Buen día.
Nos detenemos hoy con la obra del ilustrador Alberto Vargas (1896-1982) nacido en Arquetipa (Perú), con la sensibilidad artística por herencia, pues su padre era un fotógrafo mas que bien considerado, y toda vez que la situación económica de su familia era desahogada, pues pudo marcharse a estudiar a Suiza, para a continuación, residir en Nueva York.
Sus colaboraciones como ilustrador le dieron una merecida fama, así trabajó para Harper´s Bazar, Theatre Magazine y Esquire.
Mas el éxito le vino de la mano del magnate del imperio Play Boy, Hugh Hefner, gracias al que vieron la publicación numerosas ilustraciones, en las que destacaba su carácter sensual, presentando a chicas ligeras de ropa.
Alberto Vargas solo impuso una condición a Hugh Hefner, con el que colaboró mensualmente, y fue el hecho de que no aparecieran las "entrepiernas" de las que él calificaba como sus "chicas".
Si observamos detenidamente las diferentes ilustraciones de Alberto Vargas, encontramos numerosos rasgos comunes, pues la mujer es presentada bajo una apariencia fascinante, con bellísimos cuerpos y en poses curiosas y divertidas; y no podemos dejar pasar un rasgo común: sus labios, siempre de rojo carmín.
Es el estilo PIN UP el que adopta para sus ilustraciones Alberto Vargas.
Esta denominación comenzó a utilizarse en los EE.UU. entre las décadas de los años 40 y 50, y adquirió una gran popularidad.
Durante y después de la Segunda Guerra Mundial, los soldados norteamericanos gustaban de llevar consigo naipes o posters con estos sensuales dibujos.
No obstante, en nuestro país es evidente que, por entonces, las ilustraciones de las sugerentes y sensuales "Chicas Vargas" no tenían distribución, por lo que aquéllos que se hacían con tan singular motivo, lo conseguían en el extranjero y todo ello teniendo especial precaución, dada la falsa moral que conocía nuestro país, en el que la censura, en cualquier medio, era habitual.
Las deliciosas "CHICAS VARGAS" se caracterizaban por mostrar, de forma provocativa y pícara, sus encantos, mas eso sí, era algo natural y desenfadado.
Muchos de sus seguidores veían en estas chicas un mundo de fantasía hacía una frivolidad y una sexualidad sin reparos. Las "Chicas Vargas" desataban la pasión que puede provocar una mujer desconocida, que se nos insinúa y nos muestra sus encantos: un maravilloso volcán en erupción.
Alberto Vargas se servía de la acuarela para su trabajo, si bien utilizó el aerógrafo, sobre el que solía decir: " No dejes que te domine, utilízalo cuando tengas la obra prácticamente acabada. No intentes que haga lo que deberías haber hecho con los pinceles....si lo haces parecerá un trabajo mecánico. Utilízalo en matices, nunca debe ser aparente".
No cabe la menor duda que el gran triunfo de Alberto Vargas fue conseguir transformar el erotismo en algo natural, en el que primaba la frescura y el encanto, y con ello nos brindó un mundo del todo original y deliciosamente atractivo.
Después de mas de treinta años de su fallecimiento, Alberto Vargas sigue estando presente en la inspiración de muchos ilustradores norteamericanos y europeos, pues su legado artístico es amén de único y exclusivo, una forma de "disfrute" de los sentidos.
Eso sí, que cada cual disfrute con el sentido que mas le resulte agradecido, a la vista de las emblemáticas "CHICAS VARGAS".
BUEN DÍA A TODOS
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Directorio Hispano de las Artes
Fuentes: Wikipedia.
ABCDELARTE.
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