THALÍA era en la mitología griega una de las dos musas del teatro, precisamente la que servía de inspiración para la comedia, amén de la poesía bucólica, conocida también como pastoril; representada fundamentalmente como una chica joven, con rostro alegre y sonriente, aspecto feliz y cuya mirada denotaba cierta ironía y burla. En sus manos portaba una máscara cómica, y en ocasiones, un cayado de pastor, así como una corona de hiedra en la cabeza, simbolizando la inmortalidad.
Una de las más bellas representaciones de esta musa fue pintada por un artista francés JEAN-MARC NATTIER, cuya técnica se enmarca dentro del movimiento rococó, que se desarrolló sobre todo en Francia, en el siglo XVIII, difundiéndose posteriormente a Europa Central y Alemania; es precisamente en Francia donde el rococó tomó un tono más bien profano y frívolo y sus obras estaban cargadas de fantasías, apostando más por los sentidos que la razón.
Jean-Marc Nattier nació en París, el 7 de marzo de 1685 y falleció en Ibidem, el 7 de noviembre de 1766, en el seno de una familia de pintores, pues su padre Marc Nattiz se especializó en el retrato y su madre Marie Courtois, era una excelente miniaturista.
Es así como su formación inicial la recibió en su propia casa, rechazando acudir a la Academia Francesa en Roma, y ello pese a que había obtenido el primer premio en la Academia de París con solo quince años.
Si bien realizó retratos para el zar Pedro el Grande, al que conoció en Ámsterdam, así como de la emperatriz Catalina, prefirió no aceptar la invitación de aquel de trasladarse a Rusia.
Su especial inclinación hacia el retrato le convirtió en pintor oficial de las damas de la corte de Luis XV, destacando entre otros los realizados de María Leszcynska -actualmente en el Museo de Dijon-,y las de su hija Adelaida.
Los retratos de Jean-Marc Nattier abundan en diferentes colecciones privadas y públicas francesas, destacando el Louvre, en el que podemos admirar su Magdalena, el Museo de Versalles, la colección Wallace Nattier y la colección de Lionel Phillips.
Es del todo acertado considerar que mucho del éxito que cosechó en su momento Jean-Marc Nattier lo fue en razón de su concepto retratístico que viene a considerar la idealización de los modelos. Es así que toda su obra destaca por su elegancia, refinamiento y técnica, del todo pulida, lo que trae como consecuencia que Nattier llegara a ser considerado el pintor favorito de la corte de Luis XV.
https://www.museodelprado.es
Wikipedia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario