Constantin Brancusi
Buen día.
Nos complacemos hoy en dedicar este espacio a un importante escultor, que cultivó también la pintura y la fotografía, si bien es conocido a nivel internacional por sus obras escultóricas y por ser el pionero del arte moderno, del que podemos encontrar sus trabajos en museos de Francia, EE.UU., Rumania y Australia.
Es así como damos la entrada a CONSTANTIN BRANCUSI, nacido en el seno de una numerosa familia campesina en Pestisani Gorj, Rumania, el 19 de febrero de 1876, y fallecido el 16 de marzo de 1957, en París.
Dada la necesidad que vivía su familia, el pequeño Constantin aprendió a leer por sí mismo, y amén de trabajar como pastor, servía de ayudante en una tienda que se dedicaba a las tallas en madera, algo muy arraigado en la cultura popular de su país.
Fue gracias a la ayuda que le prestó un filántropo que vio en el joven Brancusi posibilidades de triunfo en el arte, pudo estudiar en la Escuela de Artes y Oficios en Craiova, entre los años 1894 a 1898, que continuó en la Escuela Nacional de Bellas Artes en Bucarest, hasta 1901.
Fue en el año 1903 cuando recibió un primer encargo, el busto del general rumano Carol Davila.
En 1904 se instaló en París, donde conoció a Aguste Rodin y a Amedeo Modigliani, incluso el primero le propuso trabajar en su taller, pero Brancusi lo rechazó.
Sus primeras obras nos muestran una especial influencia de Rodin, así como del grupo de los impresionistas, si bien es entre los años 1907 y 1908 cuando su obra va adquiriendo una carácter cada vez mas personal, sus formas se simplifican y se van aproximando hacia la abstracción.
Asimismo, es en este momento cuando encuentra inspiración en el arte primitivo, se interesa por la pintura prehistórica y africana y muestra su admiración por las esculturas de Gaughin.
Su trabajo se ha visto recompensado con múltiples exposiciones y premios, así en 1912, el Salón Oficial de Bucarest le otorga el primer premio de escultura y a continuación participa en el Salón de los Independientes. Su obra se traslada a EE.UU., concretamente, a Nueva York, Chicago y Boston, donde presenta Mademoiselle Pogany.
Su éxito a nivel internacional, le hace ser reconocido en su país de origen, si bien en 1952 obtiene la nacionalidad francesa y gracias a ello el pueblo francés pudo incorporar, como legado, al Museo de Arte Moderno de París, su taller, en el que se incluían cerca de cien esculturas.
En 1955, el Museo Guggenheim, de Nueva York le dedica una retrospectiva de su obra.
Constantin Brancusi era un hombre polifacético, que a su trabajo como escultor unían una especial virtud para tocar el violín.
Sus amistades, de los más amplios círculos del mundo de la cultura, abarcan desde Eric Satie a Marcel Duchamp, incluidos Pablo Picasso y Apollinaire.
Tras su fallecimiento,en París, el 16 de marzo de 1957, sus restos reposan en el cementerio de Montparnasse.
La obra de Constantin Brancusi nos lleva a considerarle como uno de los grandes escultores que ha conocido el siglo XX, y no solo es en la escultura en la faceta artística en la que desarrolló su genio, sino también en la pintura y el diseño industrial.
Su obra comprende un total de 1200 fotografías, y 215 esculturas, y es la suya una trayectoria que conoce de una evolución muy personal, con marcado carácter geométrico, y en la que los detalles resultan prácticamente eliminados, lo que le acercó hacia una relativa abstracción, de la que surgiría una realidad diferente. Con Brancusi entramos de lleno en el arte abstracto.
De toda su obra es de destacar la por todos conocida como EL BESO, datada en 1907, en la que Brancusi nos ofrece un total equilibrio entre fondo y forma, sirviéndose de dos figuras abrazadas que se besan, siendo la suya una unión total. En sus rostros destacan los ojos, prácticamente simétricos y la boca que comparten. El pelo nos hace el efecto de líneas paralelas onduladas, y los brazos están pegados a las figuras; el cuerpo es levemente insinuado por una línea que divide y une, la misma para ambos.
El Beso viene a significar los más esenciales valores de la abstracción, se busca la esencia y se simplifica la forma, y otorga un valor especial a elementos que son considerados esenciales en la escultura, como la masa, el volumen, el espacio, y la textura. Nos sentimos cercanos a la escultura primitiva.
Otra de sus piezas "fetiche" es la MAIASTRA, datada entre 1910-1912, y que se caracteriza por su sencillez, a la que dan forma tres partes: un soporte con figuras, que son cariátides; sobre éstas, un bloque o u plinto, y por último, la figura del pájaro.
En esta obra Brancusi nos ofrece el juego del contraste con sus otras obras que son toscas en su ejecución y primitivas en su aspecto. Maiastra tiene un diseño pulido, acabado y nos permite apreciar una variedad de volúmenes que se desarrollan de forma vertical.
El elemento central, de forma prácticamente cúbica, es una especie de intermedio entre las figuras que conforman la base y el ave, que remata la obra.
De esta forma la estilización llevará a Maiastra a convertirse en El Pájaro, y de la que Brancusi llevará a cabo varias interpretaciones.
Asimismo, y por lo que respecta a EL BESO, existe una obra posterior, realizada en 1938, bajo el título de PUERTA DEL BESO, que forma parte del conjunto escultórico de Targu-Jiu, en Rumania, que es un homenaje a los caídos durante la Primera Guerra Mundial. Precisamente, a este proyecto corresponde también la conocida como COLUMNA SIN FIN, una impresionante escultura de metal pulido que alcanza casi los treinta metros, siendo la suya una primera talla en madera, datada en 1916.
Gate of the kiss
Con Constantin Brancusi el tratamiento de la escultura que hasta entonces había conocido el siglo XIX se convierte en camino para la experimentación y desarrollo de otras formas de expresión escultórica: la abstracción, fundamental en la escultura moderna.
Doodle de Google sobre Brancusi
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Muy bueno, adoro la obra de este escultor.
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