RETRATO DE UNA NEGRA. Marie-Guilhelmine Benoist

Marie-Guilhelmine Benoist

Buen día.

Volvemos de nuevo a deleitarnos con el placer de contemplar una obra de arte pictórica, en este caso, un retrato, un tanto singular, pues su protagonista es una mujer negra; sí, así lo llamó su autora MARIE-GUILHELMINE BENOIST, RETRATO DE UNA NEGRA, que es un óleo sobre lienzo, 81 x 65 cm, y que se encuentra, al día de hoy, entre los fondos del Museo del Louvre.

Si algo destaca, fundamentalmente, en esta obra es la mas que digna imagen que la mujer negra proyecta sobre el espectador, en tanto mantiene su mirada fija, y hasta cierto punto, denota orgullo. El tejido, a modo de túnica, con el que cubre parte de su cuerpo, dejando visible uno de sus pechos, no hace mas que realzar el color de su piel, lo que nos alimenta cierto sentir exótico, e incluso, podríamos calificar, como erótico.

El hecho de que esta obra de arte se encuentre en el Louvre se lo debemos al mas que suculento interés que desató en un rey, Luis XVIII, que lo adquirió para que en dicho Museo permaneciera.

Retrato de una negra es obra de la pintora francesa Marie-Guilhelmine Benoist, nacida en París, el 18 de diciembre de 1768 y fallecida también en dicha ciudad el 8 de octubre de 1826, siendo el suyo un estilo marcadamente neoclásico, destacando por el desarrollo de la pintura de género, así como la histórica.

Está considerada como una de las artistas mas famosas de su época, iniciando su aprendizaje con Elizabeth Vigée Le Brun, en 1781, para después continuar en el taller del gran Jacques-Louis David, en 1786, a la vez que su hermana, Marie-Elisabeth.

La inocencia entre el vicio y la virtud

Fue en el año 1791 cuando expuso por primera vez, en el conocido Salón de París, para el que presentó un cuadro titulado Psique despidiéndose de su familia. Otra obra de la misma época es La Inocencia entre el vicio y la virtud, ambas creaciones, como podemos observar tienen como temática el mundo mitológico. En esta última, destaca un factor determinante en la vida de nuestra autora y es su inquietud feminista, pues "el vicio" aparece representado con forma de varón, algo del todo novedoso, pues, generalmente, estaba ligado a personajes femeninos. 

Es en 1793 cuando contrajo matrimonio con el banquero Pierre-Vincent Benoist, empezando una nueva etapa dentro de su obra en la que se decanta por la pintura de género. 

Retrato de Napoleón

Fue precisamente en el Salón de 1800, cuando Marie-Guilhelmine Benoist presentó su RETRATO DE UNA NEGRA. (Se conoce de la identidad de la mujer en cuestión, pues era la criada de su cuñado). Fue el suyo un éxito que provocó una gran sorpresa y expectación, incluso llegó a generar crítica, entre los mas tradicionalistas, al situar, a la altura artística, a esclavos con personas libres.

Este bellísimo retrato fue realizado seis años después de la abolición de la esclavitud en las colonias francesas, y es una llamada de atención sobre la emancipación de los hombres y mujeres de raza negra. 

Detalle de Retrato de una negra

El cuadro en cuestión nos proyecta la dignidad de esta mujer negra, y semidesnuda, pues uno de sus pechos está al descubierto, y lo hace sentada en una silla que, aparentemente, no estaría "a la altura" de su posición. Es la suya una mirada firme, pues el observador es el objetivo de su aquélla. Además, su cabeza nos la muestra envuelta en un turbante.

Si ahondamos en el simbolismo de la obra, la esclavitud no era condición exclusiva de la mujer negra, sino también de la autora, mujer blanca, sometida a los convencionalismos de una sociedad que no reconocía la igualdad entre hombres y mujeres; en ello, Marie-Guilhelmine Benoist nos demostró de forma contundente su propuesta feminista.

Una forma de celebrar la abolición de la esclavitud colonial, en 1794, que poco duró pues fue abolida, en 1802, por Napoleón, amén de que creó un "código" que lleva precisamente su nombre (El Código civil napoleónico), en el que se imponían durísimas restricciones a las mujeres y a la inmigración negra a Francia. 

Código Civil Napoleónico

Es un hecho constatado que como consecuencia de la Revolución Francesa, se produjo en Francia un cierto movimiento de carácter feminista, al que se unió nuestra protagonista de hoy.

Este fue el mensaje de Marie-Guilhelmine Benoist, cuando concibió su Retrato de una negra, simbolizando, a la vez la esclavitud no solo de ésta, sino también los condicionamientos a los que vivía sometida la mujer de la sociedad de la época.

Habría podido escoger a un hombre, pero se decantó por una mujer, igualando la injusticia del racismo a la opresión social de la mujer en la sociedad occidental.

Elisa Bonaparte

Marie-Elise, Gran duquesa de la Toscana

Video explicativo

Y para que conozcáis mejor la obra de esta excepcional artista e inteligente mujer, que abandonó su gran trayectoria, cuando su marido fue nombrado miembro del Consejo de Estado, con la llegada de la Restauración, aquí que os dejo con una deliciosa muestra, amén del retrato que protagoniza este artículo.

El sueño

Madame Jeanne Desbassayns y su hija

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Fuentes: Wikipedia.

1000 obras maestras de la pintura.

h.f.ullmann