martes, 26 de abril de 2016

BEATRICE CENCI: LA IMAGEN DE LA TRISTEZA





Buen día.

Hoy nos adentramos en una historia que tiene mucho que ver no solo con eso, con la historia de una joven, BEATRICE CENCI, sino también con lo que de la misma nos dejó su huella en la pintura, la escultura e incluso, en la literatura, (posteriormente, con el tiempo, en el cine y la ópera).

Beatrice Cince

Fue el poeta Percy B. Shelley quien en el año 1819 escribió una dramática historia, a la que tituló LOS CENCI, hechos que eran conocidos gracias a la tradición oral. Mas a causa de lo que de escabroso encerraba la misma no pudo representarse en público hasta el año 1922, pues siempre la sociedad con sus convencionalismos hipócritas, prefirió ocultar lo que se escondía detrás de sendos crímenes, el incesto y el parricidio.



La protagonista de esta dramática historia es la joven BEATRICE CENCI, noble italiana, nacida el 12 de febrero de 1577 y fallecida, a consecuencia de un juicio por parricidio el 11 de septiembre de 1599, con apenas 22 años, durante los cuales vivió la mas horrible de las pesadillas.



Su nacimiento nos la sitúa en Petrella del Salto, una localidad cercana a Roma, situada en la campiña del Lacio. Un castillo, que obedecía al nombre de La Rocca, propiedad de su familia, aristócrata, donde conoció de sus primeros años de vida.
Su padre era Francesco Cenci, un hombre de un carácter violento e inmoral, y que, en su día, contrajo matrimonio con una jovencísima Ersilia Santacroce, la cual le dio doce hijos, si bien solo siete de ellos sobrevivieron a la infancia; eran éstos Giacomo, Cristoforo, Antonina, Rocco, Beatrice, Bernardo y Paolo.
La temprana muerte de su esposa llevó a Francesco Cenci a que la educación de sus hijas corriera por cuenta de unas religiosas, en tanto él contrajo nuevo matrimonio con una viuda, Lucrezia Petroni.


Por parte de la sociedad en la que se desarrollaba la vida de los Cenci, era de sobra conocidas la brutalidad del patriarca, habiendo sido incluso encarcelado por diferentes crímenes, pero dada su posición social, era liberado rápidamente. 
Hasta tal punto llegaba la perversión de Francesco Cenci, que fue acusado de forzar a uno de sus criados menor de edad, mas la justicia no era problema alguno para aquél. 
Hacia el año 1595, la mayor de las hermanas, Antonina, había contraído matrimonio, abandonando el convento con el que convivía con su hermana Beatrice.


Así mismo, tanto Cristoforo como Rocco se habían incorporado a la milicia y Francesco se instaló junto a su nueva esposa Lucrezia en su residencia cerca de Roma. Mas ello no le impidió continuar con sus desmanes y su maltrato para con sus servidores,  cón su esposa, de la que abusaba continuamente, y lo que es peor llegó a hacer otro tanto de su hija pequeña, Beatrice.
La joven Beatrice pidió ayuda a las autoridades, para poner freno a las terribles acciones de su padre, pero todo ello fue en vano, dadas las influencias de Francesco Cenci.


Cansados de tanto sufrimiento, la segunda esposa, Lucrezia, así como Beatrice, Giacomo y Bernardo pensaron en acabar con tal tiranía, para lo cual recabaron la ayuda de sendos jóvenes que aceptaron (uno de ellos era pretendiente de Beatrice)) la propuesta de la familia del tirano. Tanto es así que intentaron envenenarle, pero no lo consiguieron, mas dispuestos a cercenar la vida de su esposo y padre, encontrándose en estado aletargado, a causa del veneno, le golpearon, con un martillo, con tanta saña y fuerza que le mataron. 
Para deshacerse del cuerpo, le lanzaron desde una ventana, para hacer pasar la muerte por un desgraciado accidente, pero nadie les creyó.


Fue entonces cuando se inició por parte de la guardia papal una investigación en la que el joven amante de Beatrice fue torturado hasta la muerte, al igual que el otro joven, que también falleció, eso sí, sin revelar lo ocurrido.
Pero tras el interrogatorio al que se sometió a la familia, la verdad se descubrió y los cuatro miembros de la familia Cenci fueron condenados y sentenciados a muerte.



Tal era la mala fama del tirano Francesco Cenci, que el pueblo de Roma imploró por los sentenciados, pero el papa Clemente VIII no atendió a sus súplicas.
El día 11 de septiembre de 1599, la familia fue llevada al puente del Castillo Sant´Angello, lugar en el que la sentencia debía de ejecutarse.

Clemente VIII

Mas fue una cruel muerte la que recibieron como castigo, pues Giacomo fue descuartizado y los trozos de su cuerpo expuestos al público. Lucrezia y Beatrice fueron decapitadas, con una espada. Solo se salvó el mas pequeño, mas su pena fue la de observar como era masacrada toda su familia, y despojado de todas sus posesiones, que eran las de su familia, que pasaron a formar parte de la del papa.


H.G.Hosmer

El cuerpo de la desgraciada Beatrice fue llevado en procesión hasta la iglesia de San Pietro in Montorio, en el que fue enterrada, sin lápida alguna, más ese lugar se convirtió en centro de peregrinación, considerada Beatrice como una auténtica mártir. Posteriormente, una bellísima escultura, fue realizada, en mármol, por H.S. Hosmer,  en 1857, e incorporada a la lápida de Beatrice.



La desgraciada vida de la joven Beatrice fue motivo de representación, por parte del pintor Guido Reni, pues realizó a la joven un único retrato, cuando ésta se encontraba en la cárcel, en 1599. El maestro Reni quedó impresionado por la belleza, pero al mismo tiempo, la triste historia de la joven y se decidió por pintarla. En palabras de Charles Dickens que tuvo ocasión de conocer la obra pictórica, era ésta un retrato de una belleza sin igual, "resultaba imposible olvidarlo"; en tal sentido Nathaniel Hawthorne se refirió al mismo, como "la imagen mas triste jamás pintada", y la hizo protagonista de su libro el Fauno de Mármol (1806).
Por lo que respecta a la pintura de Guido Reni, la misma aparece en una escena de la película de David Lynch, Mulholland Drive, en el que es el apartamento de Ruth Elms, haciendo referencia a su autor.



Y como toda historia de tragedia tiene que tener un final que nos deje un cierto sabor de misterio y asombro, la joven Beatrice se convirtió en un símbolo contra los abusos de la aristocracia, y cuenta una leyenda romana que, cada madrugada de cada 11 de septiembre, la figura de una joven aparece en la puerta de la iglesia de San Pietro in Montorio, dirigiéndose, por la orilla del Tíber, hacia el castillo de Sant´Angelo, eso sí, con su cabeza entre las manos.



Ciertamente, la historia de la humanidad nos ofrece la posibilidad de conocer tantos y variados hechos que han dejado huella en el corazón y en la memoria de todos aquéllos que supieron de la misma gracias a la tradición oral, y hasta que fue publicada por Percy B. Shelley.



No dejemos pasar un día, sin saber algo que nos entusiasmará, y que nos hará portadores de un patrimonio cultural que es legado para nuestros descendientes.

BUEN DÍA A TODOS

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Directorio Hispano de las Artes


Fuentes: Wikipedia.
Historia. National Geographic.


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