domingo, 18 de marzo de 2018

LAVINIA FONTANA.- RETRATO DE ANTONIETTA GONZALEZ.

Lavinia Fontana


El nombre de LAVINIA FONTANA nos la sitúa, por lo que respecta a su obra, en la etapa del primer barroco italiano; nacida en Bolonia, fue bautizada el 24 de agosto de 1552, falleciendo en Roma, el 11 de agosto de 1614.
Hija del también pintor Próspero Fontana, de la escuela de Bolonia, recibió del que fuera su padre las primeras lecciones de pintura, siendo su estilo cercano al manierismo tardío que ejecutaba su progenitor. Siendo aún muy joven alcanzó una gran popularidad por sus retratos y obras de gabinete.



Si sus primeras obras tienen marcada influencia de su padre, con el tiempo se fue acercando a la técnica de Ludovico Carracci, abundando en la utilización de colores más fuertes, por los que apostaba la escuela veneciana. También entre sus influencias destacar las de Antonio Allegri Correggio y Scipione Pulzone.



(Hay que tener en cuenta que por aquella época la vida de las mujeres, artistas o no, se desarrollaba en el interior de sus casas, sin la posibilidad de disfrutar y plasmar la naturaleza que las rodeaba, de ahí que, mayormente, el genio creativo de estas pintoras se tradujera en retratos y otras pequeñas obras conocidas con el nombre de "obras de gabinete").

Retrato de Familia

Lavinia Fontana contrajo matrimonio, en 1577, con Gian Paolo Zappi, un discípulo de su padre, perteneciente a la nobleza y el hecho cierto es que las  ganancias obtenidas por Lavinia, gracias a la venta de sus retratos fueron las que contribuyeron a ayudar al mantenimiento de su familia, en tanto su  esposo se ocupaba de todo lo relacionado con la casa, sobre todo de los once hijos que tuvo la pareja, y ejercía de ayudante de su esposa.
La fama de Lavinia Fontana llegó a extenderse por toda Italia, y es su propio Autorretrato tocando la espineta (Academia Nazionale di San Luca, Roma) el que está considerado como una auténtica obra maestra.

Autorretrato tocando la espineta

Es de destacar dentro de la temática de la obra de Lavinia Fontana, el hecho de que amén de apostar por el retrato, también era frecuente la pintura de desnudos femeninos y masculinos, en pinturas mitológicas y religiosas, algo del todo inédito en dicha época y mucho menos siendo la autora una mujer.




Gracias a su éxito, la familia se trasladó de forma permanente a Roma, en 1603, siendo Lavinia Fontana nombrada pintora oficial de la corte del Papa Clemente VII. 
Asimismo entró a formar parte como miembro de la Academia Romana, cuyo primer encargo fue una pintura de  gran formato para el altar de la Basílica de San Paolo Fuori le Mura, que se destruyó en un incendio en 1823.

Antonietta Gonzalez


Una de las obras más características de LAVINIA FONTANA es el retrato de ANTONIETTA GONZALEZ, siendo la historia de la modelo del todo curiosa.
Antonietta era hija  de Pedro Gonzalez (o Petrus Gonsalvus, en versión latina), más conocido como como el Salvaje Gentilhombre de Tenerife. En esta familia se conoce y está documentado el primer caso de hipertricosis o síndrome de Ambras, una enfermedad ya diagnosticada como alteración genética hereditaria que se caracteriza por el crecimiento anormal de vello por todo el cuerpo, sobre todo, en el rostro.

Petrus Gonsalvus

La joven Antonietta, a la que se conocía como Tognina Gonsalvus vivió en la corte del rey Enrique II de Francia, participando de todo tipo de eventos sociales, y vestida tal y como la moda y costumbre de la época lo establecía, a base de voluminosos y llamativos trajes.


Retrato de su infancia

Para la sociedad de dicha época contemplar el caso de Pedro Gonzalez y de sus seis hijos, de los que tres heredaron dicha anomalía, era algo curioso y que consideraban hasta cierto punto salvaje.
La vida de Pedro Gonzalez está documentada desde el momento en que fue encontrado en plena naturaleza, pues vivía ajeno a la civilización, en Tenerife, y fue llevado ante el rey Enrique II de Francia, quien le llegó a proporcionar una buena educación, en su afán por demostrar que los "salvajes" podían culturizarse. Y también le concedió una deliciosa esposa, una joven, de nombre Catherine, toda ella de piel rosada y pelo dorado, con la que tuvo los antedichos seis hijos, de los que tres heredaron la anomalía genética del padre.
Ello no impidió que la familia Gonzalez fuera retratada por parte de la joven Lavinia en un ejemplo de que la belleza no es sólo cuestión de físico.

Los padres de Antoniette: Pedro y Catherine

La relevancia de la obra de Lavinia Fontana ha quedado reconocida por la Historia del Arte, siendo atribuidas a su inspiración 135 obras, de las que treinta y dos aparecen firmadas y fechadas.
En el año 1611, el escultor Felice Antonio Cassoni, acuñó una medalla en su honor, que nos muestra, por una de sus caras el perfil de Lavinia, y por otra, a esta gran mujer delante de su caballete.

Y como última curiosidad, añadir que esta familia, y concretamente el matrimonio de Pedro Gonzalez con la joven Catherine fue el que inspiró el cuento de La Bella y la Bestia, en la versión cinematográfico que dirigió Jean Cocteau.

Cartel de La Bella y la Bestia
Cocteau

Nada más cierto y lleno de ternura como el hecho de que historia, humanidad, arte e incluso, literatura nos transmiten no sólo conocimiento, sino también una serie de valores entrelazados que nos honran.....


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Fuentes: Wikipedia.
www.elcuadrodeldia.com
hrrp://mujerespintoras.blogspot.com




1 comentario:

  1. Un artículo muy interesante. Desconocía por completo el origen de la Bella y la Bestia. Muchas gracias por compartirlo.

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