ADOLPHE ÉTIENNE PIOT: LA DULZURA ACADEMICISTA.

Primavera, por Adolphe Piot

Buen día.

Hoy hacemos una pequeña reseña, ya quisiera yo extenderme más en la vida y la obra de este delicioso pintor francés, que se considera dentro de lo que viene a llamarse pintura academicista, y que destacó tanto en la pintura de género como en el retrato femenino, proyectando sobre ambos una especial dulzura y una belleza del todo especial.

Motherhood

Su nombre es ADOLPHE ÉTIENNE PIOT, si bien se desconocen los datos relativos a su nacimiento así como los de su fallecimiento,situándolos entre los años 1820-1910, pues a lo largo de su vida adoptó variados nombres, lo que nos ofrece cierta confusión, más sí que es del todo cierto que su presencia en el Salón de París, entre los años 1850 a 1909, fue reseñada y gracias a ella adquirió una más que meritoria fama. Precisamente, la primera de dichas pinturas, con la técnica del óleo, fue la conocida con el nombre de "Retrato del autor".

Sí que podemos señalar como lugar de nacimiento Digoin (Francia) y que para formarse se trasladó a estudiar a París, a la École des Beaux-Arts de París, para a continuación ser discípulo de León Cogniet, del que recibió una especial enseñanza sobre el tratamiento de la figura humana, algo en lo que Piot destacó a lo largo de toda su trayectoria artística.

En sus distintas participaciones en el Salón se presentaba, a veces, bajo el nombre de Étienne-Adolphe y otras como Adolphe Piot, por lo que, en principio se creyó que eran dos los pintores que acudían con sus obras, pero el tiempo ha venido a demostrarnos que era un único artista que gozó de una vida más que longeva.

En las dos primeras décadas de su trayectoria artística y así podemos verlo reflejado en sus más que continuas presencias en el Salón de Paris, Adolphe Piot se decanta, fundamentalmente, por el retrato, abundando en el femenino, si bien es a partir de 1870 cuando su obra cambia un tanto de temática.

Un hecho destacado es la gran popularidad de este artista entre la alta sociedad parisina, a la que gustaba sobremanera no solo el tema del retrato, sino también la esencia que el autor captaba siempre de su modelo.

En su obra se observa una total idealización de la figura femenina a la que trata con gran delicadeza y que nos muestra con especial dulzura. Son los suyos retratos de jóvenes y niñas de los que destacan sus singulares y bellos rostros al pintarlos sobre un fondo oscuro. Y de todo ello, la obra de Piot nos brinda lo que puede venir a calificarse como una inocencia innata en la figura que nos deleita con su contemplación.

Incluso en retratos en los que la modelo no puede considerarse como enmarcada en ese estatus de alta burguesía, sino que es sencillamente una joven o niña del pueblo, la belleza de la paleta de Piot habla por sí sola.

Y es tanta su popularidad que en 1893, Piot entró a formar parte como miembro del Salón de París y a la vez expone en la Exposición Universal de 1889.

Sencillamente, la obra de Adolphe Piot nos atrae y nos llena de emoción, pues pese a los tiempos convulsos que le tocó vivir, y los que, viviera en propia persona, siempre decantó su pintura hacia el aspecto más delicado y sutil de lo que es la belleza, y sobre todo, la femenina.

BUEN DÍA A TODOS

PURA KASTIGÁ

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Fuentes: Historia del Arte.

Wikipedia.