domingo, 8 de marzo de 2015

BLOOMSBURY: ESCENARIO DE ARTISTAS.



Buenos días, estimados amigos, hoy nos vamos de nuevo a introducir en el terreno literario gracias a un grupo de intelectuales británicos que durante el primer tercio del siglo XX, fueron un referente en el terreno literario, artístico y social. 
En pleno corazón del siempre "exclusivo" barrio londinense de Bloomsbury se dieron cita un gran número de personalidades que marcaron toda una época, no solo dentro del terreno literario, sino también en la política y el pensamiento ingleses. Al día de hoy, este singular barrio está repleto de instituciones académicas y culturales, todas ellas de excelente categoría.



Mas situémonos, primeramente, desde un punto de vista geográfico, pues Bloomsbury pertenece al municipio londinense de Candem. Es una zona muy céntrica, lo cual no impide que lo sea también tranquila, y con calles amplias, así como aceras, por las que es un deleite pasear.
Si observamos las distintas fachadas de las casas, son muchas en las que aparecen las llamadas blue plaques, o lo que es lo mismo las placas azules que conmemoran un vínculo entre el lugar y una personalidad o acontecimiento famoso.





El corazón del barrio lo marca la espléndida Russell Square, encargo efectuado por el quinto duque de Bedford, Francis Russell al arquitecto James Burton. La labor de éste fue continuada por el sexto duque de Bedford, John, consiguiendo que la zona destacase por grandes casas pareadas, para familias acaudaladas, cercanas a los Juzgados de Lincoln´s Inn. Ello dio lugar a que la mayoría de los residentes eran jueces, abogados y miembros del Parlamento; una zona con un toque aristocrático, en pleno corazón de Londres, mas con el tiempo, el carácter de los residentes comenzó a cambiar, abundando las familias de clase media, de profesiones liberales e incluso activistas políticos, como la líder del movimiento sufragista Emmeline Pankhurst.
Es en este ambiente en el que un grupo de jóvenes encontró un lugar mas que placentero para reunirse, todos ellos con el denominador común de su interés por el arte -escritores e intelectuales-, dando lugar al denominado CÍRCULO DE BLOOMSBURY.





Este grupo tuvo sus inicios con la presencia de los hermanos Stephen: Vanessa, Thoby, Virginia y Adrian.
Fue en 1904, y como consecuencia del fallecimiento de su padre que los cuatro hermanos se establecieron en el número 46 de Gordon Square, tras su paso por la encorsetada zona de Kensington.
Coincidiendo con el reinado de Eduardo VII, la sociedad apostó por una amplitud de pensamiento, a la vez que se interesó por las distintas artes y la moda que provenía de Europa.

Quentin Bell

Virginia Woolf

Vanessa Bell

De esta mas que singular forma, Bloomsbury se convirtió en reducto de gente bohemia, cuyo centro, sin duda, fueron los ya citados hermanos Stephen, organizando en su casa de Gordon Square, mas que animadas tertulias culturales, de las que tenemos noticias de la asistencia del novelista E.M. Forster, el biógrafo Lytton Strachey, el economista John Maynard Keynes, los escritores Leonard Woolf y Gerald Brenan, la pintora Leonora Carrington o el crítico de arte Clive Bell. Casi todos los invitados eran amigos de los hermanos Thoby y Adrien Stephen, y de cuyo conocimiento se beneficiaron sus hermanas Vanessa y Virginia, pues, por su condición femenina, y por imposición paterna, no tuvieron acceso a la universidad. 


John Maynard Keynes




Es así que Virginia Stephen se casó con Leonard Woolf, y pasó a utilizar el apellido de su esposo, Virginia Woolf; su hermana Vanessa se casó con Clive Bell, adoptando el apellido de Vanessa Bell, tal y como todos conocemos a las dos hermanas, dentro del terreno de la literatura, Virginia, y de la pintura, Vanessa.
Fueron ambas hermanas las que se decidieron por organizar otra tertulia, ésta los viernes, a la que llamaron Friday Club, y a la que acudían todo tipo de intelectuales y artistas que dieron lugar al mas que conocido grupo del siglo XX: GRUPO BLOOMSBURY.


Imagen Barrio de Bloomsbury

Gerald Brenan

El grupo en cuestión comulgaba de su rechazo por la moral victoriana, llegando incluso a despreciar a las clases medias y altas, pese a que ellos "precisamente" provenían de tal estamento social. En sus tertulias se discutía sobre todo tipo de temas, de carácter estético, filosófico, y eso sí, marcadas por un espíritu mas que agnóstico. Una de sus obras favoritas era el Principia Mathematica, de Bertrand Russell, que se unió con el tiempo al grupo y que precisamente era descendiente del primer lord Russell.

