jueves, 26 de junio de 2014

APOLO Y DAFNE: GIAN LORENZO BERNINI


Bienvenidos todos a un nuevo dia, hoy cuento para pasar un buen rato de divertimento, porque eso es lo que es la cultura -diversión y conocimiento- con una de las figuras mas representativa del genio barroco italiano, GIAN LORENZO BERNINI, considerado, unánimemente, como el heredero de la fuerza escultórica de Miguel Angel.
Gian Lorenzo conoció y aprendió de la escultura gracias a su padre, Pietro, que tenía un taller y una cierta fama en su época. Fue precisamente gracias a éste que Gian Lorenzo conoció a muchos mecenas de su época que le permitieron desarrollar su arte, su concepto de lo que la escultura quedaba evidente en cada una de sus obras: el intenso dramatismo, la grandiosidad y la  tan elocuente escenificación en todas sus creaciones. 
Fue nombrado arquitecto de la basílica de San Pedro por el Papa Urbano VIII y es por ello que la mayoría de sus trabajos se centraron en las peticiones que les hacían los pontífices.
No obstante, hoy vamos a centrar nuestra atención en una de sus obras "APOLO Y DAFNE", realizada por encargo del príncipe y cardenal Scipione Borguese. Esta magnífica y bellísima obra escultórica se encuentra ubicada en Roma, en el Museo de Villa Borguese, que fue antigua residencial del cardenal.



Evidentemente, la escultura que nos regala, en el mejor de los sentidos, Bernini hace referencia a un relato perteneciente a la mitología griega, que ha sido narrada a través de la historia por distintos escritores. Es así que Ovidio nos habla del mito en el poema Las Metamorfosis.

Detalle

Mas si os parece bien, y antes de comentar la obra artística de Bernini, podemos conocer el Mito y la historia de Apolo y Dafne.
Pues bien, la mitología habla así:

"Apolo, dios del Sol y de la música, fue maldecido por el joven Eros después de que se burlase de este por jugar con un arco y unas flechas. Ante tal ataque, el irascible Eros tomó dos flechas, una de oro y otra de hierro. La de oro incitaba al amor,la de hierro, al odio. Con la flecha de hierro disparó a la ninfa Dafne y con la de oro disparó a Apolo en el corazón. Es entonces que el corazón de Apoló rozó la pasión por Dafne y en cambio ella tan solo le aborrecía. En el pasado, la ninfa Dafne había rechazado a muchos que habían querido ser sus amantes y había mostrado su interés principal por la caza y por explorar los bosques. Su padre, Peneo, le pidió que se casase, para que le diese nietos, mas Dafne demandó de su padre que la dejse soltera, como la hermana gemela de Apolo, Artemisa. Mas a su pesar, Dafne siempre tenía algún que otro pretendiente por su espléndida belleza.
Apolo continuó persiguiéndola, mas Dafne huía continuamente de él, hasta que llegó el momento en que los dioses tomaron partido y ayudaron a Apolo a que la alcanzase. Es entonces que Dafne invocó a su padre, para que la rescatase, y de repente, la piel de Dafne se convirtió en corteza de árbol, su cabello en hojas, y sus brazos en ramas. Dejó de correr, pues sus pies se enraizaron. Apolo abrazó las ramas, mas hasta estas se contrajeron. Puesto que ya no la podría poseer jamás como esposa, le prometió que la amaría eternamente como su árbol y que sus ramas coronarían las cebezas de los héroes. Apolo empleó todos sus poderes de eterna juventud e inmortalidad para que siempre se mantuviera verde."


Deliciosa historia ésta y todas las que la mitología nos ofrece, solo tenemos que poner nuestro interés en conocerlas.
Es entre 1622 y 1625,  cuando Gian Lorenzo Bernini esculpió en mármol esta bellísima obra Apolo y Dafne. En ella podemos advertir como Apolo trata por todos los medios de alcanzar a Dafne, en tanto ella, intenta escapar. Apolo aparece coronado por un laurel que nos lleva a presagiar el destino de Dafne, su metamorfosis en forma de árbol. El proceso de transformación de Dafne es digno del mes minucioso de los estudios.



Tal y como Bernini nos ofrece en muchas de sus esculturas, la presente nos ofrece una estructura lo que se conoce como "abierta", basada en una líneas compositivas que se dirigen desde abajo hacía arriba, lo que posibilita esa apertura. El mármol blanco con el que se ha realizado la escultura ha sido tratado con la mayor de las delicadezas, y al mismo tiempo sirviéndose de la resistencia que ofrece el material. La composición nos ofrece una visión total de movimiento, y sobre todo, la emoción que los rostros, tanto de Apolo como de Dafne manifiestan en cada momento de la composición.



Prestemos toda nuestra atención a la figura de la bellísima Dafne, en su tan terrible momento en que está siendo envuelta por la corteza de un árbol, sus deliciados dedos se van transformando en ramas y brotes de laurel, y sus hermosos cabellos -que parecen agitarse al viento-, tras la carrera perseguida por Apolo, se van enredando a medida que van brotando las hojas de laurel.

Bernini sabe como utilizar los distintos elementos de trabajo para de forma diferente, llegar a ofrecernos una especial textura en las superficies de la epidermis, en el árbol y en la cabellera, tan hermosamente arrebatada al viento por la transformación arbórea.



No cabe la menor duda de la bellísima aportación a la Historia del Arte por parte de GIAN LORENZO BERNINI, no ya solo como escultor, del que ha quedado muestra, sino también como arquitecto y como pintor.
Un artista completo, un verdadero GENIO.
Sólo la GENIALIDAD es capaz de crear tanta belleza.

Eternamente agradecidos
(La Humanidad)

BUEN DIA A TODOS

2 comentarios:

  1. hermosa entrada y maravillosas imágenes, gracias

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  2. Gracias a ti, por tu lectura y me alegra enormemente que te haya gustado. Un placer.

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