Buen día amigos, hoy traigo a este pequeño espacio que intenta llevar los principales protagonistas de las distintas disciplinas artísticas a todos los que accedéis, una día mas o menos, a este que es vuestro BLOG.
Y como siempre que se me ocurre una idea, encuentro la forma de hacerla realidad, hoy aprovecho que con motivo del 50º aniversario del fallecimiento de GEORGES BRAQUE, el Museo Guggengeim de Bilbao presenta al público la retrospectiva mas significativa de este artista genial, en España.
George en su estudio
Pues bien, este pintor francés nacido en Francia, concretamente, en Argenteuill, en 1882 y fallecido en Paris, en 1963, fue hijo de lo que conocemos como pintor de brocha gorda, oficio en el que se inició. Mas su ingreso en la Escuela de Bellas Artes de Paris y su posterior trayectoria artística, le convirtieron en una de las personalidades mas destacadas de la vanguardia de principios del siglo XX.
Podemos hacer un recorrido por todas las etapas que abarca su concepto del arte y de la pintura, desde sus inicios en el Fauvismo hasta sus últimas series dedicadas a los talleres, los pájaros y los paisajes de Varengeville.
Sus inicios contaron con la influencia de su amigo Othon Frienzs, mas en 1907, una exposición de Cézanne y el encuentro con Picasso, iniciaron a Braque en la expresión del cubismo. Desde entonces hasta que tuvo que participar en la Primera Guerra Mundial, trabajó en estrecha colaboración con Picasso, creando lo que se conoce como cubismo analítico (Naturaleza muerta con instrumentos musicales) y mas tarde al cubismo sintético (Vaso y violin).
Si bien Picasso trató con bastante frecuencia la figura humana en sus obras, no así Georges Braque, quien prefirió, a lo largo de toda su trayectoria artística la naturaleza muerta, si bien introdujo una serie de novedades como fueron el empleo del collage, y la incorporación de letras y números. Si nos detenemos a observar sus bodegones cubistas, Braque juega con el espectador llevándole a reconstruir los objetos desde distintas perspectivas. Toda una novedad.
Violín y jarra
Una vez finalizada la Primera Guerra Mundial, Georges Braque continuó con su producción artística si bien el artista dejó a un lado los trazos angulosos y las líneas estrictamente geométricas para decantarse por la línea curva,y así recreó ambientes interiores no exentos de una cierta simbología. Entre estas últimas manifestaciones podemos señalar los Guerindons (que son naturalezas muertas sobre una mesa redonda), las Pequeñas Chimeneas, entre los años 1919 y 1927, y las Canéforas (1922), sin olvidar los Ateliers (1948-1955).
Girasoles
Instrumentos musicales
La retrospectiva que nos ofrece el Museo Guggenheim de Bilbao, lo es gracias a los préstamos del Centro Georges Pompidou, amen de distintas colecciones públicas y privadas que han contribuido a hacer realidad esta magnífica exposición.
En total, 250 piezas entre las que se encuentran las mas significativas de este genio de la pintura. Además, la exposición cuenta con el patrocinio de la Fundación BBVA, la cual aporta, fundamentalmente, en sus pinturas de naturalezas muertas, sus canéforas, talleres y los pájaros que realizó casi al final de su vida.
Es de destacar que la comisaria de la exposición Brigitte Leal ha hecho especial mención en la colaboración de Braque con Picasso, amén de la que ambos tuvieron con la música, pues Braque tocaba varios instrumentos musicales, entre ellos, el acordeón, la flauta y el violín, y es conocida su amistad con el compositor Erik Satie, así como la amistad que durante muchos años de su vida mantuvo con poetas como Pierre Reverdy, Francis Ponge y René Char, e intelectuales como Carl Einstein o Jean Paulhan.
Utilizando sus propias palabras:
"Cuando era un joven pintor, nutrí mi curiosidad y mis sueños con las obras de los grandes coloristas del pasado, desde los primitivos, hasta Van Gogh y Boudin. Había etapas... Rafael, Corot y Chardin, entre otros.... El momento de la reflexión que tambien fue el de la elección, llegó con el encuentro de las pinturas fauvistas de Matisse y Derain..."
Entre los años 1909 y 1914, la relación Braque-Picasso marca una auténtica revolución artística, lo que conlleva una ruptura con la visión clásica; de tal manera, anulan lo que es la perspectiva tradicional, nos presentan los objetos desde diversos ángulos, todos ellos yuxtapuestos y reducen el color, abundando en los tonos gris, beige y verde. Esta fase de Georges Braque es la que se conoce como Cubismo Analítico. El Cubismo de Braque calificado como Sintético es el que aplica a sus naturalezas muertas, de la que ya hemos visto algunos ejemplos: son composiciones abigarradas, con formas alargadas, y que muchas veces tienen como eje el motivo del frutero, reminiscencia de la admiración de Braque por Cezanne.
En 1931, y gracias a la propuesta que le hace el marchante Ambroise Vollard, Braque se decide por realizar una serie de aguafuertes, que son toda una delicia, y que también pueden verse en la retrospectiva del Guggenheim.
Aguafuertes
El tema de los pájaros también es motivo de inspiración para Georges Braque, y fue concebido como consecuencia del encargo que recibió del Museo del Louvre, como decoración de una de las salas dedicadas a las colecciones etruscas del Museo en cuestión. Sus aves son enormes, fundamentalmente, azules y negras y rezuman sensibilidad.
La retrospectiva del Guggenheim termina con la serie de paisajes que realizó Georges Braque, ya hacia el final de su vida, en ellas podemos ver numerosas vistas panorámicas en las que se ve hasta donde el ojo humano puede llegar.
PAISAJES
Bien, queridos amigos, creo que con esta muestra de la retrospectiva de Georges Braque muchos de vosotros os sentiréis atraídos por conocer la obra de este MAESTRO, en esta mágnífica ocasión que nos ofrece el Museo Guggenheim de Bilbao. No dejemos pasar las oportunidades que el ARTE nos ofrece de conocerle y valorarle. Su resultado será siempre muy, pero que muy positivo.
Georges y su esposa, en una imagen poco habitual
BUEN DÍA A TODOS
FUENTES: TENDENCIAS DEL MERCADO DEL ARTE.
BIOGRAFIAYVIDAS.COM
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