Sir Francis Drake
Buen día, estimados amigos, hoy vamos a darnos una vuelta por la historia, y lo haremos por mar, gracias a la destreza en la navegación y los continuos ataques que llevó a cabo FRANCIS DRAKE contra el Imperio español, por lo que fue considerado, evidentemente, por la Corona británica, la beneficiaria de sus botines, como todo un héroe, lo que le valió el título de "SIR".
Anillo de Sir Francis Drake
Para situarnos en el tiempo, debemos tener presentes que durante la segunda mitad del siglo XVI, el dominio español sobre América y el control que tenía sobre el comercio en el Atlántico dieron lugar a muchas cuitas entre los distintos países, y consecuentemente, sus mas y sus menos, que provocaron crecientes envidias en Europa. Es por ello que la piratería se extendió rápidamente y por medio de una de sus modalidades, las conocidas como "acciones corsarias", que consistían en ser realizadas por marinos particulares y que además contaban con la autorización de sus gobiernos, y para ello solo les bastaba manifestar estar en guerra con España.
Viajes de Sir Francis Drake
Esta singular táctica fue la que pusieron en práctica muchos marinos ingleses, quienes se dedicaron a atacar las posiciones españolas a ambos lados del océano Atlántico, y todo ello contando con el beneplácito de la Reina Isabel I de Inglaterra, que se encontraba habitualmente enfrentada por el rey de España Felipe II, particularmente desde la revuelta de Flandes, en el año 1568.
Fueron muchos los conocidos como "perros del mar" los que la Reina de Inglaterra azuzó contra España, entre ellos Hawkins, Raleigh, no obstante, el que mas se forjó una leyenda , como símbolo y modelo, fue FRANCIS DRAKE.
Francis Drake llegó a dar la vuelta al mundo, ayudó a derrotar a la Armada Invencible de Felipe II y sus actuaciones, las mas depredadoras, nos lo configuran como el mas famoso de los corsarios al servicio de Su Majestad.
Nuestro personaje, porque su vida podría ser una leyenda o cuento, nació en Tavistock, al norte de Plymouth, por el año 1543. Su padre, Edmund Drake ejerció de predicador protestante, mas tuvieron que escapar de su ciudad natal como consecuencia de un alzamiento católico; ello nos lleva a considerar el odio que siempre mantuvo Francis Drake hacia la religión católica.
Con tan solo 13 años se enroló en una embarcación que se dedicaba al comercio con los puertos del mar del Norte. Mas su parentesco con la familia Hawkins -que se dedicaba a negocios de contrabando a gran escala con el Nuevo Mundo- le sirvió a nuestro joven para poner sus miras en lo que el Atlántico podría depararle, un océano cuyas aguas servían de comercio habitual para el reino de España. De esta forma, con 23 años se enroló con la flota de Hawkins y es de esta forma como empezó su leyenda como corsario.
Isabel I de Inglaterra
Tras distintos viajes a las Indias occidentales, que se iniciaron a 1566, Drake acompañado de Hawkins, terminaron con un desastroso enfrentamiento con la flota española, pues ésta les tendió una trampa y solo pudieron salvarse tres naves inglesas, entre las que se encontraba la denominada "Judith", capitaneada por el propio Drake.
Mas pese al fracaso de la expedición, Francis Drake se ganó el favor de la reina Isabel, quien en el año 1572 le concedió lo que se conoce como "patente de corso", con la finalidad de asaltar las posesiones españolas en el Nuevo Mundo.
La aventura de Drake empezó con su partida hacia América con dos barcos, el Pasha y el Swan, y 73 hombres, pues tenía como objetivo tomar la ciudad llamada "Nombre de Dios", según se creía albergaba una gran riqueza. Pero de nuevo su acción acabó en derrota, saliendo incluso herido de la contienda.
Fue entonces, y en tanto estaba recuperándose de sus heridas que pudo ver, por vez primera, el océano Pacífico, y en su intención estuvo, y lo llevó a cabo surcar sus aguas durante los siguientes cinco años.
En otra de sus misiones consiguió hacerse con una caravana española de 190 mulas cargadas de plata, que, evidentemente, no dejó escapar, y se hizo con un botin de 100.000 libras. Es así como regresó a Londres, cargado de fama y riquezas, pero sobre todo de orgullo.
En 1577, la reina Isabel le escoge como jefe para una nueva expedición que tenía como misión atravesar el estrecho de Magallanes y explorar la costa del otro lado del continente sobre la que hasta entonces no se tenían noticias. Si bien, en un principio la expedición tuvo un carácter comercial, la reina, muy amablemente, le sugirió que "agradecería ser vengada del rey de España por las numerosas afrentas recibidas de éste".
