Una de las obras más emblemáticas y hermosas que nos ha legado la antigua Grecia está colocada, desde su restauración, en 1884, en lo alto de la escalera Daru, a la entrada del Museo del Louvre: LA VICTORIA DE SAMOTRACIA.
A raíz de los bombardeos que tuvieron lugar durante la Segunda Guerra Mundial fue retirada de su ubicación en 1939, para volver a ser reubicada en 1945.
La última de sus restauraciones se llevó a cabo en 2014, consiguiendo que el espectador quede del todo deslumbrado ante su imponente belleza.
La isla de Samotracia, a la que debe su denominación, tiene una superficie de 178 kilómetros cuadrados, y está al norte del mar Egeo. Es una isla montañosa y sus costas nos ofrecen zonas muy escarpadas. Para el viajero que acceda, por vez primera, la sorpresa la ofrece el monte Fengari, que con sus 1.611 metros de altura, es el más alto de la isla.
Los griegos consideraban a Samotracia como un lugar inhóspito, más perfecto para salvarse de los vientos del norte que azotaban sus costas, y es por ello que el principal santuario de la isla estuviera dedicado a dioses protectores de los navegantes, que según su condición social y sus posibilidades, hacían las correspondientes ofrendas votivas, siendo una de ellas la conocida como La Victoria de Samotracia, una escultura que viene a representar una Niké o victoria alada, descubierta en el año 1863 por el arqueólogo francés Charles Champoiseau.
En los diferentes santuarios que existieron en la isla eran frecuentes diferentes rituales, algunos de ellos de iniciación, tal y como se desprende de una estela hallada en el santuario en cuestión y en la que aparecen los nombres de los iniciados que participaron de los misterios (Museo del Louvre, 160-180 d.C.).
El descubrimiento que llevó a cabo Charles Champoiseau de la Victoria, solo lo fue de la parte principal, es decir, la que va del busto a los pies, la cual estaba prácticamente intacta y realizada con una extrema habilidad. Durante los trabajos de excavación también localizó el ala izquierda, eso sí, del todo fragmentada, pero prácticamente íntegra. No obstante, jamás se recuperaron ni la cabeza ni los brazos, a excepción de algunos fragmentos.
Más sobre lo que se consiguió rescatar de esta bellísima escultura se pudo saber cómo se llevó a cabo su ejecución; así para tallar las diferentes piezas se cortaron varios fragmentos de mármol: dos bloques para cada brazo, otros dos bloques para cada ala, un bloque más pequeño para la cabeza y el busto, y el bloque más grande quedó reservado para el cuerpo.
Después de ser esculpidas cada una de las piezas por separado, se procedió al ensamblaje de unas con otras, para lo cual en el interior del torso se hizo un agujero en el que encajaba una pieza de bronce sobre la que, a su vez, se podría situar el busto y de esta forma quedaba fijado a aquél.
Sin embargo, la colocación de las alas supuso un trabajo más complicado, pues en el caso en que se hubieran fijado exclusivamente al cuerpo, su propio peso las habría hecho caer; más el artista que llevó a cabo su ejecución esculpió una especie de base situándola en la espalda de la Victoria, sobre la que situó ambas alas, y de esta forma aseguró su fijación.
Con respecto a los brazos, se supone que el derecho estaba alzado, simulando saludar y doblado por el codo, en cuanto al izquierdo, no existe una hipótesis exacta, pero se piensa que se situaba pegado al cuerpo o, como mucho, un poco desplazado de éste.
En conjunto la estatua alcanza los 2,70 metros de altura, y descansaba sobre una base en forma de proa de navío con tres espolones, hecha con 23 piezas repartidas en dos niveles, con una altura total de 5,57 metros y un peso de 30 toneladas.
Situada en un recinto cerrado en la terraza elevada que se extiende sobre el teatro, su altura la hacía visible desde cualquier punto de la isla de Samotracia.
En principio se pensó que formaba parte de un manantial o fuente con estanque, algo que quedó después desmentido.
Los restos de una de sus manos que pueden observarse en una vitrina, sostenían una trompeta con la cual anunciaba la correspondiente victoria, si bien todavía se tienen dudas sobre qué victoria se trata, pues por el estudio de sus estilos se sitúa en la época del gran friso de Pérgamo, que se conserva en Berlín, es decir, en los años 180-160 a.C. De ser cierto esto último, la estatua celebraría la victoria naval de Side (190 a.C.) en la que Rodas, aliada con Pérgamo, se impuso a Antíoco III, señor de Siria.
Y fue durante el reinado de Napoleón III (1808-1873), cuando el por entonces arquitecto del Louvre Héctor Lefuel, unió mediante esta escalera -Daru-el ala histórica de lo que es la Galería de Apolo y del Salón Cuadrado con las que fueron construyendose en paralelo en la Gran Galería, y que la que al día de hoy podemos disfrutar de deliciosas pinturas francesas de gran formato, todas ellas del siglo XIX.
Cuando estalló la gran guerra francoprusiana, las obras de adaptación aún no habían tocado a su fin, y en 1883 se habilitó un espacio para la Victoria de Samotracia que no le restara ni le impidiera ser objeto de admiración. La escalera fue en 1934 objeto de remodelación, al ser retirados los mosaicos que la decoraban, y al día de hoy, el aspecto que nos ofrece es de un estilo del todo internacional y que asombra por su pureza y elegancia.
Y para quién desee conocer "in situ" esta bellísima escultura, un viaje a París, y una visita al Museo del Louvre....
Bon voyage!
Y para quién desee conocer "in situ" esta bellísima escultura, un viaje a París, y una visita al Museo del Louvre....
Bon voyage!
BUEN DÍA A TODOS
PURA KASTIGÁ
Fuentes:Historia. National Geographic
MUSEO DEL LOUVRE. Arte y Arquitectura.
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