ÁNGEL
MÍO
Qué
me hace pensar que sin ti
mi vida
pasará a ser un universo partido en mil pedazos.
Tú,
tan presente en mi existencia
no puedes
abandonarme con la definitiva ausencia.
Aún
es solo un presentimiento
pero
me ahogan las lágrimas,
las
que escapan empeñadas en retenerte
a
modo de abrazo infinito.
Como
cisne blanco
dulcemente
mecido por aguas tibias
así es
el corazón que me has mostrado
con
tu cálida presencia.
Y a esas
tus manos, tan hermosas,
pese
a la edad, el tiempo,
a ellas
me aferro, no me dejes,
ángel
mío…..
Rosa
Freyre del Hoyo.
En la imagen, Emily Dickinson
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