Francis Drake, evidentemente, era mucho mas que inteligente, era listo y con esta propuesta y cuatro embarcaciones y 200 hombres, puso rumbo con el Pelican, al que rebautizó durante la travesía con el nombre de "The Golden Hind". Mas la travesía no le resultó nada fácil a Drake, no solo desde el punto de vista de que tuvo que batallar con una terrible tempestad, pese a lo cual atravesó el estrecho de Magallanes, sino que tuvo de acabar con un complot contra su persona.
Ya contando únicamente con "The Golden Hind", se adentró en el Pacífico y saqueó numerosas poblaciones. Ello le sirvió para cargar su embarcación de plata y oro, navegando hacia el norte en busca de un paso de regreso al Atlántico. Siguió su aventura transpacífica, las Islas Palau, las Filipinas, las Molucas, la Isla de Java...hasta llegar al Océano Indico y doblar el cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África.
Francis Drake fue el primer ingles en navegar por el Pacífico, el Indico, y el Atlántico sur, amén de ser el primer capitán en circunnavegar el globo con su barco, pues el hecho cierto es que Fernando de Magallanes murió antes de poder completar su viaje. Fue precisamente sobre la cubierta de The Golden Hind, donde la reina de Inglaterra le nombró caballero con todos los honores.
Pero aun así la gloria de Francis Drake no había hecho mas que empezar pues en 1585, Isabel I le puso al frente de una flota de nada mas y nada menos que veinticinco barcos, con los que emprendió una expedición al Caribe, por supuesto, con la finalidad de atacar las posesiones españolas en el Nuevo Mundo: Santiago (Cabo Verde), Santo Domingo, Cartagena de Indias y San Agustín, conocieron la furia de Drake, y ello hasta poner en seria situación a la economía española.
Mas lo peor que Drake iba a ofrecernos estaba aún gestandose. En 1586, Felipe II tenía la intención de asestar a Inglaterra un ataque que doblegara la isla. De nuevo, la reina Isabel I, mas lista, evidentemente, que su homólogo español, confió en Francis Drake, y éste atacó el puerto de CADIZ, donde en 36 horas destruyó todos los barcos que Felipe II estaba preparando -todavía- para iniciar la incursión.
Ataque a Cádiz
Mas la Armada Española no se daba por vencida y en 1588, se situó en el canal de la Mancha. Frente a ella la flota inglesa capitaneada por lord Howard, y teniendo como vicealmirante a sir Francis Drake. De nuevo el desastre acabó con la ambición de Felipe II.
Tan bien se sentía en su papel de corsario favorito de Su Majestad, que sir Francis Drake intentó tomar La Coruña y Lisboa, pero fracasó y fue dicha circunstancia lo que empezó a marcar el declive de su mas que magnífica carrera corsaria.
En 1595, Isabel I -que tenía que ser incansable, la buena señora-, preparó la mayor de todas las expediciones de castigo contra las colonias españolas en El Caribe. A este tipo de expediciones se las conocía como "crucero de verano", e iba bajo el mando de John Hawkins y Drake, con una flota compuesta de 27 barcos y 2500 hombres. Pero, por primera vez, se llevaron una sorpresa, pues pensando en encontrarse con una mas que debilitada población, dieron con una fortaleza del todo inexpugnable.
Replica "The Golden Hind"
Fue entonces cuando, Drake sabiendo ya sus límites, se decidió por dar un último golpe contra la Corona española, atacando la ciudad de Panamá. Fracasó, mas pese a ello y enfermo de disentería, arrasó "Nombre de Dios", que había sido abandonada por los españoles. Poco después tomó rumbo a Portobelo, donde murió al tocar puerto. Era el 28 de enero de 1596. Su cuerpo fue depositado en un cofre de plomo y arrojado a la bahía, en donde las aguas conocen bien del que fue el mas famoso corsario de la historia de esta nuestra humanidad.
Estatua de Sir Francis Drake en Plymouth
Está demostrado, estimados lectores, que lo que para unos es un delito, como el robo, el ataque, la devastación de poblaciones enteras, para otros era y sigue siendo considerado un acto heroico. Evidentemente, el fin justifica los medios y todo es válido con tal de obtener la victoria. Estas situaciones las contemplamos y las vivimos cada día.
Pero para victorias, la que todos los días nos ofrecen PIRATAS, como éste. No les digamos nunca un NO a una invitación a JUGAR, aunque perdamos en la contienda.
BUEN DIA CON EL MAYOR DE LOS TESOROS
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