viernes, 3 de junio de 2016

LA ESCALERA DEL DIVINO ASCENSO (ARTISTA DESCONOCIDO).



Juan Climaco, autor del tratado

Buen día.
Hoy nos vamos a decantar por interpretar una obra bizantina, a la que se da por supuesto un uso destinado a la meditación espiritual, y que es un tratado homónimo escrito en la primera mitad del siglo VII, por un monje cristiano del que sabemos que llegó a ser abad del Sacro Monasterio de Santa Catalina, en el Monte Sinaí (Egipto), y que responde al nombre de Juan Climaco (klimakos viene a significar "de la escalera").

Realizada en témpera y pan de oro sobre madera
41x29,5 cm

Y su historia nos lleva a un sueño, el de Jacob, del que nos da cuenta el Génesis. 
Pues bien, en este sueño Jacob tiene la visión de una escalera que une la tierra con el cielo, y por la que los ángeles ascienden y descienden.
La obra nos ofrece la oportunidad de conocer, mediante imágenes, el significado del texto escrito por Climaco: la escalera de treinta peldaños viene a corresponderse con las que se consideran como treinta fases de la evolución espiritual que el monje nos describió.
Si nos detenemos en una primera visión, podremos observar como la escalera dibuja una línea diagonal que atraviesa el centro del icono, y que lo divide en partes iguales. 


Al mirar tanto arriba como abajo de la escalera descubrimos cómo los monjes suben, guiados por San Juan, lo que nos lleva a entrar en el mundo de lo que es el concepto del cielo y del infierno, de quienes se salvan y quienes se condenan, todo ello, evidentemente, consecuencia de la virtud o el pecado. 
Al final de la escalera, les espera Cristo, mas no obstante, el ascenso es sencillo, pues son muchos los demonios que acechan y consiguen arrojar a los infiernos a todos aquéllos que no tienen su fe consolidada. 



Nos podemos detener en determinados elementos del icono, como por ejemplo, el grupo de ángeles que aparecen en el extremo superior izquierdo, todos ellos rezan para que los monjes consigan entrar en el reino de gracia.
Las dos primeras figuras que se dibujan al final de la escalera, dan por hecho que han alcanzado completar su viaje espiritual con éxito; el que viste de negro es Juan Climaco, seguido por el obispo Antonios.
La imagen de Cristo que aparece dibujada en el extremo superior derecho lo es en forma de saludo para todos aquéllos que se acercan al cielo, destacando el brillo de su túnica, que contrasta con la negritud de los demonios.
Son los demonios o sirvientes de Lucifer, en un total de nueve, que vienen representados a modo de figuras aladas, lanzando flechas a los monjes, a modo de tentación, para llevarles a los infiernos.
En el extremo inferior derecho observamos un grupo de monjes que, en tanto observan la escena, esperan su turno, con sus manos extendidas hacia aquéllos que ya han iniciado el ascenso.
Por último, en el centro de la escena, abajo, se sitúa la boca del infierno, donde vemos como algunos monjes son arrojados como consecuencia de haber caído en la tentación. 
Mas queda sin respuesta qué existe o habita en ese mundo inferior, quizás en el mensaje que espera el autor que interpretemos, la incógnita del castigo final.

Para quién desee verla personalmente se encuentra en el Sacro Monasterio de Santa Catalina, Sinaí, Egipto.

No cabe la menor duda que nos encontramos ante lo que siempre ha servido al ser humano como forma de encauzar su vida espiritual, una expresa y bellísima expresión de lo que es el camino de la vida, del goce y del castigo, circunstancia que en la Edad Media era mas que de recurrente uso, en una forma de hacer del miedo una medio de dominación del pensamiento y del hombre a través de sus actos.



BUEN DÍA A TODOS

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Directorio Hispano de las Artes

Fuentes: ARTE. Toda la historia.
Blume.

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