jueves, 30 de marzo de 2017

GERRIT DOU: EL PRIMER DISCÍPULO DE REMBRANT.



Buen día.

Volvemos a tratar la vida y la obra de un artista que se encuadra dentro de lo que es la pintura holandesa del siglo XVII: GERRIT DOU, cuya producción se decantó hacia las naturalezas muertas y también la pintura de género.

Autorretrato

Gerrit o Gerard Dou (1613-1675) nació en Leiden, siendo un artista apreciado y valorado durante su siglo y el siguiente, más poco a poco fue perdiendo el favor no solo del público sino también de la crítica, y todo ello a consecuencia de la valoración de otras tendencias artísticas. Más a finales del siglo XX Gerrit Dou vuelve a la actualidad, sin que su trabajo sea condicionado por las corrientes o modas y nos hace partícipes de la fascinación que podemos encontrar en sus diferentes pinturas, en las que toma protagonismo la vida cotidiana.



Son los suyos cuadros que nos muestran una excepcional maestría técnica, sirviéndose del óleo sobre tabla, y con un formato pequeño.
Su obra es de una delicadeza exquisita y su pincelada está perfectamente controlada, haciéndola suelta si así lo estima adecuado.



Dou fue hijo de un maestro vidriero, que se formó en el taller de Pieter Couwnhorn, no solo como pintor, sino también como grabador sobre vidrio, si bien sus inicios con las técnicas del dibujo las aprendió con Bartholomeus Dolendo.
Entre los años 1625 a 1627 participó en el gremio glazenmakers, y poco antes de  cumplir los quince años entró como aprendiz en el estudio de Rembrant en el que permaneció hasta 1631, año en el que el maestro marchó a Amsterdam.



En su pintura se aprecia la total influencia de Rembrant, con un marcado cuidado del detalle, amén de los efectos de claroscuros; más el joven Dou empieza a destacar con un estilo propio, dotando a sus obras de carácter preciosista de un especial cuidado y atención, que podemos descubrir en el tratamiento de las texturas, así como en los diferentes reflejos que se nos ofrecen en elementos como el cristal, metales o las telas que figuran en sus cuadros.




Prácticamente, Gerrit Dou vivió toda su vida en Leiden, siendo su obra una excepcional muestra que conjuga la música con las imágenes que recrea, en las que podemos observar la presencia de violines, laúdes, e incluso trompetas, amén de instrumentos de tecla.
Y este especial gusto por el detalle, nos sitúan a Dou cercano a los postulados de Van Eyck. La exclusiva fascinación de Dou no solo obedece a su forma de aplicar la pintura, abundando en el número de capas, sino también a su cromatismo, y al ambiente en el que nos sitúa.




En dicho sentido, Gerrit Dou es un mago de los objetos, de los personajes, de las escenas, que reproduce a un tamaño muy inferior al que tienen en realidad, lo cual invita al espectador a aproximarse a la obra. Juega con las imágenes que proyecta en sus cuadros, situándose en el papel del director de una obra de teatro que marca la pauta de todo lo que muestra a quien se decide por adentrarse en su mundo de ilusionista; y es que Dou domina a la perfección la luz, sus efectos, la luz del día, la de la tarde, la noche, las sombras e incluso la total oscuridad. Sus fondos nos llaman poderosamente la atención pues parecen adentrarnos en un mundo de tinieblas. 
Y para captar esos cambios lumínicos que mejor medio que introducir el efecto de unas velas, o el de una ventana, propiciando el hecho que según la hora del día nuestro ojo, nuestra mirada vea de forma distinta aquello que nos muestra esa realidad cotidiana, que se convierte en extraordinaria.




Gerrit Dou tuvo una vida austera, jamás se casó, ni tuvo hijos, y trabajaba con una maestría y una pulcritud extrema, siendo el suyo un amor total por el trabajo, en un hombre introspectivo, hasta cierto punto marcado por la obsesión, y que nos ha dejado como legado una colección de maravillosas escenas cotidianas, que nos dan luz sobre la vida de aquéllos que convivieron con él o se decidió por hacer imperecederos en un cuadro.




Disfruten de este maravilloso viaje por la obra de Gerrit Dou.


BUEN DÍA A TODOS

PURA KASTIGÁ

Fuentes: 
Descubrir el arte.

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