Todo buen conocimiento de la Historia y de los hechos que han contribuido a que ésta sea conocida y reconocida en sus justos términos pasa por el más que sencillo, aunque para algunos pueda resultar un tanto tedioso, método de analizar los comportamientos de sus líderes, de las personas que marcaron los destinos de decenas de países y que llevaron al caos y a la muerte a millones de ciudadanos, en su afán de imponer su criterio.
Uno de estos personajes cuya tiranía le llevó al delirio más absoluto fue Nicolae Ceausescu, un amante del lujo, al igual que su esposa, si bien el pueblo debía mantener la consigna de la "austeridad".
Rumania ha sido siempre un estado enmarcado dentro de un escenario político, si bien las características de su población, su lengua, su cultura, la hizo saberse diferente, circunstancia que los rumanos defienden con sumo orgullo. Es más, después del conflicto que desembocó en la guerra fría, Rumania participaba de los principios comunistas de Moscú, si bien entre sus dirigentes y el pueblo ya se vislumbraba una cierta rebeldía en la forma de entender el ideario impuesto desde Rusia. Y fue precisamente, su "líder" histórico Nicolae Ceausescu, el Conducator (conductor), quien vino a marcar las claves de la que sería la singularidad rumana dentro de la antedicha órbita comunista. Esta particularidad también tuvo como consecuencia el que fuera el último país, después de Polonia, en librarse de una dictadura comunista. Ello le llevó a ser el último de los países en el que los cimientos de una democracia tardaron más en hacerse reales, conllevando un mayor número de víctimas y horror.
Nicolae Ceausescu
La vida, la política, la historia de la Rumania de Ceausescu estuvo siempre unida a la de su esposa, Elena, la que vivió junto al líder su etapa de grandes lujos (en tanto la población moría de hambre), y la que compartíó un mismo paredón: el del fusilamiento.
Elena Ceausescu
Nicolae Ceausescu nació en Scomicesti, en 1918, iniciándose como aprendiz de zapatero, más su ambición le llevó en poco tiempo a escalar popularidad en el Partido Comunista, al que se afilió con sólo 15 años.
Determinante para su posterior trayectoria fue el hecho de que en 1943 compartió celda en un campo de concentración con Gheorghe Gheorguiu-Dej, futuro presidente de la república, quien le convirtió en su protegido.
En 1947 y con el partido comunista en el poder, Ceausescu empezó a ostentar diferentes cargos en lo que era la estructura de poder político del país, de tal forma que en poco tiempo llegó a presidir los dos máximos organismos de gobierno, el Consejo de Defensa y el Consejo de Estado.
La pareja, en sus últimos tiempos
En toda decisión de Ceausescu era crucial la opinión de su mujer Elena, una joven a la que conoció cuando fue elegida "reina" de las fiestas de su pueblo, y la que le ayudó hasta alcanzar su meta final ser jefe del Estado, hasta el punto de que en 1974 y para él se creó el cargo de presidente de la República. Ello no implicó, en absoluto, la renuncia a otros cargos, sino que le sirvió a Nicolae Ceausescu para tener el poder absoluto de todo un país, manteniendo no como primera dama, sino como segunda figura del sistema implantado a Elena, quien se ocupó de falsear su propia biografía, en la que se calificaba a sí misma como científica. Y no sólo llegó a eso, sino que incluso adornó la misma con numerosos premios y condecoraciones, reconocimientos variados de países extranjeros, por supuesto, todo falso, inventado o comprado.
Con Isabel II de Inglaterra
Con el presidente chino
Entre Nicolae y Elena construyeron un país, de la misma forma que cualquier otra pareja construye una familia, aplicando sus propias normas, dentro de lo que son las teorías comunistas, pero mucho más duras.
Sin embargo, ese particular deseo de Ceausescu de manejar a Rumania a su manera empezó a inquietar a Moscú, que gustaba de tener a todos sus países satélites controlados y por supuesto, para nada podía ceder en el sentido de otorgar a Rumania una independencia que podrían querer otros de la misma zona de influencia.
Más para Ceausescu su país era eso, suyo, y cuando las tropas soviéticas invadieron Checoslovaquia, en 1968, recordemos la conocida Primavera de Praga, Nicolae Ceausescu hizo crítica de la actuación soviética.
Consecuencia de todo ello fue que la URSS empezó a preparar una ofensiva contra Ceausescu, máxime cuando éste último abrió una vía de comunicación con el bloque de occidente, algo que fue valorado positivamente en EE.UU.
La Rumania de Ceausescu hacía juegos malabares para mantener una especie de entente cordiale con ambos bandos, teniendo en cuenta que durante la guerra fría necesitaba del apoyo de países no sólo europeos, sino también latinoamericanos.
Este peculiar aperturismo fue visto con buenos ojos con importantes representantes del la órbita política occidental, entre ellos, el presidente de los EE.UU. Jimmy Carter, o el francés De Gaulle.
Pese a ello "El Conducator" mantenía su férrea política comunista en su régimen interno de gobierno, acompañado siempre por su esposa, Elena.
