Rafael Gustavino Moreno
El mundo del Arte nos ofrece la posibilidad de conocer historias sorprendentes, personalidades que en nuestro país no han gozado de merecida popularidad, en función de su trabajo, como es el caso de nuestro protagonista de hoy, RAFAEL GUASTAVINO MORENO, arquitecto valenciano que, gracias a la exposición que tiene lugar en un marco incomparable, el Museo de la Ciudad de Nueva York, entre los dias 26 de marzo al 7 de septiembre de 2014, nos permite acercarnos su obra en la Gran Manzana, la ciudad de los rascacielos, a la que llegó un día, con tan sólo 40 dólares en el bolsillo.
Y es llegado el momento que la ciudad de Nueva York, con una gran retrospectiva que gira bajo la denominación de "Palacios para el pueblo. Guastavino y los fabulosos espacios públicos de América", nos ofrece la ocasión de conocer a este arquitecto valenciano.
Céntremosnos un poco mas en la personalidad de este gran arquitecto, empezando, evidentemente, por sus orígenes, italianos, precisamente. Rafael Guastavino estudió arquitectura en Barcelona y enseguida puso en marcha sus conocimientos, pero las deudas hicieron que tuviera que emigrar a Estados Unidos junto con su hijo, Rafael, con apenas 8 años, que continuó la obra arquitectónica de su padre.
Este hombre llegó a la Gran Manzana sin apenas conocimientos de inglés y sin recursos económicos, pero tuvo la genial idea de llevar al otro lado del Atlántico la estructura de la tradicional bóveda catalana, hecha a base de ladrillo y cemento, lo cual fue todo un éxito, pues por entonces, un hecho luctuoso había sembrado el terror entre los estadounidenses, el gran incendio que en 1871 arrasó la ciudad de Chicago, por lo que todas las inquietudes del mundo de la arquitectura se centraba en buscar una construcción a prueba de fuego. Guastavino era consciente de que la bóveda catalana, que se empleaba en las construcciones propias de los paises mediterráneos, no sólo resistía las llamas, sino que además, resultaba muy válida desde el punto de vista estético.
Guastavino sobre las Bovedas de la
Biblioteca Pública de Boston
Bóveda catalana
Fue tal el éxito del ideario de nuestro arquitecto valenciano que en tan sólo dos años fundó una empresa de su propiedad, la Guastavino Fireproof Construcción Company, la cual tuvo muchísimos encargos, tales como la Biblioteca Pública de Boston, y la sede de la Corte Suprema de EE.UU. en Washington.
Sede Corte Suprema EE.UU.
Biblioteca pública de Boston
La espléndida contribución a la arquitectura norteamericana por parte tanto de Rafael Guastavino padre, como Rafael Guastavino Expósito, hijo, ha sido reconocida antes fuera de nuestras fronteras que en su propio pais. Su legado es importantísimo, y podemos resumirlo con estas palabras:
"El sistema que Guastavino patentó en los Estados Unidos en 1885 se conocía en España como bóveda de ladrillo de plano, bóveda catalana o bóveda tabicada. Este sistema le permite la construcción de bóvedas resistentes que era, a la vez, ligeras y sólidas, incombustibles y atractivas, con diseños decorativos. La técnica consiste en la colocación sucesiva de varias capas de ladrillos, unas por encima de las otras. Los ladrillos de las diferentes capas se colocan por la cara de mayor superficie orientada hacia el espacio a cubrir y cuando se concluye una capa, mediante mortero se coloca la siguiente con cierto esviaje respecto de la anterior, de manera que sus uniones no coincidan y así la estructura tenga una mayor resistencia. En contraste con otros tipos de bóvedas, que requerían materiales adicionales y demasiado tiempo, el sistema Guastavino era excepcionalmente económico y altamente flexible. En pocos años, la técnica de Guastavino había transformado el ambiente arquitectónico estadounidense".
Catedral Saint John Divine (N.York)
Bóvedas estilo catalán
Primera Línea del metro de N.York,
conocida como la "Catedral Subterránea".
No cabe la menor duda de que la exposición "Palaces for the People: Guastavino and the Art of Structural Tile" nos ofrece una magnifica historia: la de la fuerza del trabajo de este inmigrante español Rafael Guastavino (1842-1908), así como de la empresa familiar que siguió su tradición. Es la historia de toda una vida marcada por el amor a la arquitectura y el sello tan particular de este arquitecto español que cruzó el Atlántico con "40 dólares en sus bolsillos".
Su hijo Rafael Guastavino Expósito (1872-1950) supo continuar con el magnífico legado de su padre.
Un reconocimiento importantísimo a una obra transcendental para el mundo de la cultura.
"La arquitectura es el arte de organizar el espacio"
AUGUSTE PERRET
BUEN DIA, MEJORES PERSPECTIVAS
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