))(((J O A Q U I M M I R)))((
Buen día, estimados amigos, hoy que volvemos de nuevo a la disciplina artística en la que el color es fundamental para conseguir un efecto visual definitivo. Evidentemente, estoy hablando de LA PINTURA, y como especial exponente de la misma, os propongo a JOAQUIM MIR TRINXET, pintor catalán nacido en Barcelona el 6 de enero de 1873 y fallecido el 27 de abril de 1940, en dicha ciudad.
JOAQUIM MIR fue un pintor de una gran sensibilidad y dominó, de forma especial, los colores, el paisaje y la naturaleza de su tierra: Cataluña. Como hombre y como artista fue incansable, cualquier motivo le bastaba para servirle de inspiración y hacer de su instinto, ARTE.
Camino de la Cueva
Siendo aún muy joven empezó a pintar y a presentarse a concursos de pintura, mas que para ganar, para hacerse con una reputación; no obstante, fueron algunos los reconocimientos que recibió en tanto en cuanto ayudaba a su padre en el negocio familiar que tenía la familia que era una mercería.
Junto a una serie de amigos, aficionados como él a la pintura, Nonell, Pichot, Sunyer, Canales y Vallmitjana, disfrutaba de plasmar en sus lienzos los atardeceres, fundamentalmente, anaranjados de las zonas suburbiales de la ciudad, como Montjuic, Sant Marti dels Provençals, Sant Andreu, Sant Genis del Agudells), y de esta forma fueron conocidos en los círculos artísticos con el nombre de "Colla del Safrà" (Grupo del Azafran). Igualmente que compartían quehaceres artísticos, también disfrutaban de la vida bohemia en la taberna de Els Quatre Gats.
Para cultivar su talento intentó conseguir una beca para estudiar en Roma, mas no pudo ser, y en vez de marcharse a Paris, como casi todos sus contemporáneos, se decidió a asentarse, gracias a la ayuda de su tio Avelino Trinxet, al lado de otro de nuestros grandes pintores del mediterraneo -Santiafo Rusiñol- en Mallorca, sobre 1899.
Fue precisamente en Mallorca donde Joaquim Mir encontró la fuente de su inspiración, con la extraordinaria visión de los paisajes, algunos de ellos, casi salvajes, el mar, la luz del cielo y la tierra tan bellísimamente iluminada, fueron examinadas y trasladadas por Joaquim Mir a sus lienzos. Trabajaba día y noche, de tal manera que sus obras de igual manera captaban la luz del día que la oscuridad de una cueva alumbrada por la luz de la luna. Su técnica utilizaba la matización de los colores, desde los rosas, amarillos y ocres, anaranjados, hasta los azules y sienas, sin olvidar, por supuesto, toda la gama de grises que eran magníficamente tratados por Joaquim. Fue en Mallorca donde Joaquim Mir supo expresar mediante su pintura toda su inspiración artística, mediante una pincelada fuerte y segura, dando una preferencia a la tierra antes que a la figura humana.
Maravilloso, ¿verdad?. Mas desgraciadamente un accidente vino a truncar su estancia en Mallorca, y hubo de trasladarse, en primer lugar, a Barcelona, y poco después para terminar con su recuperación al Instituto Pere Mata de Reus.
Después de esta expèriencia personal, JOAQUIM MIR ya estaba del todo convencido que su vida artística estaría "de por vida",valga la redundancia, unida al paisajismo, considerándosele el máximo exponente del postmodernismo.
MIR volvió a vivir al campo, y nos dejó constancia de su visión de la luz, de esa luz tan maravillosa que envuelve todos los pueblos del Mediterráneo: los huertos, los almendros floridos, los campos de avellanos, los campanarios, y las ermitas de los aquéllos, todo ello, con una diversidad de colores única y de tal intensidad que pocos artistas han sabido llevar a sus telas esos cambios constantes de luz, con tanta energía y dinamismo.
Entre los años 1907 y 1914 pasó sus dias en los pueblos de Maspujols y L´Aleixar, y fue desde este último lugar donde pintó Montserrat, por vez primera. En el año 1914 se estableció en el Vallès con su familia, en Mollet del Vallès y Caldes de Montbui hasta 1922, mas, al contraer matrimonio se estableció de forma definitiva en la costa de Vilanovai la Geltrú. Desde esta su casa solariega hizo innumerables excursiones por toda Cataluña, reflejando en su obra cuando su espíritu captaba de la belleza de los lugares que visitaba.
Mas fue entonces cuando empezó a manifestársele la enfermedad que le llevaría a la muerte, lo que no impidió que siguiera capturando con sus pinceles las playas, las pequeñas plazas y calles de su barrio, y en especial, su jardín, que lo tenía poblado de flores, más también de gatos, perros, gallinas, perdices, pavos y guacamayos, muchos de los cuales sirvieron de "modelos" en sus cuadros.
JOAQUIM PINTADO EN PLENA NATURALEZA
¿Delicioso verdad?
Mas el hecho de que permaneciera asentado en su casa de Villanova, no le impidió exponer regularmente, en numerosos certámentes oficiales, por lo que fue públicamente reconocida su obra.
La obra de JOQUIM MIR es abundante y diversa, nos ofrece una variedad especial de la geografía catalana, en la que resulta evidente su luz, la vegetación y el tratamiento que le da a cada lugar que capta con su vista y plasma en sus lienzos con sus pinceles. Fue un hombre de una percepción especial, sensible, sabedor de como matizar y enriquecer los colores para conseguir la máxima de las expresividades. Es, ante todo, un gran colorista, sobre todo en la obtención y aplicación de la extensa gama de color gris. Su influencia sobre generaciones posteriores ha sido intensa, de tal forma que no podemos hablar de paisajismo catalán, sin mencionar a JOAQUIM MIR.
En sus obras las formas, las figuras y el espacio se integran de forma insólita consiguiendo un conjunto del todo original. Su pincelada es segura y su ritmo enérgico y firme.
En sus obras las formas, las figuras y el espacio se integran de forma insólita consiguiendo un conjunto del todo original. Su pincelada es segura y su ritmo enérgico y firme.
Palma de Mallorca
Quienes le conocieron personalmente nos han dejado la imagen de la bondad en la persona de JOAQUIM MIR, un hombre que supo entender la tierra catalana en toda su diversidad y en su realidad, haciéndola llegar a todo aquél que gustaba de disfrutar con sus cuadros.
La posguerra dejó a este nuestro artista un tanto silenciado en cuanto al conocimiento por el público en general, mas en los años setenta su nombre y su obra cobró nueva fuerza y hoy es la suya una de las obras que están en una cada vez mayor valoración.
BUEN DIA, JOAQUIM
BUEN DIA TAMBIÉN A TODOS VOSOTROS
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