BUENA MÚSICA
lunes, 27 de mayo de 2019
domingo, 26 de mayo de 2019
LAS MONTAÑAS FLAMEANTES DE GAOCHANG.
Siempre es una delicia viajar no sólo a lugares que son mayormente conocidos o que nos seducen por diferentes y variados motivos, si bien son muchos para los que viajar constituye una aventura. Pues para los aventureros, los que gustan de vivir "el límite de las cosas", os tengo reservada una escapada especial: LAS MONTAÑAS FLAMEANTES DE GAOCHANG, en China.
Cuenta una vieja leyenda Han que el rey Mono creó una perturbación en los cielos y la derribó sobre un horno, haciendo que las brasas resultantes fueran a caer desde el cielo hasta el lugar donde se encuentran ubicadas las ahora denominadas popularmente montañas Flameantes.
Otra leyenda, en este caso, uigur, nos habla de un dragón que se alimentaba de niños pequeños, al que se enfrentó un héroe y lo cortó en ocho pedazos; y fue su sangre la que convirtió en roja a toda una montaña y los ocho pedazos, a su vez, en los ocho valles de las montañas Flameantes.
Las leyendas son siempre deliciosas, y más cuando se nos alimenta la imaginación para acercarnos a lugares que resultan realmente alucinantes, como son estas montañas de arenisca rojas, estériles y erosionadas que forman parte de lo que es la cordillera de Tian Shan, Xinjiang, en China.
Situadas cerca del borde norte del desierto de Taklamakan y al este de la ciudad de Turpan.
Visión satélite
Sorprenden al viajero sus barrancos y trincheras tallados por lo que durante siglos ha sido la actividad volcánica y que provocó el que la lava fundida se deslizase por las laderas, consiguiendo el aspecto flameante que se puede apreciar según las horas del día.
Por lo que respecta a longitud alcanzan 100 km. de largo y entre 5 y 10 de ancho, cruzando lo que es la cuenca de Tarim, de este a oeste. Unas montañas cuya altura van de 500 metros a 800 metros, y sus temperaturas suelen ser bastante extremas, sobre todo en verano que pueden llegar a los 50º C e incluso más, por lo que está considerada la zona más caliente de China.
La zona desértica en la que se hallan ubicadas hace muchos años era evitada por los comerciantes que hacían la llamada ruta de la Seda, por lo que ciudades oasis como Gaochang eran un paso y a la vez un respiro para los diferentes viajeros.
Se dio el caso de que, en numerosas ocasiones, misioneros budistas acompañaban a los comerciantes, por lo que las conocidas como cuevas de los mil Budas de Bezelik están en un barranco de estas montañas. Son un total de setenta grutas que se remontan a los siglo V al IX.
El nombre por el que se las conoce mundialmente, el de Montañas Flameantes se lo debemos al relato de un monje budista, quien acompañado por un rey Monocon con poderes mágicos, y que en su viaje hacia la India se encontró con un muro de llamas, tal y como se recoge en la novela del siglo XVI, Viaje al Oeste, del escritor de la dinastía Ming, Wu Cheng´en.
Para todos los que disfrutan con la aventura y los maravillosos paisajes que nuestro planeta Tierra nos ofrece, nada mejor que hacer una visita a esta singular zona, eso sí, cuidado con las temperaturas...
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Fuentes:
Wikipedia.
CINE DE ÓSCAR.- DOS HOMBRES Y UN DESTINO.
Cuando George Roy Hill eligió para el reparto de la película que rodaría en 1969, con guión de William Goldman a dos actores de la categoría de Paul Newman y Robert Redford nunca pensó que conseguiría un éxito que podríamos calificar como mágico, en gran medida gracias a ambas estrellas, por supuesto, a un guión comercial en forma de comedia de acción disfrazada de western y a una música y canciones tan inolvidables como las que compuso Burt Bacharach.
George Roy Hill
Un film evidentemente brillante que nos divertía haciéndonos partícipes de las andanzas de dos simpáticos bandoleros con un tono bastante irónico.
Burt Bacharach
Amén de la participación de Newman y Redford, Roy Hill contó con la también deliciosa actuación de la bellísima Katherine Ross, y con el impecable trabajo de Stroher Martin.
A todo ello se unió una canción, que ganaría un Óscar a la mejor canción original Raindrops Keep Fallin´on my Head, letra de Burt Bacharach y cantada por B.J. Thomas.
El estreno de esta película supuso que se vendieran nada menos que 300.000 copias de su banda sonora, y a día de hoy los amantes del cine continúan fascinados por la misma.
