SUPERVIVENCIA
Fueron promesas de
dulces tiempos
con las que me
moldeaste,
forjada invencible,
fuerte, todopoderosa.
Y es ahora que sólo
puedo mirarme al espejo
las manos esconden mis
ojos
no acierto a reconocer
tu engaño.
La soledad ante mí
conjugándose como
verbo
para uso exclusivo de
poetas.
Armadura para estados
de ánimo
que se dibujan en un
papel
si la inspiración es
el último de los recursos.
Abundaban hermosas tus
palabras
que nos definieron,
en tanto tristes vocablos
hacen burlas del que convertimos
en nuestro destino.
Los que hacemos de la
soledad
ejercicio de fuerza,
sobrevivimos.
Rosa Freyre del Hoyo.
Fotografía. Eugenio Recuenco.
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