domingo, 16 de mayo de 2021

MARY DELANY.- EL MÁS HERMOSO JARDÍN DE PAPEL.



Nada más alejado de la realidad que nunca es tarde para dedicar tu vida, o lo que resta de tu tiempo, a hacer lo que te apetezca, lo que te guste o enriquezca, y mucho menos que por el hecho de ser mujer no destaques en lo que emprendas. Si algo es cierto es que a lo largo de la Historia -la que se escribe con mayúsculas- han sido miles las mujeres cuya trayectoria vital ha sido extraordinaria; no por el hecho de no indagar en los distintos referentes de la cultura, se puede afirmar rotundamente que la mujer no haya desempeñado y lo sigue haciendo un papel fundamental en el mundo del arte, en todas sus facetas. 

Hoy vamos a demostrarlo.



MARY DELANY (Granville, de soltera) nació en Coulston, Wiltshine -Inglaterra- el 14 de mayo de 1700, en el seno de una familia aristocrática y conservadora, gracias a lo cual pudo recibir una buena educación, con independencia de ser mujer, pues hablaba varios idiomas, entre ellos inglés y francés, amén de tener conocimientos de historia y música. Su infancia y adolescencia transcurrió cerca de la corte, si bien siendo aún una niña su familia se trasladó a Londres, donde la pequeña Mary asistió a una escuela dirigida por una refugiada francesa, Mademoiselle Puelle.



Debido a las dificultades económicas por las que atravesó la familia, la joven Mary Granville, con solo 17 años, tuvo que abandonar sus aspiraciones artísticas y acceder a un matrimonio concertado con Alexander Pendraves, un rico miembro del Parlamento, mucho mayor que ella, pues contaba con 60 años cuando contrajeron matrimonio. Eso sí, la ventaja para Mary Delany  fue que con 21 años ya era viuda, y las facilidades de que gozaban las viudas, por entonces, en lo que se refiere a la facultad de desplazarse y hacer con su tiempo lo que quisieran, eran del todo imposibles para una joven soltera de la misma edad. 




Todo ello vino a ofrecer a Mary Delany, mujer de fuerte y de enérgico carácter y con amigos de influencia en la corte, la posibilidad de instalarse en Londres, y entrar en contacto con numerosas personalidades del arte y las letras, entre ellos, Johathan Swift, gracias al que conoció a su segundo marido Patrick Delany, un clérigo anglicano irlandés, trasladándose a Dublín, y cuyo matrimonio duró veinticinco años.




Es así que en 1768, Mary Delany vuelve a quedar viuda, y es cuando con 71 años, comienza su vida artística, regresando a Inglaterra, y junto a su amiga Margaret, condesa viuda de Portland, se establece en Bulstrode, en el Buckinghamshire, relacionándose con estudiosos de la botánica -Mary Delany siempre fue amante de la jardinería-. Joseph Banks y Daniel Solander, dedicando su tiempo a la recolección de conchas y diferentes especímenes botánicos.




Es a partir de entonces cuando su gran afición se transforma en arte, pues aprendió y perfeccionó la técnica del decoupage, por entonces de moda entre las damas de la corte. 

(El término decoupage tiene su origen en la palabra francesa découper, cuyo significado es recortar. Consiste en una técnica manual decorativa en la que se emplean papeles impresos o telas para pegar sobre soportes varios como madera, cerámica, metales, vidrios, o cartón, entre otros. La finalidad es que imite a la pintura a mano, sirviéndose de técnicas de pátinas y pintura, y terminando con un acabado con barniz).




Su trabajo nos ofrece la percepción de sus bellísimas y detalladas representaciones de plantas, sirviéndose para ello de papel de seda y coloración a mano. Su inmenso amor por la jardinería y la botánica le permitía dedicar su tiempo a recortar, y construir sobre un fondo negro de terciopelo, toda una colección de diez volúmenes de cuadernos, en total 1700 collages de flores de papel, conocida como "Flora Delanica"





Hasta tal punto llegó su popularidad que de todos los rincones del país recibía flores para que le sirvieran de modelos para sus "collages"; el rey Jorge III y su esposa, Charlotte, llegaron a compartir esta afición con Mary Delany, y con el tiempo le concedieron una pequeña casa en Windsor y una pensión para el resto de su vida.

El trabajo de Mary Delany no solo destaca por la belleza de sus diseños, sino también por la compleja precisión científica de los mismos, pues cada collage está perfectamente identificado con una etiqueta con los nombres linneanos y comunes de la planta y en la parte posterior de cada una de sus obras, Delany anotó la fecha y el lugar en el que concibió el mismo, quien le donó el espécimen y le dio un número en su colección.




El exquisito trabajo de esta mujer que nunca abandonó su deseo de hacer arte partiendo de la Naturaleza, se ha visto recompensado pues, a día de hoy, los collages se encuentran en el Departamento de Grabados y Dibujos del Museo Británico, a raíz del legado que hizo su sobrina nieta, en 1897, Augusta Hall.

Es más su legado también podemos admirarlo en The Royal Collection, la Galería National de Irlanda, Dublín y la Biblioteca Lilly, Universidad de Indiana, Bloomington, EE.UU.




Si os apetece conocer con mayor profundidad la vida y obra de esta deliciosa mujer, en 2019 se publicó una biografía de MARY DELANY, por Clarissa Campbell Orr.




Fuentes:
Wikipedia.
https://www.floresyplantas.net

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