El film fue estrenado en 1969 y en el mismo se observaba la buena química entre los dos principales actores y el director, lo que cuatro años mas tarde sirvió para que nuevamente se embarcaran en la que es una auténtica joya del 7º Arte: El Golpe.
Esta película puede enmarcarse dentro de los cánones de la llamada buddy movie, creando una historia que resulta tan dinámica como interesante.
Los perfiles de los personajes están perfectamente dibujados, amén de que el diálogo está compuesto a base de diálogos muy agudos. La narración es del todo acertada, a la vez que viene a combinar lo que es la intriga, la acción, el suspense y por supuesto, el sentido del humor.
Uno de los personajes es Butch, un tío parlanchín, optimista, en definitiva, muy positivo, aunque algo imprudente, papel al que da vida Paul Newman, en tanto Sundace es un tipo más realista, un hombre de acción, aunque más sensato en cuanto a su proceder.
La importancia en el film de la conjunción de ambos protagonistas es lo que llevó a Roy Hill a titularla "Buch Cassidy and the Sundace Kid".
El tiempo parece no haber pasado por esta singular y entretenida historia, es más, son muchos los episodios que permanecen inalterados en nuestra mente como el paseo que Paul Newman hace junto a Katherine Ross, en bicicleta, en tanto suena la tan famosa canción, considerada entre las 10 mejores canciones en la categoría de western por la "American Film Institute" de los Estados Unidos.
La película se basa en una historia real y en unos personajes también reales, la de Robert LeRoy Parker, conocido por su apodo, Butch Cassidy, quien formó parte de una banda de forajidos junto a "The Sundance Kid", una de las más peligrosas y violentas de la historia del Oeste de los Estados Unidos de la segunda mitad del siglo XIX, si bien los hechos y sus protagonistas fueron digamos que "remodelados" por el guionista del film. Ello popularizó a los auténticos bandidos, cuyo final corrió por cuenta de la policía de San Vicente, en Bolivia, que los mató en 1911, si bien nunca se han encontrado sus tumbas.
La sipnosis de la película nos relata las aventuras de Butch Cassidy y Sundance Kid, que son dos ladronzuelos que proyectan asaltar el tren "Union Pacific", en su recorrido de ida y vuelta. El primero de los golpes es todo un éxito, por lo que ambos se marchan a descansar a una pequeña ciudad para dar buena cuenta del botín, y es allí donde Sundance Kid conoce a Etta, una bella maestra, de la que se enamora. Cuando los dos pistoleros llevan a cabo el segundo de los robos, observan que la caja del vagón-correo ha sido reforzada por lo que les obliga a utilizar tanta dinamita intentando abrirla que destruyen todo su contenido.
"DOS HOMBRES Y UN DESTINO" o mejor dicho, BUTCH CASSIDY AND THE SUNDANCE KID" es una película inmortal.
Es así como en 1970, fue premiada con el mejor guión original, William Goldman), la mejor canción original, Raindrops Keep Fallin´on my Head, la mejor banda sonora original, Burt Bacharach, y la mejor fotografía, Conrad L. Hall; asimismo, también fue candidata a mejor película, mejor director, y mejor sonido.
Asimismo, consiguió en 1971, nada menos que 10 Premios Bafta, entre ellos a la mejor música de película, el mejor actor, Robert Redford, y la mejor actriz, Katherine Rosse; Premio Globo de Oro, en 1970, también a la banda sonora original y Premio Grammy.
En 1982, Robert Redford creó el Sundance Institute para jóvenes cineastas, el nombre, por supuesto, lo tomó del pistolero que interpretó en la película. Y tres años más tarde surgió a raíz de este instituto el Festival de Cine de Sundance, de renombre internacional.
Si aún no la han visto, que lo dudo, no se la pierdan, y reincidirán...
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Fuentes:
Fotogramas.
Cadenaser.com
www.alohacriticon.com
lunes, 20 de mayo de 2019
domingo, 19 de mayo de 2019
HISTORIAS DE LA HISTORIA: LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS.
Para muchos la historia no es una simple lectura de acontecimientos o hechos, sino que siempre ha sentado las bases de lo que ha sido la sociedad y su progreso. Es por ello fundamental conocer y abundar en el tratamiento de circunstancias que a todos nos pueden resultar de interés y sobre todo enriquecernos.
En este sentido mi artículo de hoy va dirigido a ser conscientes de una realidad, la historia de unos hombres/soldados cuyas vidas han pasado a la Historia con mayúsculas: LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS.