Más la obsesión/ambición de Nicolae Ceausescu pasaba por saberse imprescindible para ambos bandos, y uno de los episodios más famoso fue la visita del presidente Nixon a Bucarest, en 1969, para lo que fue necesario un gasto que un país pobre no podía permitirse y menos, la población que vivía en la mayor de las carencias. Después de esta visita, otra más, esta vez la que "El Conducator" realizó a la reina Isabel II de Inglaterra, en Londres, le convirtieron en una figura carismática, abierta a la imagen pública, frente al férreo silencio de la política marcada por la U.R.S.S.
Y para terminar con su periplo de viajes de conciliación nada menos que a China, en 1971, justamente cuando las relaciones entre Pekín y Moscú eran más que difíciles.
Todo ello concienciaron al propio Ceausescu en la importancia de su persona, en el significado de su figura histórica para Rumania, por lo que era mencionado con calificativos, algunos ridículos, como "Campeón de la paz" o "Héroe del trabajo social".
Con Dolores Ibárruri
Con Santiago Carrillo
En 1979, el matrimonio Ceausescu visitó oficialmente España, siendo recibidos por los reyes Juan Carlos I y Sofía, contribuyendo todo ello al falso "halo aperturista" en la política de Rumania, lo que contrastaba con la dureza de su política interna, en la que mandaba y mucho su esposa.
Diferentes imágenes residencia Ceausescu
A todo ello se empezó a unir la vida licenciosa de los hijos de la pareja, si bien ninguna crítica era admitida ni difundida sobre todo lo relacionado con la familia.
Sus imposiciones no sólo se limitaban, para el pueblo, a la política, sino que también se inmiscuían en terrenos como la religión o la familia, los practicantes de cualquier credo, incluida la religión ortodoxa empezaron a no ser bien vistos y desde el poder se alentaba a que el papel fundamental de las rumanas era el de tener hijos, dando a luz nuevos miembros para el partido, por lo que los anticonceptivos debían rechazarse.
Los orfanatos rumanos
Hechos tan decisivos para la Historia de la humanidad como la llegada de Mijaíl Gorbachov al poder, así como la caída del muro de Berlín, no fueron más que meros avisos de que los regímenes comunistas impuestos desde Moscú estaban del todo obsoletos.
Más esto no parecía influir para nada en Ceausescu y en su esposa, Elena, que mantenían su vida de lujos y despilfarros, calculándose que llegaron a tener en bancos extranjeros la suma de mil millones de dólares, en tanto la pobreza se disparaba en Rumanía.
Con la detención en diciembre de 1989, por parte de la policía política del pastor luterano Lazlo Tokés, la ira popular ya no pudo reprimirse, y trajo como consecuencia una represión aún más fuerte si cabe.
Entretanto, Ceausescu y Elena estaban de viaje en Irán, y una vez de regreso en Bucarest, intentó la convocatoria de una manifestación a fin de mostrar su fuerza, pero ya pocos eran los que estaban por la labor de aplaudir a un individuo cruel y que había llevado a todo un país a la más absoluta de las miserias.
La tensión social era ya del todo visible y el temor del matrimonio Ceausescu les llevó a ser evacuados en helicóptero, en tanto los militares, constituidos en un Frente de Salvación Nacional, tomaron el control de la situación.
Los enfrentamientos entre partidarios de unos y otros arrojaron cifras que alcanzaron en número 80.000 víctimas.
La huida de Nicolae y Elena en helicóptero se vio frustrada cuando el piloto recibió la orden de tomar tierra en una base militar y ambos fueron detenidos.
El cuartel de Targavise fue escenario de un juicio sumarísimo y sin posibilidad de defensa alguna, condenándose a ambos a muerte.
Fueron acusados de provocar hambruna entre la población, de represión de todo un pueblo, de evasión de capitales, y todo lo que, sobre la marcha, se les ocurrió a los que estaban dispuestos de una vez por todas a acabar con la tiranía impuesta.
Ni siquiera se esperó a que se cumpliera el plazo para presentar las consiguientes alegaciones, pues en menos de diez días, Nicolae y Elena, atados de manos, en pleno día de Navidad, fueron fusilados, de espaldas, por un pelotón.
Nicolae falleció en el acto, Elena sobrevivió durante unos minutos y hubo que rematarla. Sus cuerpos fueron enterrados en un lugar secreto a fin de impedir todo tipo de manifestaciones o ataques, y después de varios años, fueron exhumados y su identidad confirmada.
La historia de Rumania pasa por el triste periodo de gobierno de un déspota como Ceausescu que, como viene a ocurrir en innumerables ocasiones, hace práctica de políticas que se dicen comunistas para con el pueblo, en tanto ellos sus "líderes" se permiten todo tipo de dispendios y por supuesto, ya nadie duda del enriquecimiento personal de estos personajes que son meros monstruos; eso sí, siempre un monstruo necesita de ayuda, y quien ayuda suele permanecer en la sombra, evitando así la caída y la muerte segura de su protegido.
Y es así como todo tipo de regímenes totalitarios y no tanto, se mantienen y caen cuando quiénes, en puridad, los permiten, consienten y sustentan estiman conveniente o rentable, porque la cara visible del poder es siempre una MARIONETA.
(Sólo algunos vemos los hilos)
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Fuentes:
wikipedia.
Historia y Vida.
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