viernes, 10 de marzo de 2017

LALIBELA: LAS IGLESIAS TALLADAS BAJO TIERRA.

LALIBELA: Iglesia excavada en la roca

Buen día.

Todos aquellos que con mayor o menos asiduidad seguís las publicaciones de este blog, habréis podido comprobar que, de vez en cuando, pues me gusta ir de viaje, aunque lo sea sentada delante de la pantalla de mi portátil, pero ello no impide que la imaginación y la capacidad de asombro haga el resto, y me permita conocer lugares de los que hasta ese momento determinado no sabía de su existencia.




Tal es el caso de la ciudad monástica de LALIBELA, situada al norte de Etiopía, y considerada como la segunda ciudad santa del país, después de Aksum, convertida en un importante centro de peregrinación, y en la que la mayoría de la población pertenece a la iglesia ortodoxa etíope.




Lalibela está situada en el estado federado de Amhara, a 2.500 msnm.
Antigüamente fue conocida con el nombre de Roha, como capital de la llamada dinastía Zagüe, y su nombre por el que la conocemos actualmente se lo debemos al rey Gebra Maskal Lalibela (1172-1212), quien fue canonizado por la iglesia etíope, y que se planteó el hecho de construir una ciudad santa, a modo de nueva Jerusalém, en base a la toma de la Tierra Santa por los musulmanes.
En esta ciudad podemos disfrutar con las bellísimas construcciones, consideradas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en el año 1978, y que son iglesias talladas en la propia roca, entre la que destaca la llamada Beta Giorgios (La casa de San Jorge), cuya planta tiene forma de cruz griega y alcanza los quince metros de altura, eso sí, con la particularidad de que está tallada íntegramente dentro de la roca.






En este maravilloso conjunto arquitectónico, todo un milagro de lo que es la capacidad del ser humano de crear belleza, nos encontramos con un total de doce iglesias talladas todas y cada una de ellas en la roca viva, en bloques únicos y lo alucinante es que lo son bajo el nivel del terreno.
La ciudad de Lalibela lejos del contacto con mundo actual, durante décadas, continua celebrando en sus iglesias toda clase de ritos, tal y como se desarrollaron en la época en la que fueron construidas.






Durante siglos la existencia de estas iglesias permaneció oculta al resto del mundo, y fue gracias a la narración que hizo el capellán de la Embajada de Portugal, en 1521 cómo se tuvo conocimiento de las mismas.
Mas este hecho cayó un tanto en el olvido y no fue hasta mediados del pasado siglo XX, cuando diferentes investigadores se interesaron por este conjunto arquitectónico y por su más que especial particularidad.
Debemos estar agradecidos al arquitecto e historiador italiano Monti Della Cortes, que fue el iniciador del interés por parte de la comunidad artística hacia esta monumental obra de arte.
Ello trajo como consecuencia que en el año 1965 se creara el Fondo Mundial de Monumentos y que eligiera la restauración de las iglesias de Lalibela como proyecto inaugural.





Las iglesias se restauraron, más llegar hasta dicha zona era harto difícil. por lo que fue necesario crear un pequeño aeropuerto, que conduce a los visitantes hasta la ciudad de Lalibela, desde Addis Abeba.
A raíz de dicha circunstancia la asistencia de viajeros atraídos por la contemplación de estos maravillosos templos es una constante que ha hecho de Lalibela una de las atracciones turísticas más importantes no solo de Etiopía, sino de gran parte del continente africano.





Detalles de la decoración interior

Las iglesias son diferentes unas de otras, no existen dos iguales, y fueron talladas en bloques únicos, sin la utilización de ladrillos, madera o argamasa.
La más conocida de todas es la que obedece al nombre de Biet Medhabi Alem (Salvador del Mundo), que es la iglesia monolítica más grande del mundo, de la que destacan  sus muros de un increíble color rosáceo que discurren a lo largo de un foso de doce metros, y la Biet Ghiorgis (San Jorge), un impresionante bloque con forma de cruz.

San Jorge

Salvador del mundo

En sus paredes podemos observar la presencia de numerosos santos, que nos observan por medio de penetrantes ojos abiertos, siendo la decoración del todo sencilla, abundando en la representación de ángeles y vírgenes. En el suelo se puede ver y sentir su irregularidad, para lo cual ha sido instalada una moqueta, que hace más fácil su tránsito. 
Más para llegar a esta ciudad es preciso ascender por un enorme escalón de piedra volcánica que se levanta casi verticalmente desde los valles que la rodean.



Dice la tradición que las doce iglesias fueron construidas directamente por Dios, pero lo cierto es que debemos su existencia a la Dinastía Zagüe.
Las diferentes construcciones separadas por decenas de metros se comunican mediante túneles excavados en la roca, y es así que desde la Cruz de Jorge, los visitantes pasan bajo el "Jordán" para poder conocer el conjunto Este, en el que se encuentran Biet Manuel, Biet Mercoreos, Biet Abba Libanos, Biet Gabriel Rafael y Biet Lehen. Dirigiéndonos al Noroeste, y pasar bajo el Canal de Yordanos, es visita obligada las iglesias de Biet Medhani Alem, Bier Mariam, Biet Mascal, Biet Denagel, Biet Golgotha y Biet Mikael. 




Interios de la iglesia de San Jorge


Y el camino, además, se nos convierte en una delicia pues podemos observar representaciones de los dogmas del cristianismo, como la Natividad, el Bautismo e incluso la resurrección de Jesús, lo que convierte la visita en un exclusiva representación simbólica de la que no existe ninguna equiparable en el mundo, de la misma forma que lo son las diferentes pinturas que decoran los templos.






La vida en Lalibela no ha cambiado durante siglos; sus habitantes siguen asistiendo a sus rituales religiosos, en cierta forma, el tiempo se ha detenido, ofreciendo la posibilidad al visitante de alejarse del mundo occidental, con sus prisas, sus tecnologías, y dejar vía libre a lo que es la esencia del ser humano.




Ustedes disfruten de este maravilloso enclave, y si es de forma directa, en persona, mejor que mejor.



BUEN DÍA A TODOS

PURA KASTIGÁ

Blog incorporado al
Directorio Hispano de las Artes.



Fuentes: Wikipedia.
www.elpais.com
eldiario.es





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