Las conocidas como islas Filipinas deben su nombre a Felipe II, a raíz de la toma de posesión por parte de la monarquía española de una serie de islas situadas en el Pacífico, en el siglo XVI. Por entonces los dominios españoles se extendían por los cuatro continentes, si bien, después de tres siglos, ese particular imperio quedó reducido a tres países: Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
En el año 1896, una parte de la población tagala inició una rebelión contra España, con la finalidad de acabar la dominación por parte de ésta. Fue en la más extensas de las islas del archipiélago, la Isla de Luzón donde las fuerzas españolas llegaron a contener a los rebeldes bajo la dirección de Emilio Aguinaldo, que se refugiaron en la zona montañosa de Manila. Toda vez que se vio en minoría, decidió abandonar las armas en 1897 y optó por refugiase en Hong Kong.
El hecho cierto es que estando todo casi ultimado, la declaración de guerra por parte de los EE.UU. contra España en 1897, obligó al desembarco de Aguinaldo en la bahía de Manila, para impedir la resolución pacífica del conflicto. A raíz de ello, tan sólo unos meses después España perdería Cuba, Puerto Rico y el archipiélago de las Filipinas.
Baler, una pequeña población situada en la costa oriental de Luzón, con unos 1.700 habitantes, a 230 kilómetros de Manila, protagonizaría un hecho que pasaría a ser histórico.
En 1897 sirvió de escenario de una violenta contienda entre las tropas españolas y los rebeldes tagalos. La situación se calmó gracias a la intervención de un contingente de 400 hombres, quienes regresaron a Manila, eso sí, en tanto se enviaba a la zona un destacamento de unos 50 hombres con el fin de mantener el control.
Poco tiempo después, en 1898, la guerra hispano-estadounidense estaba ya iniciada, el pueblo de Baler quedó incomunicado, desconociendo la derrota de la flota española, tanto en Cavite como el que lo que fue el cerco de Manila.
Esta pequeña guarnición tenía la misión de estar siempre preparada para un posible ataque, por lo que el 30 de junio de 1898, estos hombres se retiraron a una pequeña iglesia, reconvertida en un fortín.
Esta iglesia de apenas 30 metros de largo por 10 de ancho, tenía una casa parroquial adosada, y sus muros eran lo suficientemente gruesos para resistir un ataque. Es más, los soldados hicieron del campanario un observatorio y cavaron dos trincheras.
A todo ello unieron el hecho de aprovisionarse de suficiente comida y agua para defender la posición.
Pese a que los rebeldes tagalos intentaran instarles a la rendición, un total de 54 militares y un franciscano, a los que unieron con posterioridad otros dos religiosos se negaron a ello, incrédulos ante la noticia de la derrota del ejército español: un total de 337 días permanecieron encerrados sin reconocer dicha circunstancia.
Durante todo este tiempo los ataques por parte de los filipinos fueron numerosos, más no poseían armas de guerra a excepción de sus "bolos" o cuchillos largos. En vista de ello, optaron por una especie de guerra psicológica, para lo cual les impedían dormir haciendo ruido constantemente, e incluso recurriendo a las imágenes de mujeres desnudas para provocar el deseo en los soldados.
Fueron vanos todos los intentos de que los soldados abandonaran su situación durante todo el verano, teniendo en cuenta que las bajas fueron debidas principalmente a la mala alimentación y a enfermedades relacionadas con el hacinamiento y falta de higiene, tales como la disentería o el beriberi.
Un total de quince hombres fallecieron y los que aún resistían tenían que enterrarles bajo sus pies.
El Tratado de París, que dio por finalizada la guerra entre EE.UU. y España, se firmó en diciembre de 1898, entrando en vigor en abril del año siguiente. Nuevos emisarios españoles volvieron a fracasar en su intento de que los sitiados dejaran las armas y volvieran a Manila. Es más, hasta las autoridades estadounidenses enviaron, a petición española, una cañonera, con tal de liberar Baler, definitivamente, algo que no se consiguió pues, esta vez fueron los filipinos los que impidieron que se cumpliera el propósito.
A finales de mayo, el teniendo coronel Aguilar, enviado a Baler por orden del gobernador español, tuvo que regresar, sin convencer a soldados españoles del hecho cierto de que todo había terminado y que Filipinas pertenecía a los EE.UU.
Un curioso hecho fue el que vino a minar esta posición y consistió en que los sitiados se apercibieron de que Aguilar había dejado unos periódicos en la iglesia y al final se convencieron de la noticia de que la soberanía de las Filipinas no era ya de España sino de los EE.UU. no podía ser falsa, por tanto, seguir resistiendo en la iglesia carecía de toda razón de ser..
Ello dio lugar a que el 2 de junio de 1899, el destacamento español se rindiera, tras un sitio de 337 días.
