domingo, 14 de septiembre de 2014

FRIEDRICH HÖLDERLIN: LA LÍRICA ALEMANA.



Mas que buenos días, mis queridos amigos, toda vez que voy observando que mi blog va subiendo en visitas, y espero que, en consecuencia, en fidelidad a su lectura. Variados temas tenéis a vuestra disposición, así que siempre podréis encontrar alguna historia, personalidad, o hecho que os pueda interesar conocer.
Hoy vuelvo a la POESIA, y de la mano de un poeta alemán FRIEDRICH HÖLDERLIN, un hombre cuya vida estuvo marcada por la mala fortuna de padecer una enfermedad mental que fue agravándose con el tiempo: la esquizofrenia catatónica; mas ello no le privó de que de su mente surgiera una lírica mas que especial, y que su obra, en conjunto, sea alabada como una de las mas importantes dentro de la tradición clásica, que la une con el nuevo romanticismo.


Nuestro protagonista de hoy nació en Lauffen am Neckar, Alemania, en 1770, y falleció en Tubinga, en 1843. 
Su familia pertenecía a la burguesía alemana, siendo su padre administrador del seminario protestante de Lauffen. Mas la desgracia pronto sacude a la familia y con tan solo dos años, Friedrich pierde a su progenitor. Su madre vuelve a contraer matrimonio, esta vez con Johan Christoph Gock, consejero municipal de Nürtingem, ciudad en la que Friedrich se educó junto con su hermana Rike, y su hermanastro, Karl, al que adoraba.
Siguiendo la tradición familiar, Friedrich ingresa en el año 1784 en un colegio que le sirviera de preparación para el seminario, en el que entraría en el año 1788, para estudiar teología, concretamente, el Tübinger Stift, -seminario de la Iglesia Protestante-, en la ciudad de Tubinga, en Württember. Fue precisamente de esta época de la que data su relación con sus amigos y compañeros Georg Wilhelm, Friedrich Hegal y Friedrich Schelling, que influeron unos en las ideas de otros.


Friedrich Hölderlin no se conformó con estudiar teología, sino que también conoció a fondo la literatura y la filosofía clásicas, traduciendo al alemán tragedias griegas y empezando a escribir poesía. La influencia del ideario de Platón y la mitología y cultura helénicas le llevaron a alejarse un poco de la fe protestante.
Es en 1783 cuando Friedrich abandona el seminario y es por ello que puede ejercer el ministerio evangélico, mas no llegó hacerlo jamás, sino que se dedicó a educar a hijos de nobles y burgueses ricos.
Precisamente, fue Schiller quien le presentó como preceptor para el hijo de Charlotte von Kalb, en Waltershausen, mas poco le duró el trabajo, pues lo abandonó, argumentando el poco interés de su alumno en el estudio. 
Poco después se traslada a Jena, una de las ciudades con mayor movimiento intelectual de Alemania, y allí se aplica a asistir a las clases que impartía Fichte. Ello coincide con el hecho de que Schiller publica un fragmento de su obra "Hiperión", en la que es su revista "Thalia".



Mas como la necesidad le apremiaba y no encontraba trabajo, optó por regresar a Nürtingen en 1795, y un año mas tarde empieza a trabajar en casa de Jacob Gontard, un comerciante. Desgraciadamente, determinada circunstancia marca la marcha de Friedrich de este su trabajo, y es que cae rendidamente enamorado de la esposa de Gontard, a la que le dedicó varios escritos, entre ellos en el "Hiperión",y refiriéndose a ella como Diotima. Es precisamente en 1799 cuando acaba definitivamente su obra "Hiperión, o el eremita en Grecia".
Mas por el hecho de abandonar la casa de Jacob Gontard no rompe la relación con la esposa de éste, sino que durante dos años siguieron manteniendo relaciones sentimentales, eso sí, en secreto.
Su ruptura sentimental se concreta con su traslado a la ciudad de Hamburgo, y es allí donde empieza a trabajar en su tragedia "La muerte de Empédocles", a la vez que se propuso lanzar una revista literaria, pero fracasó en su intento. 
En 1800 marcha a Stutgart, ciudad en la que se dedica al desarrollo de su poesía y a la vez que traduce a Píndaro, autor que ejercería una importante influencia sobre su obra. Poco después, empieza a trabajar, de nuevo como preceptor, esta vez en Hauptwil, Suiza.
Mas de nuevo, Friedrich abandona la enseñanza, en 1801, apenas un año después de comenzar y vuelve con su madre a Nürtingen. Parece ser que según se desprende de una carta que dirige a su amigo Chirstian Landauer, Friedrich es consciente de que su mente está alterada y empieza a sufrir episodios de depresiones, en forma de crisis.

