miércoles, 23 de marzo de 2016

EDITH WHARTON: EL PRIVILEGIO DE LA INTELIGENCIA.




Buen día.
Nos deleitamos, una vez más, participando del arte que nos hace saber de historias, conocer hechos, y soñar mundos, la LITERATURA, y para ello qué mejor maestra, en este caso, que una mujer excepcional, la escritora y diseñadora estadounidense EDITH WHARTON, nacida en Nueva York, el 24 de enero de 1862, y fallecida en Saint -Brice-sous-Fôret, Francia, el 11 de agosto de 1937.
Fue la suya una familia de posición mas que acomodada, que le permitió tener una educación privada. 





Su estilo literario, y característica fundamental de muchas de sus novelas es el recurso de la ironía, a lo que le llevó el hecho de haber nacido y crecido entre la clase alta, a la que criticó y atacó de forma sutil y astuta; en definitiva, sus dos obras fundamentales, La casa de la alegría o La edad de la inocencia nos hacen una perfecta disección de lo que es la estrechez y la ignorancia de esa sociedad.





Mas, antes de conocer su obra y su estilo literario, unos cuantos datos biográficos que nos situen a EDITH WHARTON en su tiempo, aunque ella fue siempre y así lo demostró una mujer adelantada al que le tocó vivir.

Con tan solo 23 años, contrajo matrimonio con Edward Robbins Wharton, que era doce años mayor, si bien las continuas infidelidades por parte de éste, llevaron al matrimonio al divorcio, en 1913, algo que afectó mentalmente  a Edith, pues tuvo que ser ingresada en un sanatorio. Pese a ello, y durante los últimos tiempos de su malogrado matrimonio Edith Wharton mantuvo relaciones con el periodista William Morton Fullerton, que trabajaba en The Times, y que al igual que Edith era bisexual (fueron conocidas sus relaciones con la cantante de ópera Camila Chabbert, así como con la poetisa Mercedes de Acosta.




Edith Wharton escribió un gran número de novelas, libros de viajes, relatos, entre ellos, destacan los llamados relatos fantasmales, e incluso poemas. 

Si bien en 1902 publicó una novela, de carácter histórico, El Valle de la decisión, al año siguiente publicaría Santuario;  fue su novela publicada tres años mas tarde, bajo el título La casa de la alegría, considerada como una obra de madurez de esta escritora, en la que ironiza, con su habitual estilo, sobre la sociedad aristocrática entre la que nació y vivió su adolescencia y juventud. Y fue, precisamente, su amigo Henry James quien mas animó a Edith Wharton a escribir, tomando como referencia, desde sus propias vivencias, a problemas matrimoniales, el reto moral del adulterio, la ilegitimidad de los hijos, la pasión que nunca se expresa, la pulsión erótica que nunca alcanza su objetivo, la destrucción del tiempo del amor y de los amantes....No cabe la menor duda de que Henry James vio en Edith Wharton su "alter ego", tanto por su talento, como por la forma de plantear los temas de sus obras en los que existe un punto en el que conecta el cambio social y la vida individual.

Con su gran amigo, Henry James




En el año 1907, Edith Wharton se traslada a Francia, donde se establece definitivamente, primero, en París, y después, a partir de 1919, en sendas casas de campo en la misma Francia.

De este periodo de tiempo data su novela corta Ethan Frome, en la que el tema es el amor desgraciado entre sendas personas, si bien la novela fue muy bien acogida por la crítica. 



Durante el periodo que abarca la Primera Guerra Mundial, Edith Wharton mantuvo una presencia mas que activa, pues consiguió los permisos necesarios para poder viajar a las líneas del frente, y gracias a ello su experiencia la plasmó en una  serie de artículos que se recopilarían en el ensayo que publicó bajo el nombre de  Fighting France: From Dunkerque to Belfort (1915).

Imagen en la Francia combatiente

Su labor también participó de lo que fue la actividad que la Cruz Roja llevaba a cabo con los refugiados por lo que el gobierno francés le concedió la Legión de Honor, una labor que se extendió a la ayuda a mujeres sin trabajo, aportando su ayuda en hospitales, y que culminó con la fundación de los denominados "American Hostels" para ayudar a los refugiados belgas. Ello le sirvió de experiencia para publicar, en 1916, el titulado El libro de los sin techo, que era una recopilación de escritos, ilustraciones e incluso partituras de grandes personalidades.



Una vez finalizada la guerra se trasladó a EE.UU., país que supo reconocer no solo el talento literario de esta mujer, sino también su gran valor humano. Tanto es así que fue miembro de la Academia Americana de las Artes y las Letras (1926) y del Instituto Nacional de las Artes y las Letras. En 1924, recibió del gobierno de los EE.UU. la Medalla de oro de éste, siendo la primera mujer que recibió tal reconocimiento.



Su obra mas conocida, a nivel de público, fue sin lugar a dudas La edad de la inocencia (The Age of Innocence), gracias a la que consiguió el Premio Pulitzer en 1921.
La personalidad de Edith Wharton escapa y mucho de su labor literaria, pues era presencia habitual, amiga y confidente de diferentes intelectuales con los que coincidiría en su trayectoria vital, entre ellos, Henry James, por supuesto, Francis S. Fitzgerald, Jean Cocteau, y Ernest Hemingway; es mas, contó también con la amistad del presidente Theodore Rooselvet.



Y un hecho singular de esta nuestra protagonista de hoy es que fue muy admirada como paisajista y asesora de estilo, en definitiva, lo que viene a ser decoradora, todo lo cual se recoge en un libro que trata de ese tema, La decoración de casa (The Decoration of Houses) y Villas Italianas (Italian Villas). Es mas, su finca particular, The Mount, también diseñada y decorada por la propia escritora.



La muerte sorprendió a Edith Wharton en tanto estaba trabajando en la que sería la última de sus novelas Las bucaneras ( The Buccaneers), si bien fue completada por Marion Mainwaring, siguiendo las anotaciones que dejó escritas su autora. Hasta 1993 esta novela no sería publicada de forma definitiva.



Calificativos como realista, naturalista, e incluso sentimentalista pueden servirnos para enmarcar la obra de Wharton, eso sí, su obra conoció de dos mundos bien diferentes EE.UU. y Europa, y  de dos siglos XIX y XX.
No nos cabe la menor duda que Edith Wharton fue una mujer que puede definirse como moderna, por lo que respecta a los posicionamientos y actitudes de la mujer en su época, en tanto, desde el punto de vista literario sus obras son una mas que genial muestra del estudio psicológico en el retrato de sus personajes, y sobre todo en que vieran la luz situaciones y comportamientos que la sociedad consideraba inadecuados; en definitiva, una mujer que supo provocar mediante su obra literaria, una provocación exquisita y llena de ironía.



Hasta su muerte, continuó escribiendo y solo su fallecimiento en Saint-Brice-sous-Forêt, en la región de Île-de-France, cerca de París puso punto y final a una vida dedicada a mostrar al mundo, el mundo tal y como es, con su total estrechez de pensamiento y la ignorancia de la que hace gala.



BUEN DÍA A TODOS

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Directorio Hispano de las Artes

Fuentes: Wikipedia.
Breve Historia del leer.
Impedimenta.



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