Buenos días amigos y compañeros de este siempre delicioso paseo (al menos, para mi lo es), por el mundo de la cultura, que abarca todas las disciplinas artísticas.
Hoy me he propuesto que pasemos unos buenos momentos con un artista un tanto especial: su nombre Alex Gross, nacido el 30 de agosto de 1968, en Roslyn Heights, Nueva York, y que, en la actualidad desarrolla su trabajo, fundamentalmente, en Los Angeles (California).
El artista mezcla en sus obras el surrealismo mas clásico con el aspecto más sórdido de la publicidad y la propaganda: así podemos encontrarnos con mujeres que son absorbidas por la pantalla del móvil, con animales extinguidos, supermercados, caras pixeladas.... todo lo que nos lleva o mejor dicho nos arrastra a una especie de mundo apocalíptico.
Os aviso de antemano, la imaginación de Alex Gross no conoce límites y la expresión de la misma, tampoco, así que este post, va cargado de imágenes que os llamarán poderosamente la atención, y por supuesto, la mas completa de las sorpresas ante el imaginario de este todavía joven artista.
En su obra, nos presenta un mundo de una profunda espiritualidad y al mismo tiempo de una cultura carente del menor valor, una mezcla de extremos en los que la violencia y la belleza son protagonistas. Sí que podemos dar posicionamiento al consumismo, la marca, la globalización y todo una mezcolanza de amores y odios, que completan la obra de nuestro artista de hoy.
(Como podreis comprobar por las imágenes que hasta el momento os he ido insertando para nada he faltado a la realidad en la apreciación de la obra de Alex Gross)
Gross consigue reflejar en sus cuadros esa falsa sensación de seguridad y la fealdad que abunda en los escenarios que tenemos ante nuestros ojos, día tras día, y en la que no nos damos apenas cuenta, por sernos ya del todo comunes.
Es de reseñar también las marcas y los diferentes idiomas que utiliza en los carteles -árabe, chino, japonés, hebreo, inglés- todo ello no hace mas que aumentar la universalidad de ese mundo apocalíptico y, sin embargo, que nos resulta cómodo, y que Alex traduce en su pintura. Así podemos observar, como en una de las imágenes que os he incluido como un lagarto, muy bien vestido y una chica con un bolso de marca se disponen a beber una Coca-cola. Todo ello se desarrolla en un campo de flores amarillas, del que surgen cabezas, la de Mao Zedong, la primera. Una máquina, en la que figuran caracteres chinos, le sirve de árbol de la ciencia del bien y del mal.
Pues bien, Alex se graduó en 1990, en el Art Center College of Desing, en Pasadena, California. En el año 2000, recibió una beca de la Fundación Japón, y pasó dos meses viajando por dicho país, lo que le llevó a hacer una profunda recolección de imágenes y vivencias que luego aplicó a su obra. Baste con ello decir que parte de su colección ha sido publicada por Taschen bajo el titulo de Bellezas Japonesas en el año 2004.
Alex Gross es un ejemplo y un espejo fiel de las distintas tendencias que han conocido y servido para que nuestro tiempo sea lo que es actualmente. Es radicalmente moderno, pero al mismo tiempo, su esencia tiene una herencia que guarda una muy definida tradición. Mago, prestidigitador para crear de lo cotidiano, haciendo de ello un mundo lleno de inquietantes experiencias, y también da una particular visión de su ironía y su cruel mordacidad.
Enmarcado en lo que se considera SURREALISMO POP o Arte Lowbrow, consistente en un movimiento californiano de arte popular, cuyas raices culturales se remontan al comic underground, así como a las ilustraciones que eran usadas en portadas para aquellos libros, que todos hemos tenido, y que nos hablan de cultura popular, e incluso en carteles publicitarios, su obra tiene puntos en común con las manifestaciones artísticas de la calle, el graffiti, el arte urbano, o el mismo tatuaje; también es abundante el arte popular japones en toda su obra.
Alex Gross goza coleccionando las imágenes y los objetos que le sirven de base para conformar su obra. Es un hombre transgresor, en todos los sentidos, nada de lo que el hace ha sido realizado antes, pues los moldes que emplea los ha creado él mismo.
Su arte tiene, además, un notable tendencia narrativa, para lo cual utiliza, como ya he mencionado iconos, imágenes y emblemas de lo que es la cultura popular, pero de todo ello consigue crear un universo del todo sorprendente, que nos deja preplejos, y cuyos mensajes nos llegan incluso a desconcertar.
Lo suyo es una continua pesadilla, en la que se suceden las alucinaciones, en la que cada elemento nos sugiere otra alucinación que anula la anterior, y, en todo caso, le da un diferente sentido.
Muchos de los artistas que han sido incluidos dentro del movimiento SURREALISMO POP son dibujantes de historietas underground; entre ellos podemos hablar de Robert Williams o Gary Panter y sus primeras manifestaciones y exposiciones al público se realizaron en galerias de arte alternativo de Nueva York y Los Angeles, entre ellas La Psychedelic Solutions Gallery, en el East Village, La Lus de Jesus de Billy Shire o la galería Zero One, en Hollywood.
A medida que artistas fueron uniéndose a este movimiento, fueron cada vez mas las Galerías que apostaban por mostrar sus colecciones, y por un público que se decantó por alabar la naturaleza de las distintas obras.
Quizá lo que mejor caracteriza la obra de Alex Gross es la extraordinaria mezcla que nos ofrece de arte pop junto a todo tipo de imágenes grotescas, provocadoras, de las que son protagonistas personajes de dibujos animados conocidos por todos, de comics e incluso hasta utiliza monstruos del imaginario mundo del cine, juguetes y hasta personajes como hadas.
Evidentemente, Alex Gross no puede ofrecernos más, como exponente de una cultura moderna, más que moderna, yo la calificaría como del todo diferente y exclusivista, pues le pertenece, por derecho, a él, únicamente, a Alex Gross, y por supuesto, la siempre presente esencia de Japón, con la tan particular visión que llegó a consumar durante su estancia en dicho pais.
Si algo caracteriza el "post" que os he propuesto para hoy es la profusión de imágenes, pero sin dicho elemento es del todo imposible conocer a fondo el peculiar estilo de Alex Gross, un hombre que nos transmite una inquietud desconcertante, pese al colorido y al ingenio de sus propuestas. El sentido de la ironía y su forma de interpretar el mundo, mediante su cultura, historia y política ponen de manifiesto la personalidad de este excepcional artista y nos llevan a mundos inexplorados, pero que están ahí, al alcance de todos, sólo que ALEX GROSS es el único que ha sabido presentárnoslos.
Nuestro genio: provocador y transgresor
¿Y que GENIO NO LO ES?
BUEN DÍA A TODOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario