Buen día.
Nuestro artículo de hoy lo vamos a dedicar a la fotografía, tema que gusta a todo tipo de públicos, si bien a una fotografía un tanto diferente, la conocida como fotografía en miniatura que tuvo una especial relevancia durante la segunda mitad del siglo XIX, cuando tanto nobles y plebeyos gustaban de tener un pequeño recuerdo de sí mismos, de forma asequible, y siempre su imagen adoptaba poses un tanto artificiales, favorecidas por la teatralidad o incluso inspiradas por mundo pictórico.
Muchos de los fotógrafos que se dedicaron a este tipo de fotografía fueron patrocinados por la Casa Real española e igualmente participaron en Exposiciones Internacionales como forma de darse a conocer. Es así que hacia el año 1858 se puso de moda el recurso de la fotografía de pequeño formato, entre 6 x 9 cms., del tamaño aproximado de una tarjeta de visita, y que se obtenía mediante una cámara provista de seis objetivos que permitía obtener hasta media docena de fotografías en cada una de sus tomas.
Pues entre este grupo de fotógrafos PEDRO MARTÍNEZ DE HEBERT fue uno de los más conocidos y populares, si bien también se dedicó a la pintura.
Considerado como uno de los profesionales más valorados y con estudio propio en Madrid, llegó a ser nombrado por Isabel II, fotógrafo miniaturista de cámara el 11 de junio de 1851, llevando a cabo su excelente labor durante treinta años.
Son del todo admirables sus trabajos en miniaturas de retratos de la realeza, entre ellos el realizado a la propia Isabel II, así como a diferentes nobles de la época.
Isabel II
Con total dedicación desarrolló su trabajo como "Retratista de Cámara", amén de que también colaboró con la prensa escrita, al publicar en ella algunas de sus fotografías, en La Ilustración Española y Americana.
Para aquéllos que quieran disfrutar con el visionado de sus fotografías más carismáticas, desde principios de este siglo XXI, las podemos encontrar en los fondos del Museo Cerralbo así como en la Fundación Lázaro Galdiano.
El retrato miniatura de la izquierda es de Francisco de Asís,
marido de la reina Isabel II
Más nos quedaríamos cortos si no entráramos en la vida personal de Pedro Martínez de Hebert, dedicando unos minutos a su biografía.
Nacido el 31 de enero de 1819, en Valladolid, fue el menor de dos hermanos, -su hermano José también se dedicó a la fotografía-, y muchas de las fotografías de las que nos quedan constancia fueron firmadas por uno u otro hermano.
Se desconoce su formación artística, si bien su mayor éxito, de cara al público fue la fotografía miniaturista que realizó de Isabel II.
Desarrolló su trabajo en un estudio radicado en la calle de Caballero de Gracia, número 30 y 32, para después establecerse en la calle del Prado.
Fue el 20 de mayo de 1871 cuando recibió el cargo de "Fotógrafo de Cámara", teniendo como protagonista de su trabajo a Alfonso XIII, durante sus primeros años, e igualmente a Amadeo de Saboya.
La Familia Real
Más no toda su demanda provenía de la realeza y de las clases altas, sino que también retrató a Gustavo Adolfo Bécquer, y sus fotos sirvieron con el tiempo de inspiración para pintores, entre ellos, Federizo de Madrazo.
Fue contemporáneo de otros distinguidos fotógrafos, entrre ellos Jean Laurent y Charles Clifford.
Destacan también sus fotografías, totalmente diferentes en cuanto a temática y estilo, realizadas durante un terremoto ocurrido en 1865, en Manila (Filipinas), así como a determinados monumentos de la ciudad de Salamanca, y las que tomó en 1879 durante la construcción de la Estación de las Delicias.
Pedro Martínez de Heber falleció el 22 de agosto de 1891.
La fotografía esa deliciosa forma de expresión de la realidad captada en un instante, adquiere las más variadas formas y todas ellas pueden mostrarnos no sólo la belleza, sino el alma, el sentido, el carácter de las gentes, de las ciudades, y de las más pequeñas cosas, incluso en el más pequeño de los tamaños -miniatura-.
Disfruten.
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Fuentes: Wikipedia.
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