sábado, 26 de julio de 2014

FELIX FENEON: "Novelas en tres líneas"

Felix Feneón


Buen día amigos, hoy tenemos cita con una personalidad del todo extraordinaria, quizás muchos de vosotros no le conoceréis, pero puedo aseguraros que después de la lectura de este "post", Felix Feneón estará entre vuestros mas amables y sencillos conocimientos dentro del mundo en el que conviven aquellos seres humanos que pueden considerarse como "inclasificables", si bien, FELIX FENEÓN, en teoría, y por lo que fundamentalmente ha llegado hasta nosotros su relevancia es por sus "Novelas en tres líneas".
Podemos considerarle un "artista" de una total actualidad, si nos centramos en su obra, en la labor que realizó y ante todo, por su biografía, mas que suculenta.

Felix Feneón

Nuestro protagonista de hoy nació en Turín en 1861, y falleció en Chatenay-Malabry, en 1944. Poco sabemos de su infancia, salvo que creció en Burgundy.
Su actividad se desenvolvió entre el periodismo, la crítica de arte y la dirección de distintas revistas francesas, todas ellas, de gran conocimiento por el público y por la crítica.
Con apenas veinte años empezó su andadura laboral en el Ministerio de la Guerra, por lo que se trasladó a vivir a París. Es entonces cuando, Felix llegará a simultanear, frente a sus amigos y conocidos, una doble vida, pues, en tanto en el Ministerio destacó por el hecho de que era capaz de redactar cualquier nota o pequeña reseña con suma facilidad, muy al contrario que sus compañeros, dando cuenta de hechos o circunstancias acaecidas, y sobre todo, con pocas y acertadísimas palabras, lo que le  valió ser el ascendido a jefe del Departamento; por otro lado, este hombre, prácticamente inadvertido, cobra una inusual importancia gracias al descubrimiento que lleva a cabo de numerosos talentos, en el mundo de la literatura y la pintura.
Sus años de trabajo en el Ministerio los compartió con la colaboración en distintas revistas literarias, en las que hacía críticas y reseñas, entre ellas Le libre revue, La Revue indépendante y La Vogue. Su intención principal fue el descubrimiento de nuevos valores: así en esta última publicación  fue donde editó y ordenó las Illuminations de Rimbaud. Tambien se encargó de la publicación de los Cantos de Maldonor, escritos por el poeta uruguayo Isidore Ducasse, conocido por Conde de Lautreamont. Ambos libros fueron del todo escandalosos para la sociedad de su época.
En el mundo del Arte, podemos destacar, dentro de los que se podían considerar sus protegidos, sin perjuicio de la opinión de la crítica y del público, a Paul Signac, Toulouse-Lautrec, Bonnard, y los Pisarro, tanto el padre como el hijo. Pero no solo fue el conocimiento de estos artistas lo que hizo de Felix Feneón una persona ilustrada, sino que también el hecho de que se hizo con una gran cantidad de obras producción de aquellos.
Su ascendencia dentro del mundo de las letras, le llevaron a trabar conocimiento con Apollinaire, Alfred Jarry o Remy de Gourmont.



No cabe la menos duda que Felix Feneon fue un hombre de ideas liberales, sumamente inteligente, y que ejercía una gran fascinación sobre todo aquél que tuviera ocasión de conocerle. La Francia de la época  vivía el anarquismo libertario lo que producía continuos enfrentamientos entre el proletariado y la burguesía. Feneón se vio envuelto en las primeras acciones de terrorismo anarquista, con fatales consecuencias, pues causaron numerosas víctimas humanas entre la población civil; el que fuera su amigo, Emile Henry fue acusado de lanzar una bomba dentro del café Terminus, lo que constituyó no solo una masacre, a nivel social, sino que incluso dentro de las líneas anarquistas hubieron quienes condenaron tan deplorable acto.
El 4 de abril de 1894 una bomba hace explosión en el llamado restaurante Le Foyot, uno de los mas lujosos de la capital francesa. La bomba en cuestión había sido colocada dentro de una maceta, en tanto el explosivo que la activaba se encontraba escondido en forma de mecha como si se tratase de un tallo de la misma. El detenido como presunto autor de tal explosión no fue otro que Felix Feneón, que perdió un ojo en la misma, y a partir de entonces tuvo que utilizar un ojo de cristal.
Mas las pruebas que acusaban a Feneon no se sostenían por si mismas, pues se basaban única y exclusivamente, en que se habían hallado fulminantes de mercurio en el cajón de su despacho en el Ministerio de la Guerra. Fue detenido durante tres semanas, pasó tres meses en prisión preventiva, y poco después el Estado le inculpó en el conocido como proceso de los Treinta.
Este suceso se inició con el asesinato del presidente Sadi Carnot, el 24 de julio de 1894, por el anarquista italiano Sante Geronimo Caseria. 
Las respuestas a cada una de las preguntas que se le hicieron a Feneón en el juicio hicieron de éste una auténtica estrella por su ironía y su ingenio. No fue condenado, pero había perdido para siempre, amén del ojo, su puesto en el Ministerio de la Guerra.
Estas son las fotos que se tomaron de Feneón el día de su detención.