Casa en Tubingen

Los distintos trabajos a los que tuvo la oportunidad de acceder, como en 1802, cuando consiguió un cargo en la casa del cónsul de Hamburgo en Burdeos, tuvo que abandonarlos, precisamente, como consecuencia de sus repetidas crisis. Mas dicha situación no le impedía desarrollar su actividad literaria.
Su deterioro mental es cada vez mas profundo, y cuentan quienes le conocieron y vieron en tal estado que era frecuente verle pasear solo maldiciendo y andando y hablando sin rumbo. Es por ello que en 1806 es ingresado en una clínica psiquiátrica de Tubinga, en la que recibió cuidados por parte de un médido, cuya fama en tratamientos mentales era reconocida, Ferdinand Autenrieth. En dicha institución Hölderlin estuvo ingresado 231 dias, siendo su diagnóstico el de una esquizofrenia catatónica.


En 1807, ya en un proceso avanzado de su enfermedad, quedó al cuidado de un ebanista de la ciudad de Tubinga, que era un gran admirador de la obra de Hölderlin, sobre todo, de "Hiperión", quien le acogió durante el resto de su vida, si bien la madre de Friedrich se hizo cargo de todos sus gastos. 
Su vida, en tal estado mental, se prolongaría durante mas de treinta años, en unas condiciones vitales controladas y que, al menos, la hicieron mas soportable su propia existencia, y la de quienes le rodeaban.



No cabe la menor duda de que Friederich Hölderlin están considerado uno de los poetas, cuyas ideas pueden situarse entre el Romanticismo y el Clasicismo, y que calaron profundamente en la tradición filosófica y literaria que le siguió. Si bien, como hemos podido comprobar su obra no solo se compone de poesía, todo cuanto escribió está lleno de una fuerza poética, en la que los conceptos de tiempo, belleza y espíritu cobran un especial posicionamiento.
Es a través de sus lecturas, cómo este hombre encontró su verdadera vocación; así en uno de sus ensayos (El Punto de vista desde el cual tenemos que contemplar la Antigüedad), parece que no tenemos otra elección que aceptar lo que somos si no queremos ultrajarnos, falsear nuestro más íntimo yo. Con respecto a ello, caben dos opciones: "ser oprimido por lo adoptado y positivo o, con brutal arrogancia, ponerse así mismo, como fuerza viviente, frente a lo aprendido, dado, positivo".



En todas sus obras Friedrich mantiene  una cierta relación con la palabra, a veces resulta incapaz de mostrar el fondo último de lo que es nuestra realidad, pero al mismo tiempo, es éste el verdadero medio del que hizo su profesión. 
El proyecto de Hölderlin está bien claro: "Ser uno con lo viviente, volver, en un feliz olvido de si mismo, al todo de la naturaleza".
Es en "Hiperión", quizá su obra mas conocida, donde Hölderlin nos aclara a que se refiere exactamente cuando habla de la palabra "Todo": "Su nombre es belleza", es decir, la esencia de la belleza, de donde nace toda auténtica filosofía. Pero, el Todo, a su vez, es "Una única, eterna y ardiente vida" Una vida que nunca dudará en ensalzar incluso en los momentos mas difíciles de su existencia. Y es que parece haber en nosotros una extraña ambición "irresistible a ser Todo, que, como el Titán del Etna, brota enojada desde las profundidades de nuestro ser".
Hölderlin aceptó su locura como una cuita mas, aunque fatal, de su vida. En una de sus Odas (Timides) confirma la necesidad de amoldarse al destino: "Entra, pues, genio mio, desnudo en la vida/y no te preocupes de nada/lo que ocurra,¡todo será en buena hora!/Armonízate con la alegría, pues ¿qué podría/afrentarte, corazón, que podría/ sucederte donde debes ir?.



BUEN DIA A TODOS CON LA LÍRICA MAS EXQUISITA

Fuentes: Friedrich Hölderlin. Divina Locura. Carlos J.Gonzñalez Serrano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario