jueves, 26 de mayo de 2022

MAX ERNST.- EL "INVENTOR" INCANSABLE - EL VESTIDO DE NOVIA -




Si con una palabra tuviéramos que definir la obra artística de MAX ERNST quizá sería la de INNOVADOR, pues a su participación dentro del movimiento dadá, hay que añadir su aportación fundamental dentro del surrealismo.

Un artista provisto de una imaginación extraordinaria, consciente de cuánto absurdo subsiste en este mundo, creador de todo un universo onírico, todo ello unido a un apasionado romanticismo, lo cual queda reflejado en el collage, frottage, calcomanía y raspadura, cuyo resultado es un mundo en el que el color y el referente fantasmagórico está siempre presente.




MAX ERNST nació en Brühl, Renania, en 1891 y falleció en París, en 1976, amén de pintor también fue escultor, siendo su padre quien le imprimió el amor por la pintura.

Entre los años 1909 a 1912 en Bonn estudió a Nietzsche y Freud, amén de historia del arte y de la literatura alemana; fue desarrollando su interés por "El Bosco", Picasso y Friedrich, a lo que se unió su admiración por Van Gogh, y su encuentro con H. Arp que resultó determinante para su trabajo posterior.

Entre sus trabajos nos encontramos con todo tipo de temáticas, mundos oníricos y reales, racionales e irracionales, empleando para ello tanto figuras humanas como fantásticas, a la vez que sus formas nos ofrecen visiones en gran medida panorámicas; es así que Max Ernst prefiere los formatos medios y grandes, sirviéndose de la pintura al óleo, no obstante, cuando se trata de obras de pequeño formato apuesta por el fotomontaje.




Sus collages los que definió con sus propias palabras "como un compuesto alquímico de dos o más elementos heterogéneos que resulta de su acercamiento insospechado", una definición del todo dadaísta.

El hecho curioso es que los títulos que da a sus obras, en la mayoría de las ocasiones, nada tienen que ver con lo que a simple vista podemos apreciar, lo que viene a sembrar aún más desconcierto en el espectador.




Su vida personal está marcada por su relación con la pareja Paul Éluard y su por entonces esposa, Gala, y con André Breton, cuando el movimiento surrealista, en el París de los años 20 estaba en su máximo esplendor. No obstante, su abandono del grupo surrealista que tiene lugar en 1938 le lleva  a instalarse con Leonora Carrington en Saint-Martin d´Ardèche, al norte de Aviñon, donde hicieron de su residencia un lugar emblemático.

Tras el estallido de la II Guerra Mundial fue perseguido y encarcelado, toda vez que su origen era alemán, consiguiendo escapar en dos ocasiones, trasladándose a vivir a a los EE.UU., donde se estableció en Nueva York, en 1941; poco tiempo después se casó con Peggy Guggenheim, famosa coleccionista, y que le había prestado una gran ayuda para poder llegar a los EE.UU.

En el año 1953 regresa a Europa, concretamente a París y lo hace junto a la que es su nueva pareja, Dorotea Tanning; en París vivió el resto de su vida, hasta su fallecimiento en 1976.





Entre la gran producción artística de MAX ERNST una de sus obras preferidas por mí, y de ahí el hecho de que entre a hacer de la misma un pequeño comentario es la conocida con el nombre de "EL VESTIDO DE LA NOVIA", óleo sobre lienzo, con unas dimensione de 130 x 96 cm, y que fue realizado por Ernst entre 1939 y 1940; se encuentra ubicado en la Colección Peggy Guggenheim en la ciudad de Venecia, toda vez que fue un regalo de Ernst a la que fuera su esposa Peggy Guggenheim en 1942.




Este óleo siempre me ha parecido en gran medida perturbador, no sólo por el título escogido por su autor, sino por el efecto que resulta del vestido, una capa enorme confeccionada a base de plumas rojas. El rostro de la novia aparece cubierto por una espantosa máscara de lechuza, destacando entre el plumaje un ojo humano y una cabeza. En el lado izquierdo, un curioso pájaro sostiene lo que es la punta de una lanza rota, y en el lado opuesto, podemos observar dos extraños seres, una niña con un peinado inquietante y un monstruo diminuto.




La novia está situada aparece situada sobre un suelo que semeja un tablero de ajedrez, en tanto en la pared aparece una pintura que la representa; todo ello nos sumerge en un mundo fantástico, y a la vez fantasmagórico, y Max Ernst nos transmite una imagen sexualizada con un gran componente de perversidad.

No obstante, la otra figura femenina que destaca junto a la novia, una joven desnuda, viene a simbolizar la virginidad, y llama poderosamente la atención el hecho de que su rostro no mira a la novia, sino a la pintura de ésta que cuelga de la pared, dando a entender que es el paso hacia el conocimiento completo de la vida y del amor.

En definitiva, a través esta obra, como las de todas firmadas por Max Ernst su intención era siempre la de traspasar todo límite impuesto, estimulando y liberando la imaginación.





En conjunto la teatralidad de la escena se ve aumentada por el gran contenido erótico de la atmósfera que domina.

Podemos observar cómo ha empleado una gran variedad de técnicas pictóricas todas ellas tradicionales: el temple, la mezcla de pigmentos y el vidriado de colores, amén de que es una mezcla rotunda de influencias que abarcan desde la pintura alemana antigua -la de Lucas Cranach, el Viejo-, la pintura simbolistas francesa de Gustave Moreau, así como la metafísica de Giorgio de Chirico. Todos y cada uno de estos tres estilos eran admirados por Max Ernst.




Fuentes:
https://www.biografiasyvidas.com
https://kripkit.com
Maestros de la pintura. Larousse.

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