lunes, 20 de octubre de 2014

FEDERICO RIBAS MONTENEGRO.- EL ENCANTO DE LA ILUSTRACION



Buenos dias, estimados amigos, nuevo día, nuevo interés el mío en poneros en contacto con lo que considero ARTE, y si ese arte lleva unido un componente que nos hace sentir una cierta nostalgia y un encanto especial por una obra en particular, pues mucho mejor.
Ese es el caso de la producción de FEDERICO RIBAS MONTENEGRO, de profesión ilustrador, más como podréis ir viendo a medida que avancemos en su trayectoria, os sentiréis gratamente sorprendidos. Fue por referencias de un buen amigo, que publicó en su "facebook" una ilustración de Federico Ribas Montenegro, por lo que me decidí, de inmediato a dedicarle mi atención -y espero que la vuestra-.




¿Qué tal os parece nada mas que empezar? Pues sigamos adentrándonos en nuestra personalidad de hoy.-
Como siempre, comenzar como todas las personas hacen: presentándose. Solo que yo soy la encargada de tal menester.
FEDERICO RIBAS MONTENEGRO nació en Bouzas, el 26 de octubre de 1890. Su familia deseaba que estudiara Medicina, pero Federico rechazó dicha opción, así como la también "ambición" familiar de opositar al cuerpo de correos. Es así que se decide por emigrar, y su destino es Argentina. En concreto, se instala en Buenos Aires, donde empezando como pintor de brocha gorda, empieza por publicar dibujos en periódicos y revistas, algunas de la categoría de "Caras y Caretas", y en las que compartió publicaciones con Castelao y Luis Seoane. Es también en Buenos Aires, donde traba una buena amistad con el también gallego y emigrante, José Maria Cao, pionero del humor gráfico en dicho pais.



Se hace con una buena reputación con dibujante gracias a que realizó numerosos trabajos para periódicos como Última hora y en publicaciones como P.T.B., Papel y Tinta y Crónicas de Oro.
Mas Federico es un hombre inquieto, y desea conocer mundo, por lo que decide trasladarse a Paris, coincidiendo con los años inmediatamente anteriores a la Primera Gran Guerra, donde llega a hacerse mas que conocido, pero su vida sufre un revés como consecuencia del estallido de ésta, y debe volver a España, concretamente a Madrid, donde se instala en 1916.



Con ese espíritu que le lleva a conseguir todo aquello que se propone se presenta y gana un concurso de carteles para una gran firma de perfumería y, de esta forma, le surgen numerosos contratos con importantes editoriales para que lleve a cabo la portada de libros, tarea que llevará a cabo durante bastantes años, amén de que colabora con La Esfera, El Sol, y como no, Blanco y Negro, Nuevo Mundo, Mundo Gráfico, Por esos Mundos o Buen Humor, y también con El Faro de Vigo, El Pueblo Gallego y la revista ilustrada la Vida Gallega.

Joven con pañuelo


La ilustración que lleva a cabo Federico Ribas Montenegro y que nos ofrece la visión de una sociedad mundana y elegante, todo glamour, ha podido quizás, restarle importancia, dentro del mundo del Arte, pues de ser un artista admirado y famoso en su tiempo, pasó a ser del todo un olvidado.
En el año 1919 se hace con la dirección de una gran empresa publicitaria, pero
como consecuencia de la guerra civil española,y toda vez que su condición política es del todo republicana, regresa a Buenos Aires, y es allí donde colaborando con Luis Seoane, denuncia el terror franquista.
Es 1949, año en el que regresa a Madrid para seguir con sus antiguos trabajos publicitarios, y como reconocimiento es objeto de un mas que merecido homenaje en el Circulo de Bellas Artes.



Su vida se desarrolla entre Madrid y Galicia, a donde suele regresar y es allí donde pinta sus acuarelas y escenas de mar, impregnadas de un encanto mas que singular, sencillas y exquisitas, con una viveza genial. Vuelve a colaborar, alguna vez que otra, en Faro de Vigo y en la revista Vida Gallega.



No obstante, y a pesar de su bagaje en tantas y tan distintas publicaciones es en Blanco y Negro y ABC donde Federico Ribas Montenegro dejó profunda huella de su valía como ilustrador, tanto en los años anteriores a la guerra civil como con posterioridad. 
Su muerte, de forma repentina, se produce el 11 de septiembre de 1952, en el portal de su casa, donde cae fulminado. 




Su producción la podemos admirar en diferentes museos en Galicia y en distintas colecciones y archivos de Prensa Española, así como todo tipo de empresas para las que realizó trabajos de ilustración, durante años.



FEDERICO RIBAS MONTENEGRO fue un hombre de un exquisito gusto que supo trasladar a la ilustración, influenciada, en principio, por los ilustradores ingleses, entre los que podemos citar a Beardsley, e incluso al español José Segrelles. Gracias a Federico, el cartel publicitario se convierte en ARTE, en una mas que delicada y especial forma de atraer a un público para el que la expresión de aquello que es objeto de su deseo, llama su atención de la forma mas exquisita y excepcional, todo ello, provisto de una línea especialmente suave, en la que trabaja el estilizamiento de la figura, con cierto punto decadente y con un mas que preciado arte colorista. Es lo que podríamos calificar, hoy en día, como escenas con estilo "vintage". 

Dibujo a carboncillo gentileza de
FEDERICO RIBAS MONTENEGRO

BUENOS Y MAS QUE EXQUISITOS DIAS

Con todo mi agradecimiento, Julio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario