Ni siquiera en sueños concebí
que esos dedos tuyos,
marcarían un antes y un después.
Dedos largos, finos, suaves,
tacto de una realidad,
que devino fiel.
Empezaron con un simple roce,
y siguieron piel sobre piel.
Deslizábanse por mi cuerpo,
uno a uno, dos o tres,
solo supe que nunca llegaría
a contarlos todos,
si lo fueran a la vez.
Sublime esencia
la que, momento a momento
mi piel absorbía
cual abeja su miel.
Entretanto, el dulce acto,
al compás, de un no se qué.
Tú, que acertabas
a tocar esa melodía,
por la que gocé
hasta tal punto,
del placer.
Dedos separando
la línea del tiempo,
esencia de mi vida,
por tus dedos,
se dejó tejer.
Y yo que de ti nunca habría sabido...mujer....
rosa freyre del hoyo.-
Las dos amigas
(Henri Toulouse-Lautrec)
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