SOLILOQUIO
Cuántos años nos
esperan
para vivir de esta
triste eternidad
silenciosos viajeros del
tiempo
inmersos en el corazón
de una pesadilla.
El mundo que nos
contempla se divierte,
diluye el espíritu en
desconcierto vital.
Los cielos azules viven
de la nostalgia
y los grises descargan
su ira.
En el afán por
encontrar una salida
andamos dando palos de
ciego,
memorias que las
esperanzas devuelven
abandonadas en mitad
de una noche.
Todo pasa, eso dicen,
es así como la vida
desconcierta, aburre,
nos convierte en
miserables verdugos
del alma loca al que
le cortaron las alas.
Es entonces que el
soliloquio comienza
y las palabras se
tornan dulces melodías
para consuelo del
pasado sin gloria
que un suspiro sentencia
.
Rosa Freyre del Hoyo.
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