontró el yeso original de "El hombre y su pensamiento". Encargó mas de media docena de obras al maestro Rodin, sin embargo, solo esta obra en mármol ha llegado a la Nationalgalerie (Berlín).

La vigencia de la obra de Rodin no solo se encuentra en la validez de su formación académica en las Bellas Artes, sino que no lleva a universos puramente plásticos, como el uso de la serie (consistente en utilizar varias veces la misma imagen en diferentes contextos, formatos y tamaños), el collage (lo que conocemos como unión y separación de distintas piezas para generar con ellas imágenes nuevas), la importancia del soporte de la obra -pues hasta entonces se utilizaba como tal un pedestal altísimo que separaba al público de la obra-, y que fue eliminado por Rodin, al considerarlo demasiado elitista, y por último, el empleo de la anatomía humana como una forma de expresión de su espiritualidad.
Rodin encontró influencias para su obra, sin duda, en Miguel Angel, y en la poco conocida obra de Dègas.

  

"Yo no inventé nada, redescubro"
(AUGUSTE RODIN)

BUEN DIA A TODOS

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