Ficha policial


No cabe la menor duda que la vida era sumamente afortunada con Felix, pues el abogado que llevó a cabo la defensa de los Treinta le contrató como editor de La Revue Blanche. De esta forma, Felix Feneon tuvo la oportunidad de contactar con la élite de las letras, a todo escritor o artista que le pudiera interesar. Baste mencionar que el crítico musical de la revista en cuestión no era otro que Debussy y André Guidé, al que Felix descubrió, el crítico literario. De esta forma fueron "pasando" por la revista los mejores plumas de la literatura, tales como Proust, Apollinaire, Jarry, Paul Claudel, Jules Renard. 
Fue precisamente gracias a su posición en La Revue Blanche como Felix Feneón hizo realidad el sueño de su vida, el de descubrir todo tipo de talento literario e impulsarlo.

La Revue Blanche

Después de ocho años de vida literaria, La Revue Blanche cierra y Felix Feneón empieza a trabajar en Le Figaro, aunque gran parte de sus colaboraciones iban sin su firma.
Hacia 1906 empieza a trabajar en Le Matin, una publicación de tendencias liberales, en la que elaborará sus famosas Novelas en tres lineas.
Mas la actividad artística, periodística y literaria de Felix Feneón no acaba aquí sino que los hermanos Bernheim le hicieron una oferta por la cual debería hacerse cargo de su Galería de Arte, algo a lo que Felix se apuntó de inmediato, tal era su afán de conocimiento en todos los niveles humanos; de esta forma la Galeria Bernheim-Jeune tuvo un pero que muy especial gerente y además le ofreció la posibilidad de seguir con su colección de arte. También se hizo con una editorial, eso sí modesta, pero que por medio de la cual ayudaba a todo aquel que intentaba abrirse un hueco en la literatura. 
La siempre buena intención y acción de Felix Feneón de hacerse con una mas que consolidada colección de obras de arte, sirvió en gran medida a que despues de su fallecimiento, en 1944, su viuda consideró la creación de unos premios que se entregan cada año en Francia. Y así, desde 1949, un comité de la Universidad de la Sorbona es el encargado de elegir, a artistas todos ellos jóvenes, no mayores de treinta y cinco años, dos: un escritor y un pintor, a los que se les dota económicamente para desarrollar lo que es la pasión de su vida. 
Desde luego, mis queridos amigos, la vida y la obra de Felix Feneón no tiene desperdicio y para rematar el tema de hoy nos quedamos con el concepto de lo que Felix quiso transmitirnos con sus "Novelas de tres líneas"



En principio, sentar las bases que como funcionario en el Ministerio de Guerra, en el que redactaba noticias escuetas, la técnica de las Novelas en tres líneas se convirtieron para Félix Feneón en la forma de poner a disposición del público en general todo tipo de noticias y mas que noticias, relatos de hechos, concisos, precisos, mas perfectamente estructurados.
Los temas mas recurrentes eran los relativos a los sentimientos humanos, fundamentalmente, a las venganzas de maridos ultrajados, de ecos de sociedad, y de accidentes que tenían al día a sus lectores de lo que ocurría, día a día.
Su destreza y habilidad se fue desarrollando con el tiempo, e incluso el sentido del humor, entre irónico y sarcástico, es frecuente en muchas de ellas. La crónica social del todo frecuente se ve aderezada por calificativos exactos y consolidados con una claridad meridiana.

Y como de muestra vale un botón, aquí tenéis algunas de esas maravillosas novelas cortas:

"Su majestad el rey de Camboya Sisowarth, en Marsella, ha repartido su tiempo entre sus bailarinas, un pedicuro y la exposición colonial"

"Al ser epiléptica, una granjera de Saint-Jean-les-Deux-Jumeaux (Sena y Marne), la señora Robeis, cayó de cabeza en una jarra de leche. Ahogada".

"Cuando su tren estaba parando, la señora Parlucy, natural de Nanterre, abrió la portezuela y se asomó. Pasó un expreso que rompió la cabeza de la mujer y la portezuela del tren".





Y, por cierto, no podía dejar de mencionar algo fundamental, cada una de las novelas en tres líneas no excedían de 140 caracteres, a qué os suena eso? TWITTER.
Lo que no esté ya inventado, es porque no conocemos que, efectivamente, lo está. 

Tres líneas

BUEN DIA A TODOS

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