Hoy vamos a dar paso a un pintor, grabador y escritor español, con el que nos soprenderemos sobre su visión de una España "negra", lo que nos lleva a considerarle un exponente un tanto peculiar de lo que es el expresionismo : JOSÉ GUTIERREZ SOLANA.
Nacido en Madrid, el 28 de febrero de 1886, falleció en esta misma ciudad el 24 de junio de 1945, y desde joven manifestó un especial talento para la pintura, por lo que sin terminar el bachillerato, se inició en el dibujo con su tio, José Diaz Palma, que a la sazón, era catedrático de dibujo en Salamanca.
Con tan solo catorce años ingresó en la Real Academia de San Fernando, entre los años 1900 a 1904 y en 1906 obtuvo una mención honorífica en la Exposición Nacional de Bellas Artes.
El boxeador
Cabezas y Caretas
Sus años de juventud los alterna entre Santander y Madrid, toda vez que sus padres se habían instalado en Cantabría, y son mas que frecuentes sus viajes a distintas zonas del territorio español: Castilla, Aragón y Andalucía, entre otras, y cuyos itinerarios le sirvieron para tomar bocetos y apuntes de todo cuanto acontecía a su alrededor. Toda vez que la economía de sus padres era saneada, se pudo permitir tomar clases de canto y gustar del cine y de los toros, a los que acudía con frecuencia, participando de forma activa en éstos últimos, pues fue peón de la cuadrilla del torero al que llamaban "Bombé".
El osario
Escenas de máscaras
Carnaval
En 1917 se decide por regresar a Madrid, y es entonces cuando empieza a asistir a bailes, a visitar el Museo del Prado, y sobre todo, a frecuentar las tertulias del Nuevo Café de Levante, donde llega a coincidir con personalidades como Ramón María del Valle-Inclán, Ricardo Baroja, Julio Romero de Torres e Ignacio Zuloaga, y también a las famosas tertulias del café de Pombo, del que destaca la presencia de Ramón Gómez de la Serna. Será en este último donde conocerá a múltiples intelectuales y artistas, pintores, escritores, como Francisco Iturrino, Manuel Abril, José Bergamín y muchos otros.
La comparsa
La mascarada y los doctores
Fue precisamente en una de esas tertulias donde José Gutierrez Solana retrató a parte de la Generación del 98 -su conocida obra La Tertulia del Pombo-.
Es pues, a partir de este momento, cuando José Gutierrez Solana empieza a desarrollar su mas que particular estilo, para nada académico y alejado de las vanguardias. Abunda su interés por los temas de tono costumbrista, y en especial, intenta representar en su obra la vida callejera de Madrid.
La reunión de la botica
Las coristas
De ello nos da un justo reflejo sus obras El ciego de los romances, Los payasos, Los traperos, El rastro o Carnaval.
Su pintura se caracteriza por una notable originalidad, pero en la que vemos influencias de distintos pintores españoles, entre ellos Goya, Zurbarán, Ribera, el Velázquez de su primera etapa, y sobre todo, Brueghel el Viejo.
Es la suya una paleta de gran solidez, marcada por la pastosidad, sirviéndose de trazos negros y colores pardos y ocres. Precisamente la solidez de su paleta es la que proporciona a su obra un gran estructura en la composición.
Los traperos
Semana Santa-10
La cupletista
Nos encontramos con la personalidad de un hombre, un artista de carácter adusto, y en cierta forma torturado (al parecer, vivió unos sucesos trágicos en su infancia que le marcaron profundamente).
Es así que abundan en su pintura personajes del pueblo y de los bajos fondos, por medio de los que Gutierrez Solana se sirve para ofrecernos su visión de la condición humana; no en vano, se le considera el introductor del movimiento expresionista en España.
La murga gaditana 1
La murga gaditana 2
Es su vida la que se ve representada en su obra, y en tres aspectos o vertientes diferentes: los temas que guardan especial relación con los tipos y la gente de la calle, así como las fiestas populares, los relacionados con la costumbres de la España negra, y, por último, los retratos, de todo tipo de personalidades.
Y es que la España negra es un tema mas que recurrente en su producción, por lo que es genenroso en retratar las tabernas, los prostíbulos, los comedores de pobres, las procesiones, carnavales, ejecuciones....En resumen, recoge tanto la vida como la muerte.
La procesión de la muerte
La visita del obispo
Con el tiempo sus lienzos van aumentando en tamaño, a la vez que el color roza una mayor armonía por lo que se aclaran, consiguiendo un efecto que le sitúa en su madurez pictórica.
No obstante, la popularidad, entre los intelectuales y artistas de su época, y a los que frecuentaba en las tertulias, José Gutierrez Solana no fue acogido por la crítica de forma acertada hasta el año 1929, cuando recibió la Medalla de la Exposición Universal de Barcelona. Y ello pese a que, un año antes, había sido invitado por el escritor Edgar Neville a visitar Paris, donde residió durante la guerra civil y su obra fue alabada, en gran parte.
La obra de José Gutierrez Solana parte de la base del profundo conocimiento que tenía de España y sus gentes, de sus paisajes y costumbres. Baste decir que vivió y conoció de las generaciones del 98, del 14, y del 27.
No obstante, la personalidad y la obra de Gutierrez Solana nos descubren a un hombre solitario, y hace de la situación social de España una crítica extrema. Su obra nos habla de lo que es la realidad mas cruda de nuestro pais, España, que recorrió personalmente y que retrató en sus cuadros y en sus escritos.
No solo es de destacar la obra pictórica, sino también la obra literaria, baste decir que fue Camilo José Cela, quien le dedicó su discurso académico.
Entre sus libros destacan los de viajes, siendo los mas importantes Madrid: escenas y costumbres, (1913 y 1918, dos volúmenes), La España negra, (1920), Madrid callejero, (1923), y Dos Pueblos de Castilla (1925). También escribió una novela, Florencio Cornejo, (1926).
Sus escritos vienen a corroborar la visión costumbrista y hasta cierto punto, esperpéntica, de la España de principios del siglo XX.
Máscaras con pieles
La obra de José Gutierrez Solana podemos admirarla en diferentes museos, como el Museo Reina Sofia y el Museo Carmen Thyssen Málaga, en el que destaca una de sus obras, Coristas (1927), cuyo protagonismo es la prostitución.
Payasos
Women of life
Si bien como pintor no tuvo discípulos ni seguidores a lo que es su temática y su técnica, si que fue una personalidad que despertó la admiración, no solo en vida, entre sus amigos, coleccionistas, pintores y escritos, sino después de su muerto.
Hagámosle, pues, un merecido tributo.
Hagámosle, pues, un merecido tributo.
La tertulia del café Pombo
BUEN DÍA A TODOS
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Fuentes: Wikipedia.
Artículo sobre Exposición Museo Reina Sofia.
Biografias y vidas.
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