AMOR CONDENADO
Hay amores condenados
por palabras
que argumentan y
justifican sin descanso,
no salvaron la
cercanía del silencio
entre gestos y
actitudes emocionadas
faltaron a la soledad
exigida por momentos.
Arruinados por el goce
ilusorio hasta el extremo
de vivir día y noche
el desenfreno.
La risa y le felicidad
se dibujaba
sobre rostros que
pedían un espacio y un tiempo
en el que saberse
libres para todo sentimiento.
El amor se agota a sí
mismo
si no acierta a
vislumbrar que el reposo
no es sólo para el extenuado
guerrero,
para el amante fiel es
refugio gozoso
en el que medita
entregar vida y corazón
en cada acto que
implique defender
la posición del afecto
duradero.
Las batallas del amor
se vencen
en el fin de la guerra
de dos cuerpos
abrazados por la tranquilidad
del sueño.
Rosa Freyre.
Fotograma de "Cegados por el sol"
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