Palacio del Té
La más que deliciosa ciudad de Mantua (Italia) tiene entre sus mayores atractivos turísticos una visita del todo imprescindible: el conocido como PALACIO DEL TÉ (PALAZZO TE); considerado como un ejemplo de arquitectura manierista es la obra más ambiciosa de Giulio Romano, nacido en Roma, hacia 1499 y fallecido en Mantua, en 1546.
Giulio Romano
Su verdadero nombre fue Giulio Pippi, si bien se le conoce como Romano, por su ciudad origen.
Sin lugar a dudas Giulio Romano fue el más brillante de los discípulos de Rafael, y colaboró en las Logias, en las Estancias y en la Logia de la Farnesina.
Al fallecimiento de quien fuera su mentor y maestro no sólo recibió enseres y bienes por parte de éste, sino también continuó con sus encargos. Más Giulio Romano ya era por entonces un artista reconocido, siendo obras suyas la Villa Lante, el Palacio Maccarini, y la que fuera su propia casa, al día de hoy, demolida.
Villa Lante
Palacio Maccarini
Fue en 1524 cuando se estableció en Mantua, a raíz de la invitación que le hizo Baldasarre Castiglione, y donde llegará a ser la figura destacada de la última etapa artística en las cortes italianas del Renacimiento.
Protegido por la corte de Federico Gonzaga, hijo de Isabella d´Este, se convirtió en un artista universal, no sólo como arquitecto, sino también como pintor y decorador.
La que fuera su obra maestra EL PALACIO DEL TÉ (1527-1534) fue precisamente un encargo especial de Federico II Gonzaga, para el que Giulio Romano contó con su propio taller de alumnos, del que saldrían todo tipo de obras de arte, incluida la realización de tapices y decoración.
EL PALACIO DEL TÉ es un edificio con forma de planta cuadrada, concebido no como vivienda habitual, sino como lugar de recreo, para lo cual recurrió Giulio Romano a unos antiguos establos de una villa suburbana, llamada villa de delicias (Delizie) en Isola del Té, en las afueras de las murallas de Mantua.
La estructura del nuevo palacio se levantó en el plazo de dieciocho meses, con forma cuadrada alrededor de un patio en forma de claustro. Completaba todo el conjunto un hermoso jardín, rodeado por una formación de columnatas semicircular conocido como "Esedra".
Sus cuatro fachadas exteriores cuentan con pilastras planas contra paredes de carácter rústico. Asimismo, destacan las ventanas de la planta baja, al ser ésta la principal, con respecto a la primera.
De las indicadas cuatro fachadas destaca la oriental, al contar con motivos paladianos en su pilastra, amén de una loggia abierta en su centro y un arco en el patio.
Son pocas las ventanas que dan al patio exterior, en tanto abundan las columnas decoradas y ventanas ciegas.
Terminada la estructura, la decoración se realizó durante cerca de diez años, contando con la dirección de Giulio Romano.
Durante los siglos XVII y XVIII el Palacio del Té resultó muy dañado, perdiendo gran parte de sus decoraciones, fue saqueado y durante muchos años permaneció completamente vacío, hasta la actualidad en la que sirve como museo y galería de exposiciones.
Sala de los Gigantes
Quizá sea la conocida como LA SALA DE LOS GIGANTES la estancia más espectacular del Palacio del Té, sorprendente para los visitantes que asisten a una especie de cataclismo que se desarrolla ante sus propios ojos. Con forma abovedada, y esquinas redondeadas, aparece pintada sin interrupción desde lo que es la parte superior de la bóveda hasta el suelo, que inicialmente estaba construido a base de piedras de río dispuestas en espiga.
Su temática nos acerca a un motivo mitológico, el castigo infligido por Zeus a los Gigantes que pusieron en duda su poder e intentaron desafiarle hasta en su propio dominio, el cielo. Es así como, desde lo alto del Olimpo, observamos la presencia de Zeus, rodeado de todos los dioses, cuyos rostros reflejan el miedo que les asalta, en tanto Zeus lanza rayos sobre la tierra y golpea a los gigantes en su lastimosa tentativa de alcanzar el Olimpo.
Los gigantes ven como son abatidos mediante rocas y diferentes elementos arquitectónicos, para los que ni sus musculados cuerpos evitan el terror que se abalanza sobre todos ellos.
Toda la escena toma la forma de artificio, en una especie de montaje "teatral", muy del gusto del que participa el estilo manierista.
La asociación de Zeus con el dominio de la casa de Habsburgo, durante el reinado de Carlos I de España, es el mensaje simbólico que transmite la poderosa obra de Giulio Romano.
Toda una maravillosa obra de arte y explosión de expresividad en esta conocida como Sala de los Gigantes, que merece una deliciosa visita.
Palacio del Té. Mantua. Italia....deliciosa experiencia.
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Directorio Hispano de las Artes
Fuentes:
www.wikipedia.es
1000 obras maestras de la pintura. hfullman.
www.aparences.net.
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