En base a la situación de los 33 supervivientes del sitio de Baler, las autoridades filipinas fueron indulgentes y no les consideraron prisioneros. Tras ser recibidos en la capital, Manila, fueron repatriados a España, como héroes.
Y como héroes, diez años después... recibieron "dos pesetas diarias".
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Fuentes: Wikipedia.
www.nationalgeographic.com
miércoles, 15 de mayo de 2019
domingo, 12 de mayo de 2019
IRINA IONESCO.- EL BARROQUISCO EN LA FOTOGRAFÍA ERÓTICA
Irina Ionesco
A lo largo de la historia de la fotografía, las imágenes eróticas, unas veces censuradas y otras aceptadas, han venido a plantear las más variadas concepciones sobre lo que puede ser considerado como "sensualidad".
En diferentes disciplinas artísticas como la pintura, la escultura.., este tipo de expresiones han ocupado un espacio más que privilegiado.
IRINA IONESCO es una fotógrafa nacida en París, en 1935, hija de emigrantes rumanos.
Siendo muy pequeña se trasladó junto a sus padres a la localidad de Constanza, realizando sus estudios en Rumania.
En 1946 volvió a París, iniciándose en el mundo del ballet, si bien una enfermedad la volcó en la pintura.
Esta última afición, así como la de viajar la llevó por gran parte de Europa.
No fue hasta 1964 cuando recibió como regalo una Nikon y con ella empezó a experimentar las posibilidades de lo que la fotografía podría representar para sus deseos de crear y transmitir. Es así que se decidió por los retratos, en blanco y negro, y cuyas protagonistas eran mujeres, en la mayoría de los casos semidesnudas o desnudas, cubiertas de joyas y diferentes complementos, profundizando en el mensaje de la relación que existe entre la violencia, el erotismo y la muerte.
Su popularidad alcanzó notable relevancia a partir de una exposición que tuvo lugar en la Galería Nikon en Paris, en 1974, siendo la suya una trayectoria que le haría participar en numerosas revistas y también en la publicación de libros, como Femmes sans tain, Nocturnes o Temple aux miroirs.
En total tiene publicados 20 libros, entre ellos, Eva: Eloge De Ma Fille.
Un hecho más que significativo y que supuso un antes y un después en su carrera fotográfica fue la publicación de desnudos de su hija Eva, cuando sólo tenía diez años, lo cual provocó un debate sobre el papel del desnudo infantil en la fotografía.
No fue hasta el año 1982 cuando realizó su primera exposición individual de fotografía, en color, en la Galería Creatis, en París.
Un año más tarde inició otro proyecto con el nombre de Pour une pyramide, que es un estudio psicoanalítico ilustrado.
La UNESCO le encargó en 1989 realizar un documental sobre las ciudades y mujeres que viven en las arenas de Mauritania. El descubrimiento del continente africano contribuyó, en gran medida, a que desde 1995, Irina Ionesco pase grandes temporadas en el norte de África, alternando sus estancias en París.
Reconocer la obra de Irina Ionesco resulta en gran medida fácil, por diferentes razones, como pueden ser el hecho de que sus imágenes poseen un marcado carácter barroco que produce el exceso de atrezo, y a la vez una cierta agresividad en la expresión de la mirada. Sus mujeres posan en decorados lujosos y glamurosos, en actitudes forzadas, semidesnudas y cubiertas de joyas, abundando el maquillaje y los cabellos adornados con diferentes abalorios...En cada una de sus imágenes se sugiere una violencia latente. Es por ello que su fotografía nos acerca a dos mundos que, en puridad, vienen a converger, el erotismo y la muerte, eso sí, "vestidos" de elegancia y belleza.
Son más que abundantes los símbolos y objetos fetichistas, creando una atmósfera artística que puede calificarse como sensualmente barroca.
El escándalo morboso que supuso que su hija Eva posara, con idénticos atrezos que una modelo adulta, le trajo sus consecuencias a Irina Ionesco, toda vez que a raíz de una sentencia judicial de 2015, Irina Ionesco tiene prohibido el exhibir fotos de su hija, Eva, que hoy en día tiene 50 años, sin el consentimiento de ésta.
Su trabajo se complementa con la publicación de fotografías en diferentes revistas francesas y extranjeras.
Nota: Toda vez que la mayoría de las imágenes captadas por Irina Ionesco son desnudos, he procurado no incluir en este artículo aquellos que pudieran dar lugar a censuras en redes sociales. Es por ello que quien quiera libremente conocer a fondo la obra artística de esta fotógrafa puede verla accediendo personalmente a cualquier publicación en papel o portal de internet.
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Fuentes: www.elperiodicodearagon.com
www.cadadiaunfotógrafo.com
https://es.wikipedia.org
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