domingo, 2 de mayo de 2021

SANDRO BOTTICELLI.- LA CALUMNIA DE APELES.



SANDRO BOTTICELLI fue todo un humanista florentino, un pintor que puede ser considerado como inquieto, e incluso marginal, si bien su obra nos acerca hacia el cultivo de un ideal poético, en el que participa lo sabio y lo profano. Su línea es pura belleza, tan enérgica como brillante.

Su presencia en este espacio de hoy la ocupa una de sus obras LA CALUMNIA DE APELES, datada entre los años 1496-1497, y de la que podemos disfrutar en la conocida Galería degli Uffizi, en su Florencia natal.




Entre las obras de Botticelli destacan retratos, grandes composiciones profanas, mitológicas, e incluso extraídas de textos históricos y literarios. Sus colores claros y delicados cuando son mezclados con tintes ricos aportan una singular intensidad lírica, si bien ese color, en lugar de disponerse en forma de mancha, Botticelli lo emplea alineando trazos paralelos, de pequeño grosor, para lo que se sirve de la punta de un pincel suave y fino; esta técnica obedece al nombre de "tratteggio", de la que el maestro florentino es uno de sus máximos exponentes.




En LA CALUMNIA DE APELES se trata una escena alegórica en un ambiente con un fondo arquitectónico clásico, en el que se contienen alusiones mitológicas y también del Antiguo Testamento. Sus dimensiones son 62 x 91 cm. y está realizada en témpera sobre madera, y viene a hacer referencia a un suceso real que narra lo que ocurrió al pintor griego Apeles, que fue calumniado y fue enviado a prisión.





Es una obra verdaderamente grandiosa, representativa de lo que es el Renacimiento Italiano, y en la que Botticelli nos muestra un numeroso grupo de personajes situados dentro de un palacete renacentista, destacando la arquería situada al fondo.




En la zona izquierda del cuadro figura una mujer desnuda, cubriendo su sexo con una mano que, a su vez, recoge su largo pelo rojizo; con la otra mano, la izquierda, señala el cielo, implorando la justicia de los dioses. Esta imagen nos recuerda al Nacimiento de Venus y representa a LA VERDAD. A su lado, se encuentra la figura de una anciana que mira a la verdad, y es LA COMPUNCIÓN, vestida con ropajes oscuros, dirigiendo su mirada hacia LA VERDAD.





En el grupo central observamos cuatro personajes: un joven que es arrastrado por el suelo: LA VÍCTIMA, despojada de sus ropas y con sus manos en actitud implorante; es arrastrada por LA CALUMNIA, por medio de los cabellos, llevando en la otra mano una antorcha encendida, cuyo humo se extiende y señala al mundo la imagen de LA VÍCTIMA; dos mujeres jóvenes se esmeran en trenzar el pelo de LA CALUMNIA y no son otras que LA IMPOSTURA y LA PERFIDIA, unidas a la primera y que entre todas ellas destrozan a LA VÍCTIMA. La figura masculina que aparece en el cuadro representa al ODIO, quien dirige su mirada directamente al REY; curiosamente, el personaje de EL REY aparece con orejas de burro, eso sí, sentado sobre su particular trono, atendiendo los cuchicheos de LA IGNORANCIA y LA SOSPECHA.


En este magnífico y espectacular grupo de personajes, BOTTICELLI nos ofrece lo mejor de sí mismo como artista y como conocedor de las debilidades y maldades humanas; es realmente asombroso el trabajo de Botticelli por lo que respecta a la sensación de movimiento, así como todos y cada uno de los detalles que nos traen a la mente referencias de la Antigüedad y que se reflejan en la arquitectura del escenario en el que se desarrolla la escena, donde se representan arcos de medio punto y entre ellos hay unas hornacinas en cuyo interior se sitúan unas esculturas a modo de representación de personajes cristianos y grecorromanos, reflejo excepcional del estilo puramente Renacentista.



Una espectacular puesta en escena mediante una obra pictórica y que relata las circunstancias de la acusación que, por envidia, llevó a cabo el pintor griego Antifilos a Apeles, pues se le acusó de organizar una revuelta contra el rey egipcio Ptolomeo IV, lo que le llevó a ser condenado y encarcelado, si bien fue exculpado cuando el verdadero líder de la revuelta demostró la inocencia de Apeles; ello trajo como consecuencia el hecho de que Apeles fuera rehabilitado por el rey y que a su acusador Antifilos le convirtiera en su esclavo.



Maravillosa historia, hasta qué punto ficción, más todo vale en función de la espectacular pintura que nos legó SANDRO BOTTICELLI.






Fuentes:
https://historia-arte.com
https://www.ecured.cu

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