Bertrand Russell

La importancia de este Círculo, que no llegó a configurarse como Escuela, radicó, principalmente,en la numeroso grupo de personalidades brillantes que participaban en el mismo.
De entre todos ellos, destacar la figura de VIRGINIA WOOLF, una mujer apasionada por el arte y la literatura, y que ha pasado a la historia como una mas que magnífica escritora. Pese al estado mental de Virginia, del que todos conocemos sus crisis nerviosas, ésta y su esposo dirigieron su propia editorial Hogarth Press. Mas no fue solo ésta la única editorial que se abrió paso en dicha zona de reconocido marco intelectual, pues también surgió Faber and Faber, cuyo editor fue el poeta T.S. Eliot.

Katherine Mansfield

s
Algunos amigos del Grupo Bloomsbury

Asimismo una fundación dedicada a ayudar a escritores sin recursos también se había instalado en el barrio, la conocida como The Royal Literary Fund, la cual conseguía su propósito a base de donaciones y cenas que celebraba para conseguir recursos. Precisamente, fue Charles Dickens una de las personalidades que mas solía asistir a estos eventos para así ayudar a 
escritores noveles. 
El Círculo de Bloomsbury logró sortear la Primera Guerra Mundial, pero llegada que fue la década de los cuarenta, y como consecuencia del fallecimiento de algunos de sus miembros, entre ellos, la principal, Virginia Woolf, que como todos sabemos se suicidó en 1941, fue perdiendo fuerza y unión.


Virginia y Leonard Woolf

A ello se unió el hecho de que muchas de las residencias particulares se convirtieran en sede de organismos e instituciones. La propia Universidad de Londres, que se distinguía por su amplitud de miras, fue la primera que, en 1880, llegó a otorgar licenciaturas a mujeres, instalándose precisamente en el barrio de Bloomsbury.
Poco a poco fueron creciendo edificios como el Senate House, de estilo art decó, que también se instaló en el citado barrio londinense, siendo, en su día, el segundo mas alto de la ciudad, y que sirvió como sede del Ministerio de Información durante la Segunda Guerra Mundial.



Concluida ésta, y puesto que la mayoría de las casas y edificios estaban destruidos, esta institución compró a la familia Russell muchas de sus propiedades en ruinas, a consecuencia de los bombardeos alemanes, y en dicha zona se crearon distintos centros académicos. 



Dora Carrington y Lytton Strachey

Tal y como señaló en su día Gerald Brenan, en su Memoria Personal, si algo hubo en común entre todos los miembros del Grupo o Círculo Bloomsbury fue el gran desprecio por la religión, a la vez que la moral victoriana y al realismo del siglo XIX. Todos ellos participaban y se autoconsideraban miembros de una élite intelectual, de ideología liberal y humanista, pues mayormente se habían educado con los mismos profesores en el Trinity College de Cambridge o en el King´s College de Londres.
Su principal consigna fue siempre la independencia de criterio y el individualismo esencial.


Virginia Woolf y Lytton Strachey

No quiero dejar pasar una historia, hasta cierto punto divertida que protagonizaron este grupo de intelectuales, y fue el hecho cierto que un día, entre bromas, pusieron en jaque a la Armada Británica.
La historia nos cuenta que el 7 de febrero de 1910, el vicealmirante del acorazado Dreadnought recibió un telegrama en el que le anunciaba una visita sorpresa: la del Sultán de Abisinia y su comitiva.
Como bien podréis imaginar se trataba de seis de los miembros del Círculo de Bloomsbury, que quiso demostrar la poca seguridad que existía a la hora de acceder al acorazado en cuestión, que era todo un orgullo para los británicos.
Pues bien, Virginia Stephens, Duncan Grant, Adrian Stephen, Anthony Buxton, Guy Ridley y Horace de Vere Cole se disfrazaron con singulares vestimentas y fueron recibidos con todos los honores por el vicealmirante May.
Entre tanto, los bromistas hablaban entre sí palabras y frases sin sentido, a la vez que Virginia decía, de vez en cuando: "Bunga, Bunga".
Como tal comitiva procedente de Abisinia fueron agasajados con todos los honores, mas el bigote postizo que llevaba Duncan Grant empezó a despegarse, por lo que la "comitiva" apostó por el momento oportuno para abandonar el barco y  coger un tren con destino a Londres.
Todo podía haber quedado ahí, pero los miembros de Bloomsbury se decidieron por filtrar la noticia a la prensa, y a la misma acompañaron una foto de la "comitiva" dicha. 
De esta forma el "Bunga, Bunga" se convirtió en una forma jocosa que la población de Londres, repetía, y ello pese a que el almirantazgo llevó a cabo una investigación sobre el tema, para castigar a los "atrevidos" intelectuales.


El Sultán de Abisina y su comitiva

"BUNGA, BUNGA"
BUEN DÍA A TODOS

http://directoriohispanodelasrtes.com/pura-kastiga/




No hay comentarios:

Publicar un comentario